Especial
¿Cuánto dura el efecto fan?
Notamos cuándo empieza, pero no nos damos cuenta de cuándo dejamos de perder la chispa
Intensidad, empatía, furor e identificación son cuatro palabras ligadas a la admiración de un ídolo. El psicólogo Santos Solano nos asegura que la base de formar parte de un fenómeno fan es la empatía: cuanto más capacidad tenga una persona de desarrollar este sentimiento, más probabilidades hay de seas fan de alguien. Pero, ¿cuánto dura este sentimiento o por qué desaparece?
La energía que gastamos -con orgullo- por nuestros ídolos no se mantiene siempre en lo más alto. Es como una relación de amor, al principio es muy intenso, pero a medida que va avanzando la situación, se vuelve más sano. Al menos en algunas ocasiones, en otras puede volverse hasta tóxico u obsesivo. ¿Cuántas veces hemos visto a fans invadir el espacio personal de un rostro conocido? Sobre todo en los momentos de más fama de ídolo. Es por eso que este amor puede mantenerse o desaparecer, puede tomar diferentes caminos.
La evolución de los intereses
Los intereses evolucionan a medida que crecemos, cambiamos nuestros gustos o vamos amoldando nuestra vida. Existe admiración por artistas, jugadores de fútbol o escritores que dura permanentemente desde que somos adolescentes, pero otros dejan de parecernos tan maravillosos con el paso del tiempo. Ya sea porque formaba parte de una moda global -como sucede en muchas ocasiones con el fandom de Operación Triunfo-, porque nuestros intereses han cogido otro rumbo o porque se han perdido o modificado los valores que fundamentaban tu admiración por aquella persona.
Del amor al rechazo
Santos Solano diferencia el efecto fan en dos reacciones: positiva y negativa. "Disfrutas como lo hace el ídolo, pero imagínate que hace algo que te genera una traición o te hace sentir abandonado, ahí podemos generar una reacción negativa y de hostilidad muy grande que podría cortar el vínculo", cuenta el psicólogo, confirmando que, por lo tanto, "el efecto fan dura dependiendo de la capacidad de empatizar". Porque, aunque idolatres a otra persona, no tienes motivo por el que aceptar cualquier cosa que haga o diga.
Una situación que ocasionó este sentimiento generalizado entre fans de un artista fue el protagonizado por Bad Bunny a principios de 2023, cuando el artista, en un arrebato, lanzó al mar el teléfono móvil de una fan que quiso sacarse una foto con él. Muchos seguidores no estuvieron de acuerdo con esta acción, ocasionando todo tipo de comentarios en redes sociales y, en algunos casos, rechazo.
Disminución de la exposición
El fenómeno fan funciona al ritmo de las modas, en muchas ocasiones. Recordemos cuando, allá por 2008, Disney Channel anunciaba el estreno de Camp Rock en las televisiones de todo el mundo, con las caras de los Jonas Brothers cantando Play my music, pero nosotros sin saber nada de ellos y sin mucha información en internet para investigar sus vidas. Apenas sabíamos nada de ellos, pero verlos constantemente en televisión avivaba nuestra necesidad de ser fans de ellos. Les teníamos en carpetas, camisetas, mochilas y llenaron estadios por todo el mundo. Años después, se alejaron de la esfera pública y sus nombres dejaron de sonar por todos lados. Esto ocasionó la disminución de su fandom -aunque no todos se fueron- hasta su vuelta en 2019.
"Tenemos que entender que el fenómeno fan funciona en la exposición y numero de personas. Es decir, cuantas más personas sean seguidores de alguien, más posibilidad existe de que suceda este fenómeno fan, y cuanta menos exposición y menos ruido haya, menos posibilidad de que continúe ese vínculo y esa admiración emocional ante la persona", asegura Solano. Esto explicaría también la subida y bajada repentina de los fans de programas como OT, series como Élite -que en sus inicios hicieron crecer a millones de seguidores sus cuentas de Instagram en apenas unas horas de su estreno mundial- incluso, La isla de las tentaciones.
Seguro que, en algún momento de tu vida, has sido muy, muy fan de una persona, hasta el punto de llegar a conocerla o ir a buscarla a una estación o aeropuerto, y ahora apenas sabes cómo le va la vida. También puede ser que hayas dado todo por tu ídolo y continúes apoyándole con la misma intensidad o nunca te haya nacido ese sentimiento -no pasa nada-. ¿Tienes a alguien en mente?