¿Qué le pasó a Amy Winehouse? La historia de una muerte prematura que conmocionó al mundo
La cantante y compositora británica enamoró al público con su voz, sus letras y su pasión por la música
Amy Winehouse llegó al mundo para cambiarle las reglas, pero al final, este le ganó la partida mucho antes de lo que marcan las leyes de los hombres. La cantante británica había desafiado muchas veces a su cuerpo antes de morir. Lo había llevado al límite inyectándole drogas de diferentes tipos... Hubo un tiempo en el que el crack, el alcohol y otras drogas formaban parte de su dieta, y al principio, nadie a su alrededor parecía conseguir hacerla entrar en razón. Ella no se sentía en peligro. Estaba viviendo su vida al máximo... Era una estrella y como muchos otros en generacioens anteriores, queria exprimir lo que su condición le ponía al alcance de las palmas de las manos.
Amy cantó en 2006 a través de su exitosa Rehab que no estaba dispuesta a ir a rehabilitación. Sus padres, por entonces, insistían en que necesitaba ayuda, pero ella, se creyó más fuerte de lo que realmente la vida le demostró después que era. Para Amy, una estrella en auge con talento como para ganar cinco premios Grammy en una sola convocatoria, pero incapaz de ir a recogerlos a Estados Unidos porque la embajada de estadounidense en Londres no aceptó su petición de visado, poco había más que aprender que lo que contaba Ray Charles en sus canciones o lo que Donny Hathaway le hacía llegar con sus ritmos de soul.
Amy Winehouse vivía perseguida por la prensa. Envuelta constantemente en polémicas. Parecía que para ella no había paz y esto, además de haberla llevado a componer Back To Black, uno de los discos más relevantes de la historia reciente del soul y el R&B repleto de letras desgarradoras a través de las cuales se mostraba prácticamente desnuda, también la empujó a ahondar en adicciones y problemas de salud que jamás había acabado de superar.
Depresión, bulimia y adicción a las drogas
Amy sufrió bulimia y depresión durante su juventud. De hecho, se dice que fue a raíz de una de sus rupturas sentimentales, la que puso final a su breve relación con Blake Fielder-Civil allá por 2005, cuando realmente la artista empezó a sufrir el que sería su primer gran bache... Un periodo en el que su trastorno alimenticio empeoró a causa de la depresión y en el que tuvo que tratarse con antidepresivos.
En 2006, con la salida de Back To Black, Winehouse se recuperó temporalmente. Sus esfuerzos se centraron en demostrar sobre los escenarios que era una de las grandes artistas de su tiempo y su salud mejoró notablemente. Sin embargo, en 2007 Amy y Blake retomaron su relación llegando incluso a casarse en una pequeña ceremonia en Miami y esta empezó a tener graves problemas con las drogas duras como la heroína, tal y como los tenía ya de antemano el que ahora era su marido.
La pareja empezó a protagonizar escándalo tras escándalo. Durante todo 2007 la prensa les persiguió de forma continua. Los tabloides británicos relataron en el mes de agosto cómo la autora de Valerie sufrió una sobredosis que fue recogida también por la prensa internacional y por esas fechas se hicieron eco también de la entrada en prisión de Blake por agredir al dueño de un pub y obstruir a la justicia. La prensa apretó y llegó incluso a, recién empezado el año 2008, conseguir imágenes tan potentes como la de la Amy presuntamente fumando crack en su propia casa después de haber consumido éxtasis y cocaína.
Todo apuntaba a que la estrella viva más brillante del firmamento de los artistas tenía problemas graves tanto en su relación como con las drogas. De hecho, poco tiempo antes había cancelado varios conciertos en Reino Unido y el resto de Europa alegando que no podía darlo todo en el escenario sin su Blakey, según supo la prensa, a lo largo de los meses anteriores había ingresado hasta en tres ocasiones en centros de rehabilitación sin obtener ningún exito e incluso había sido detenida en Noruega por posesión de cannabis.
El 24 enero de 2008 Amy Winehouse ingresó una vez más y esta, por voluntad propia, en un centro de desintoxicación pero este ingreso tampoco duró mucho. El mes de mayo de ese mismo año Amy se subió al escenario del Rock in Rio de Lisboa y dio un espectáculo que nadie esperaba ver. La cantante actuó aparentemente muy borracha y sin voz, algo que desagradó muchísimo al púbico ya la crítica.
Además, ese mismo verano su padre, Mitch Winehouse desveló que la cantante había tenido que ser ingresada en el hospital tras sufrir un desmayo. Fue entonces cuando le diagnosticaron enfisema, una enfermedad pulmonar crónica que había contraído al fumar crack, tabaco y marihuana y que, según los médicos, la llevaría hasta la muerte si no dejaba de fumar drogas.
Divorcio y caída libre
En 2009, después de muchas idas, venidos y escándalos públicos, se hizo efectivo el divorcio entre Blake y Amy a petición de este. La ruptura, con su ya exmarido en la cárcel y pese a suponer el fin de una relación altamente tóxica, devastó a la cantante y, según recogió la prensa entonces, esta volvió a sumirse en la depresión, en la bulimia y a refugiarse en sus peores adicciones, entre ellas la del alcohol.
Durante los pocos años que le quedaban de vida, aunque ella por entonces no lo sabía, Amy mantuvo una relación con Reg Traviss y trató de retomar su actividad artística haciendo conciertos. Pero como nada se había solucionado en lo que se refería a su adicción al las bebidas alcoholicas, Winehouse siguió protagonizando espectáculos bochornosos cuando la gente acudía a verla cantar. El último, el 18 de junio de 2011 en Belgrado, donde tuvo que abandonar el escenario antes de lo esperado después de un sinfín de abucheos que le recriminaban el hecho de que ni tan siquiera se mantuviese en pie por sí misma.
La muerte prematura de Amy Whinehouse sumó un miembro al club de los 27
Un mes después de dar su último concierto en Belgrado, el 23 de julio de 2011, el guardaespaldas de Amy Winehouse la encontró muerta su casa de Camdem Town en Londres con solo 27 años. La cantante perdió la vida en la cama a causa del consumo excesivo de alcohol —la autopsia determinó que en su cuerpo había 416 miligramos de alcohol por cada decilitro de sangre— y junto a su cadáver se encontraron tres botellas de vodka, dos grandes y una pequeña.
La muerte de Amy, que pasó a engrosar el famoso club de los 27, en el que se encuentran artistas fallecidos en esta misma edad como Janis Joplin, Kurt Cobain y Jimi Hendrix, entre otros, y fue catalogada como accidental, descartándose por completo la sobredosis por drogas y focalizando la culpa en el alcohol.
Carolina Martínez
Periodista y SEO editorial en LOS40. Propongo estrategias y escribo sobre todo lo que mande la actualidad....