Especial
47 años de Chris Martin marcados por “terribles crisis” religiosas y sexuales: “Si soy gay, estoy jodido”
Entre los 13 y los 16 años, cuando estaba en un colegio interno, sufrió 'bullying'
El 2 de marzo de 1977, nació Chris Martin, el cantante líder y co-fundador de Coldplay, una de las bandas más famosas del mundo. Cuando cumple 47 años, repasamos una etapa que fue crucial en su vida y que le marcó definitivamente. Esos años de su infancia y adolescencia en los que, no solo descubrió su pasión por la música. Una estricta formación cristiana le llevó a afrontar “terribles crisis” y luchas internas en las que se cuestionó su sexualidad. Tal y como él mismo ha reconocido en ‘Rolling Stone’: “era muy homófobo”. Chris pensaba que ardería en los infiernos si le gustaban otros chicos: “Si soy gay, estoy completamente jodido para toda la eternidad”.
Christopher Anthony John Martin, el mayor de cinco hermanos, nació en el seno de una familia cristiana, en la ciudad inglesa de Exeter, Devon. Recibió una educación religiosa muy estricta. Asistía con sus padres (cristianos comprometidos) a la iglesia evangélica de Belmont y cantaba salmos. Como él mismo admitía en una entrevista a Howard Stern para
SiriusXM Radio, “Había mucho adoctrinamiento extraño. Ni siquiera era deliberado. Pero, ahí estaba. No podía cantar 'Paint it black', por ejemplo, de los Stones, porque pensaba que era diabólico". Chris creció con “la perspectiva de un cielo y un infierno amenazante. Solo pensar en tetas, ya ibas al infierno. Y eso lo tenía incrustado”, confesaba en Rolling Stone. Y eso tuvo un enorme impacto en su vida.
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En los primeros años de su formación, cuando era un niño de 11 años, descubrió su pasión por la música. Él mismo reconoce que fue cuando cantó en un concierto en el colegio “una canción que había escrito sobre periódicos”. Igualmente, tuvo una enorme influencia en él un profesor de música que alentaba a sus alumnos a que se divirtieran tocando el piano. Algo surgió en ese momento. Algo que siguió alimentando durante los siguientes años… hasta que formó Coldplay en 1997. Hoy supera los 100 millones de álbumes vendidos en todo el mundo.
A los 13 años, ingresó en el internado de Sherbourne, en Dorset. Al mismo tiempo que Martin exploraba en la música, se enfrentó a momentos muy duros. A una lucha interna en los que se cuestionó su propia sexualidad: “Me decía algo así como, ‘Oh, mierda, ¿Y si fuera gay?. Porque crecí pensando en que eso era realmente malo”. En 2019, el cantante de Coldplay realizó estas polémicas declaraciones en la revista ‘Rolling Stone’: “Cuando estaba en el internado, caminaba un poco raro y daba saltitos, y también era muy homófobo porque yo me preguntaba, ‘Si soy gay, estoy completamente jodido para toda la eternidad”. Y añadía, “Era un chaval, ya sabes, descubriendo la sexualidad, y me decía a mí mismo, ‘Puede que sea gay, puede que sea esto, puede que sea lo otro’… Estaba aterrado”. Martin tuvo que hacer frente a esa “terrible confusión” que le ocasionaba su propia homofobia. Y también al acoso escolar.
“Yo era un chaval hiperreligioso, bastante inocente y muy moralista”, decía en una entrevista con The Sun. Siendo adolescente sufrió bullying porque "parecía un chico gay". En Rolling Stone añadía que esto ocurrió durante varios años, algunos compañeros de clase - el ‘ala dura’ - le decían: “Definitivamente, eres gay” y lo hacían de forma “completamente agresiva… fue muy incómodo para mí”. Sobre los 16 años, de la noche a la mañana, Chris dejó de preocuparse por este asunto: “Me dije, ¿pero, qué es esto?”. Sus convicciones cambiaron por completo. No supo en concreto qué pudo haber causado su nueva perspectiva. El cantante lo atribuye a su crecimiento natural, a su madurez. “Muchos de mis héroes son gais o lo que quiera que sean – realmente no me importa. Así que se me quitó un gran peso de encima”.
El caso es que esos tres años, entre los 13 y los 16, le marcaron. Pero se siente muy agradecido porque supusieron un desafío del que salió reforzado por enfrentarse a toda esa ceguera escolar: "Eres gay, eres malo en deporte, eres esto o aquello". Igualmente, se liberó de la presión religiosa. Y con el tiempo concluyó, “Ok, tengo mis propias relaciones con quien yo creo que es Dios”. Ya no suscribe un único sistema de creencias: “Para mí, Dios está en todo y en todos y es amor, es el milagro en cada célula de todas las cosas”.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop