Niall Horan demuestra ser un auténtico showman y brilla en el Wizink Center de Madrid

Niall Horan, que lleva algo más de un mes viajando por Europa con la primera etapa de su gira mundial, presentó anoche The Show: Live On Tour en el Wizink Center de Madrid. La última vez que pisó la capital de España fue en 2018, con Flicker World Tour. En aquella ocasión, La Riviera acogió el concierto del irlandés; una sala de 2.000 personas que en nada se parecía a las más de 80.000 (en Wembley, por ejemplo) que pudo llegar a congregar durante su etapa en One Direction.

También es cierto que, hace seis años, Niall daba sus primeros pasos en solitario. Tocaba no tanto empezar de cero, pero sí ser prudente, pisar con pies de plomo y tantear las aguas. Construir una identidad propia al margen de la boyband que le había dado todo (sin olvidar sus orígenes).

Su buen hacer le llevó a publicar un segundo álbum de estudio Heartbreak Weather, cuyo ciclo de conciertos —bajo el nombre de Nice To Meet Ya Tour— se suspendió debido a la Covid-19. Afortunadamente, la pandemia pasó y el cantante siguió haciendo música... hasta publicar The Show, su más reciente trabajo discográfico.

Y con dicho álbum, el artista volvió ayer 23 de marzo a un recinto de grandes dimensiones y, por supuesto, a reencontrarse con los fans de nuestro país, concretamente, cerca de 17.000. Con el cartel de entradas agotadas desde hace varios meses, Niall se subía a un escenario para demostrar que está hecho para ser un frontman y derrochar talento, sentido del humor y carisma.

Tras tener de teloneras a Tommy Lefroy, el dúo de indie rock formado por Tessa Mouzourakis y Wyntel Bethel, tocaba el turno de EL SHOW con mayúsculas. Un interludio compuesto por clásicos de Fleetwood Mac, Queen, ABBA (y hasta La Macarena de Los del Río) daban una pista sobre la ambientación de teatro musical de los años 70 que había escogido para esta gira, así como amenizaban la espera hasta las nueve de la noche, hora en que las luces se apagaban para subir el imponente telón en color beige que ocupaba la mayor parte del escenario.

Las pantallas a los lados introducían al líder y a su banda, al igual que daban la bienvenida al público, que enseguida manifestó su entusiasmo con gritos y flashes. "Buenas noches, Madrid" dio a pie a Nice to meet ya, canción que arrancó una actuación de dos horas y media de duración. Le siguieron un mashup de Small talk con una versión de Edge of seventeen, de Stevie Nicks; She's on the loose y On a night like tonight.

Después de estas cuatro canciones, Niall saludaba a su audiencia: "Hola, Madrid. Welcome to The Show live on Tour, baby. Gracias por hacer sold out en este recinto. ¿Preparados para pasar la p*ta mejor noche de vuestras vidas? ¡Vamos, España!", exclamó. Acto seguido, se sentó al piano para interpretar el tema que lleva por título su tercer disco, The Show.

El ritmo, interrumpido por el idioma patrio

Since We're Alone, Heartbreak Weather y Black and White caldearon el ambiente lo suficiente para retrasar durante unos minutos el bloque acústico que el de Mullingar había preparado. El cantante y tres de sus músicos formaron un círculo sobre la pasarela que le acercaba un poco más a los fans de las primeras filas —un puesto privilegiado que algunos habían conseguido sacrificando cuatro noches pernoctando a las puertas del Wizink—, para cantar Science, This Town y You could start a Cult.

Sin embargo, los constantes vítores y ovaciones que recibía impidieron por un instante transformar la agitada atmósfera de aquel espacio en una más calmada. "Tranquilo, tranquilo", dijo el anfitrió en perfecto español. Unas palabras que tan solo provocaron más aplausos y el coreo unísono de un cumplido que aún no conocía... hasta ahora. A pesar de ser un gran aficionado a nuestro idioma, Niall no estaba familiarizado con la palabra "guapo" y, cuando descubrió lo que significa, quiso devolver el halago. "Vosotros sí sois guapos [...] Y sois muy buenos cantantes", expresó en inglés.

Este no sería el único momento en que el ritmo normal del concierto se vería interrumpido. Los ojos de Horan fueron a parar a una pancarta, que decía: "Nosotros te cantamos La Macarena y tú bailas". Y como ídolo que se debe a su público, dicho y hecho. El joven se atrevió a hacer el cruce de brazos y el movimiento de cadera tres veces seguidas, para locura y diversión de los presentes.

La 'One Direction infection' sigue vigente

Canciones como Heaven, Everywhere, Paper Houses, Meltdown, Still, Save My Life y Slow Hands —a modo colofón final— completaron el setlist, el cual difirió en un par de canciones con respecto a la anterior fecha en Assago (Italia), tan solo dos días antes. Antes de tocar Mirrors, Niall desveló que la compuso en 2016 cuando vio a una chica llorando en una cafetería mientras estaba al teléfono. "Muchas veces estamos tan a lo nuestro que no nos damos cuenta de las vidas que nos pasan por al lado, ni de lo que les puede suceder", dijo, así que se le ocurrió inventarse una historia con esta situación como protagonista.

Y, a pesar de que aquel año fue el mismo en que One Direction hizo efectiva su separación (tras la publicación de Made in the AM), lo cierto es que la boyband británica sigue viva, muy viva. Horan no solo se acordó de la última vez que pisó España junto a la formación con la que consiguió el estrellato mundial, "el estadio Vicente Calderón, en 2014", también quiso agradecer la lealtad y el cariño recibido después de todos estos años. "Sois increíbles. Gracias por venir a verme. Que este sea mi trabajo nunca cesará de sorprenderme, y nunca me cansaré de dar conciertos. Espero seguir haciéndolo por mucho tiempo", reiteró varias veces visiblemente emocionado.

Por eso, no dudó en interpretar Night Changes, un himno ya no solo para lxs directioners o para Niall, también para Louis y Harry, que también lo han incluido en sus respectivos conciertos. Como tampoco dudó en estampar su nombre en una camiseta del merchandising de Take Me Home, segundo disco cuya portada los cinco miembros aparecen rodeando y escalando una cabina telefónica londinense. "Por supuesto que te la firmo", expresó, y la locura se desató en el recinto.