Tallullah, la hija de Bruce Willis y Demi Moore, desvela su diagnóstico de autismo: “Lo descubrí este verano”
Reconoce que este diagnóstico le ha cambiado la vida
Tallulah observa a su padre, Bruce Willis. / Rich Fury
Parece que la salud no acompaña a la familia Willis. El actor, Bruce Willis, se retiró de la interpretación tras ser diagnosticado con demencia frontotemporal. Una enfermedad degenerativa que le hace perder la memoria de manera gradual. Un duro palo para él y para su familia que está siendo testigo de su deterioro progresivo.
Pero no es el único diagnóstico complicado que ha descubierto la familia desde entonces. Su hija Tallullah Willis, fruto de su relación con Demi Moore, sorprendía a muchos en sus redes sociales con un vídeo en el que podemos verla con su padre cuando era solo una niña.
Él la tiene cogida en brazos en una alfombra roja y mientras contesta preguntas de la prensa ella no deja de tocarle la cabeza y la oreja hasta que una mirada asesina hace que pare. Lo interesante no es la imagen en sí, sino las palabras que acompañan al vídeo: “Dime que eres autista sin decirme que eres autista 😂”.
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Un diagnóstico tardío
Algunos han criticado la actitud del actor con su hija, que han tachado, incluso, de despreciable, aunque ella ha señalado que solo estaba cumpliendo con su tarea.“Ella está estimulando”, añadía su hermana Scout La Rue.
El caso es que este vídeo ha generado un debate social sobre una enfermedad que cada vez se empieza a diagnosticar en mujeres cuando ya son adultas como parece que ha sido su caso porque no fue hasta el verano pasado, a sus 29 años, cuando supo que era autista.
“Es la primera vez que hago público mi diagnóstico. Lo descubrí este verano y me ha cambiado la vida”, respondía a otro de los comentarios que le hacían en su perfil.
No ha querido dar más detalles, pero podemos imaginar que esa falta de diagnóstico ha hecho que las cosas fueran tan complicadas para ella que, en otras ocasiones, ha admitido que ha sufrido trastornos alimenticios e, incluso, depresiones.
“Durante los últimos cuatro años he padecido anorexia nerviosa, algo de lo que me he resistido a hablar hasta ahora porque, tras conseguir estar sobria desde los 20 años, sentía que restringir la comida era el último vicio al que podía aferrarme”, reconoció en un ensayo escrito para Vogue US.
