¿Por qué se busca justificar el éxito de las mujeres? Las artistas que derribaron el mito de triunfar por “ser pareja de”

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Recientemente la diva colombiana Karol G eligió hacer algo más que historia en la última edición de los premios Billboard Women In Music, donde se convirtió en la primera mujer latina en hacerse con el distintivo galardón a Mujer del Año por el éxito de su último trabajo de estudio Mañana Será Bonito (2023).

La intérprete de “Contigo” aprovechó su discurso al recoger el premio entregado por su paisana Sofía Vergara para destacar una cuestión notable relativa al éxito de las artistas femeninas en la industria: su atribución a las figuras masculinas que las rodean.

“Ignoré por completo y sigo ignorando por completo los comentarios de, 'ella se lo debe a este', o 'no hubiera sucedido si no fuera por esta persona' o 'porque grabó con este otro'. ' o 'ella lo hizo porque se lo dio a aquel'. El afán de encontrar justificaciones a los logros y éxitos de una mujer, mmm no. No tienes que demostrarle nada a nadie cuando sabes cuánto te has matado para lograr todo lo que has logrado en la vida”, sentenció la cantante de Medellín.

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En este contexto, Karol puso en el foco de debate un asunto central por el que no solo ella se ha visto afectada (en este caso, por su relación con el trapero puertorriqueño Anuel AA). Se trata de un patrón común que también han sufrido otras artistas dentro y fuera de la industria musical latina. Aquí revisamos de cuál se trata y cómo interviene al desarrollo de su trayectoria y su proyección creativa.

La justificación al éxito: la obligación de agradecérselo a alguien que no sean ellas

“Durante años y años viví muy decepcionada por el hecho de ser mujer. Me encontré en el camino con tantos rechazos y tantas oportunidades perdidas. Por eso me preguntaba por qué no nací hombre para explotar todo este amor, este deseo y pasión que sentía por la música. ¿A dónde habrían ido a parar todas estas ganas que tenía de comerme el mundo si se supusiera que como mujer no podría lograrlo?”, añadía Karol.

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Estas palabras de la artista en el evento de Billboard y su certera crítica a tener que, como figura femenina pública, el hecho de vivir "orbitando" alrededor del éxito de otra figura masculina, han abierto un melón de lo más interesante en lo que respecta a cómo afecta la vida y relaciones de las artistas al desempeño de su trayectoria profesional.

Y es que aunque obviamente tenemos claro que ni Karol ni ninguna otra intérprete tiene que agradecer su talento a nadie, es imposible obviar la destacada cantidad de comentarios y críticas que reciben ella y otras artistas en este sentido.

Esto, como comentábamos no es un patrón que haya afectado exclusivamente a la colombiana, si no que hemos podido verlo a nivel general y en múltiples casos que afectan a otras mujeres en la industria.

Es el caso también de la trap star argentina Nicki Nicole. La joven primero le debía su fama al productor Bizarrap por participar en una de sus primeras sessions, el explosivo formato que se ha convertido en uno de los más rompedores en la escena. Más tarde, Nicki le “tenía que agradecer” su relevancia a su ex-pareja Trueno, el rapero argentino. Y posteriormente, a su última pareja, el icono global de los corridos tumbados, Peso Pluma.

Algo similar ha vivido su paisana Emilia Mernes. La joven intérprete de Nogoyá, cantante, compositora, actriz y modelo (vamos, una verdadera diva multitalented) está vinculada a la industria del espectáculo desde hace casi una década, empezando su carrera musical en la banda uruguaya de cumbia pop Rombai y firmando su primer contrato discográfico con Sony en 2019. Sin embargo, no son pocas las ocasiones que su éxito se atribuye a su relación con la estrella de trap argentino Duki, que inició en 2021.

Pero esto es algo que también le pasó a nuestra Motomami. Y es que en sus inicios, el reconocimiento de Rosalía se atribuyó, después del éxito de “Antes de Morirme”, a la fama de C.Tangana, (como si ella no formara parte de la canción, vamos). Por si fuera poco, después fue J Balvin “el verdadero responsable” de que la joven catalana triunfara también dentro de la música latina.

¿Cómo afecta la etiqueta de “pareja de” a las artistas?

Lo cierto es que desmentir el mito de que estas y otras artistas femeninas han triunfado y se han convertido en iconos de la industria gracias a sus parejas y ex-parejas no es difícil.

En la mayor parte de sus grandes éxitos, como —por poner algún ejemplo concreto— el “Mañana Será Bonito” de Karol, el “Motomami” de Rosalía o el “Alma” de Nicki —todos nominados o ganadores de un Grammy y otras varias certificaciones de éxito—, han tenido poco o nada que ver la intervención de esas figuras masculinas a las que según ciertos sectores de la opinión pública les deben su triunfo.

Pero, ¿cómo interviene este mito recurrente a la trayectoria de las artistas femeninas? Aquí habla una experta, la musicóloga Lorena Jiménez Martínez quien señala que estos prejuicios se llevan reproduciendo desde los tiempos de Clara Schumann, Alma Mahler y Maia Anna Mozart, cuyas búsquedas en Internet siempre van a estar ligadas a personajes masculinos y su relación con ellos.

“Doscientos años más tarde, las búsquedas de las cantantes de mayor éxito son eclipsadas por sus relaciones con hombres, sus escándalos y su vida privada. Rosalía y Rauw Alejandro, Shakira y Piqué, Karol G y Anuel… Si bien es cierto que en muchas ocasiones esas relaciones son apoyadas por fans de ambas figuras, en el momento de sus rupturas se genera una dicotomía de género que atacará cualquier movimiento de las artistas”, revela Jiménez Martínez. “Esto no afecta tan solo a lo extra-musical, sino que en el momento que sea pública la relación de alguna artista con un hombre, normalmente ligado a la industria, lo musical quedará en juicio de valor para enfocarlo directa o indirectamente hacia él. Sus logros de innovación en la música, sus números o su éxito, quedará en un segundo plano, recibiendo preguntas incómodas en entrevistas, comentarios en sus publicaciones o críticas injustificadas. Se buscarán segundos significados en sus canciones, se incriminará el lucrarse a raíz de escribir sobre sus relaciones pasadas, como si el escribir no fuese resultado de una introspección basada en experiencias personales, y se medirá cada movimiento para explicar su posición en las listas”, añade.

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De acuerdo con la musicóloga, la propia industria es también un reflejo de la sociedad, donde la desigualdad de género sigue siendo a día de hoy un tema central. En lo que respecta, además, a la música latina y de habla hispana, Billboard ya certificaba en 2023 que a pesar de ser las grandes protagonistas en el auge de la misma, las artistas femeninas continúan infrarrepresentadas. De acuerdo a los datos de Luminate de 8 países de América Latina sobre los streams de video y audio, es solo el 23% del top 100 de artistas más escuchados son mujeres. Una desigualdad donde también juega un papel determinante su vida privada, su imagen y cómo se expresan.

“Pese a que desde la mercantilización de la música ha sido necesario crear un imaginario alrededor del artista y su vida privada para la venta de sus productos, en el caso de las mujeres es esta segunda propiedad de lo privado lo que hace que se exija un sobre esfuerzo y una demostración constante de que su éxito y carrera traspasan las fronteras de sus relaciones”, concluye la musicóloga.

En definitiva, la dimensión privada de la vida de las artistas femeninas ha resultado ser uno de los factores que evidencian que aún quedan mucho por hacer, tanto en la industria como en la sociedad. Pero si algo está claro, es que los números son los números: nuestras divas gozan de un éxito y reconocimiento que se enfoca precisamente a sus trabajos en solitario, o de los que ellas son las principales intérpretes. Motomamis, Bichotas o "Perras Exclusive" pueden con todo, ¡y con las críticas sin fundamento también!