María Aguilar y David Vaquero, una historia repetida en la hoguera final de ‘La isla de las tentaciones’

María Aguilar y David Vaquero se conocieron en La isla de las tentaciones cuando él fue a poner a prueba su amor con Elena Adsuara y ella era su tentadora. La conexión que hubo entre ellos hizo que salieran juntos del programa. En esta nueva edición era su relación la que querían poner a prueba y ya hemos descubierto si han superado la experiencia.

En esta ocasión, hemos visto a un David poniéndose al límite con Zaira de la Morena, con la que ha sentido una conexión que ha hecho sufrir mucho a María en su villa, aunque ha estado llena de mentiras de las que él no ha sido consciente hasta este momento. Ella, ha tenido que enfrentarse a su ex, Álvaro Boix, que llegaba a su villa para ponerla a prueba.

A él no le gustaron las comparaciones que hizo su novia con su ex. A ella, no le gustaron los juegos que se trajo él con su tentadora. Las cosas estaban tensas y ambos, han llegado a reconocer que se estaban planteando abandonar solos la isla.

El reencuentro

Este miércoles veíamos su reencuentro que fue tenso al principio. María se negaba siquiera a saludarle hasta no recibir todas las explicaciones que necesitaba. Empezaron los reproches: “Me das asco”, le decía María que solo quería ver las imágenes para recibir las explicaciones que necesitaba.

Lo que no esperaba es que esas imágenes las fuera a traer Zaira que llegaba a la hoguera con Tablet en mano y asegurando que había habido tocamientos entre ellos. Tras ver las imágenes tuvo que reconocer que había estado mirando cuando la tentadora se tocaba en el cuarto de baño y David acabó reconociendo que no hubiera aguantado que hubiera sucedido algo así con María y Álvaro.

Siguieron los reproches por ambos lados, pero llegó el momento de decirse a la cara lo que realmente sentían y ahí cambió el registro.

Declaración de amor

“María, yo sinceramente, aunque haya hecho todo lo que he hecho, para mí, no he hecho nada, tengo la conciencia super tranquila. Pero sí es verdad que al ver las imágenes entiendo que te enfades, pero sabes que te amo, que te quiero muchísimo. Sabes que quiero estar contigo fuera. Que me he tentado y no he caído, que quiero estar contigo, que te quiero muchísimo. Si hubiera querido hacer algo, lo hago y tú lo sabes. Si no quisiera estar contigo no estaría”, decía David con esa risa nerviosa que tanto le conocemos.

“Yo es que no sabes lo mal que lo he pasado aquí, no te haces una idea, lo he pasado super mal”, respondía ella llorando cuando le tocaba hablar, “yo aquí me he dado cuenta de que estoy super enamorada de ti y que quiero estar contigo”.

Finalmente, Sandra les pedía una respuesta a la pregunta de si querían irse juntos, solos o con un nuevo amor y aquí es donde repetimos la historia.

Decisión final

“Yo me voy a guiar por lo que me dice mi corazón, Sandra, y te va a sonar repetitiva esta respuesta, pero me quiero ir con María porque la quiero, sé que la amo, me he dado cuenta de que la quiero más de lo que la pensaba. Venía a tentarme y tenía dudas de si podía caer y aquí me he dado cuenta que ni de coña y que no la cambiaría en la vida. Estoy super enamorado de ella, quiero estar con ella y ser feliz con ella, juntos, porque nos lo merecemos y también lo hemos pasado fatal”, le decía David a su chica.

“Evidentemente quiero irme con David. Estaba deseando poder decirlo ya. Tenemos muchas cosas que hablar, pero quiero mi vida contigo y lo tengo más claro que nunca”, seguía ella.

“Espero no volveros a ver aquí”, les decía Sandra Barnedafeliz de ver que el amor había triunfado. Una vez más recorrían juntos el camino de antorchas.

“Después de todo hemos demostrado que las conexiones reales en La isla de las tentaciones existen. Zaira ha tenido que poner su guinda al pastel y ha tenido que entrar hasta el último minuto, pero yo confío en tu palabra, confío en ti y, a partir de ahora, tienes terminantemente prohibido mirar a las chicas cuando están en el baño”, decía María ya más relajada.

Segunda hoguera final en la que ambos abandonan juntos. Dicen que no hay dos sin tres…