"Lleva 10 meses ingresado": Así es la dura vida de Jake Lloyd, el actor que dio vida a Anakin Skywalker en 'Star Wars'
El joven, que se retiró de la interpretación con 12 años, padece esquizofrenia desde el instituto
Este 2024, Star Wars: Episodio I: La amenaza fantasma cumple 25 años. Un cuarto de siglo ha pasado desde que George Lucas estrenara la precuela y la génesis de su popular saga de ciencia ficción; aquella que vio la luz con el Episodio IV en 1977.
También este año, el actor que interpretó al pequeño Anakin Skywalker, Jake Lloyd, ha cumplido 35 años... Y su madre Lisa ha desvelado a través de una entrevista la dura adolescencia y juventud que ha sufrido su hijo desde entonces.
El joven fue el elegido para el papel en un casting de más de 3.000 niños. Era el perfil ideal para dar vida a la infancia del futuro jedi que, finalmente, se pasaría al lado oscuro de la fuerza para convertirse en Darth Vader. No obstante, la oscuridad traspasó también los límites de su vida personal, tal y como ha confesado su entorno más íntimo. Y es que el joven padece esquizofrenia y graves problemas de salud mental, y lleva ingresado 10 meses en una clínica, completando una estancia total de 18 meses. "Le está yendo mucho mejor de lo que esperaba. Se está relacionando mejor con la gente y se está volviendo un poco más sociable, lo cual es muy agradable. Es como recuperar parte de ese antiguo Jake, porque siempre ha sido increíblemente sociable", ha asegurado.
"Jake comenzó a tener problemas en el instituto. Empezó a hablar de 'realidades': no sabía si estaba en esta o en una diferente. Y yo no sabía exactamente qué contestar a eso", ha contado la señora Lloyd recientemente a Scripp News.
Tras varias visitas al médico, se barajó la posibilidad de que tuviera trastorno bipolar, por lo que le recetaron diferentes tipos de medicación para tratar sus síntomas, pero en aquel entonces nada parecía funcionar. Finalmente, se graduó de la secundaria en 2007 y se inscribió en Columbia College Chicago.
Durante esta etapa académica, Jake comenzó a tener paranoia. "Se saltaba clases y me contaba que había gente que le seguía". [...] Que veía a gente con los "ojos negros mirándole en la calle" y que mantenía conversaciones de madrugado con Jon Stewart, presentador de Daily Show, a través de la televisión. "No nos dijo que escuchaba voces en aquel momento, pero le pasaba", recuerda su madre.
Después de seis meses y medio, las constantes consultas médicas con terapeutas y psiquiatras dieron un diagnóstico: esquizofrenia paranoide, lo que desembocó en un episodio depresivo aún más grave. Lisa expresa que "fue muy duro".
Este diagnóstico se complicó con la aparición de la anosognosia, definido como la incapacidad del paciente para identificar y ser consciente de sus síntomas. "Creía que no necesitaba medicarse porque decía que no sabía estaba enfermo; no creía necesitar terapia porque creía que no estaba mal.
"Un brote psicótico en toda regla", el motivo de su internamiento
En 2015, el actor fue detenido tras estrellar su coche y fue imputado por varios cargos, incluyendo una persecución a lo largo de varios condados tras un viaje en carretera desde Florida hasta Canadá. A pesar de la solicitud fallida de su madre por ingresarle en el hospital y de intentar convencer a los funcionarios penitenciarios que su comportamiento era tal porque no tomaba su prescripción médica, Jake acabó 10 meses entre rejas.
En 2018, la muerte de su hermana pequeña Madison a los 26 años agravó la situación. “Simplemente no pudo soportarlo. No sabía cómo procesarlo”, dijo Lisa. "A veces simplemente empezaba a decir que echaba mucho de menos a Madison. Esa es la mayor conversación que tendríamos al respecto.
Y, hace un año, un brote psicótico desembocó en su actual internamiento. Volvían de recoger comida en un restaurante de autoservicio cuando "dijo que quería parar el coche. Se detuvo en medio de la autopista... hubo muchísimas voces y gritos", hasta que algunos conductores llamaron a emergencias. "Cuando llegó la policía le hicieron algunas preguntas, pero ninguna respuesta tenía sentido".
Afortunadamente, fue admitido en un hospital y no acabó en el calabozo, hasta que unos meses más tarde le ingresaron en un centro especializado en rehabilitación de la salud mental, donde está mostrando una gran mejoría.