El SOS a los Rolling Stones: “Pedimos encarecidamente… que se pongan corbata”
"Lo sentimos mucho por la industria corbatera. No vamos a cambiar nuestra forma de vestir", señaló Jagger
¿Por qué no se ponen corbata?. En 1965, una revista británica de moda masculina hizo esta singular petición a los Rolling Stones. Cargaban sobre las espaldas de un grupo de veinteañeros la responsabilidad de estimular las ventas de la industria corbatera británica que no pasaba por un buen momento. Mick Jagger, echando mano de su particular ironía y sentido del humor, respondió: “El problema con una corbata es que podría colgar en la sopa”.
Muy al principio de sus días, en los primeros años de los 60, Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts, Brian Jones y Bill Wyman presentaban una imagen formal: americana, camisa y corbata, o cortes de pelo a imagen y semejanza de sus rivales, los cuatro de Liverpool. De esta guisa hicieron sus primeras apariciones públicas, cuando eran cinco jóvenes veinteañeros que ni siquiera componían sus temas y tenían un repertorio basado en versiones de clásicos del rock y del blues.
Poco después, ese ‘look’ cambió. En 1965, los discos de los Rolling Stones ya llegaban al top de las listas británicas, sus conciertos eran multitudinarios y su legión de fans era cada vez mayor, al igual que su influencia en la juventud. Empezaban a tener un gran impacto, tanto a través de sus letras rebeldes como con su actitud gamberra. También con sus atuendos y con su imagen, con la que claramente pretendieron marcar distancias con sus paisanos. Y fue entonces cuando les pidieron que se pusieran corbatas.
En su edición del 19 de Marzo de 1965, la revista británica ‘The Taylor & Cutter’ publicó un artículo pidiendo a los Rolling Stones que se pusieran corbatas para salvar de la ruina a la industria corbatera del país. La publicación, dedicada al mundo de la fabricación textil para hombres, lanzaba así un SOS a la banda en una época en la que los atuendos empezaban a ser más casuales y los trajes de chaqueta, camisas y corbatas, estaban cayendo en desuso y se limitaban al trabajo en la oficina o a las ocasiones formales. Se señalaba la caída de la popularidad de este accesorio en las nuevas generaciones de jóvenes celebridades.
“Con la posición llega la responsabilidad. Es una reflexión que recomendamos a los Rolling Stone”, se puede leer en una parte del artículo. “Pedimos encarecidamente a las estrellas del pop de cualquier parte que, al menos, tengan en consideración las dificultades financieras que los fabricantes probablemente encontrarán si las nuevas generaciones van eternamente con el cuello abierto”. Y les pedían que, si contribuían un poco, esto repercutiría en los armarios de sus fans y por extensión en las fortunas de los fabricantes de corbatas.
La publicación admitía que, si bien los Stones “no son los únicos guijarros en la playa”, sí eran “líderes autorizados por su posición Nº1 en el Top 20 y podrían hacer más por las corbatas…”. Justo en ese momento, marzo del 65, los Rolling habían conseguido un enorme éxito con su segundo álbum, ‘The Rolling Stones No. 2’, que permaneció 10 semanas en el primer puesto de las listas de UK y fue uno de los más vendidos del año. Además, el single ‘It's all over now’, versión del clásico de Bobby y Shirley Womack, se había convertido en su primer nº1 en las listas británicas.
Mick Jagger respondió. Y lo hizo utilizando su peculiar ironía y su característico sentido del humor. “El problema con una corbata es que podría colgar en la sopa. Es también un elemento extra de lo que un fan se podría colgar cuando estás intentando entrar o salir de un recinto”. Igualmente se burlaba con la idea de añadir un monedero en el extremo de la corbata, algo que podría ayudar a estimular las venta aunque “produciría toda una nación de ricos jorobados”. Admitía que la banda “lo sentía mucho por la industria corbatera”. Y concluía: “No vamos a cambiar nuestra forma de vestir”.
Por supuesto, la industria textil de las corbatas pudo siempre contar con la elegancia y el impecable estilo de Charlie Watts para ayudar a sus ventas. "Siempre me sentí totalmente fuera de sitio con los Stones”, dijo en 2008. “No como persona, pero sí con mi imagen”. ¿Y qué paso con la industria británica de las corbatas?. Las ventas han resistido más de una recesión desde que los Stones aparecieron. Es un complemento que sigue ocupando su sitio muchos armarios, tanto de hombres como de mujeres.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop