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Fab Morvan, de Milli Vanilli: “Ahora se celebra el playback, ¿cuál es el problema?”
Hablamos con el superviviente de la banda Milli Vanilli sobre la gestión del mayor escándalo de la industria de la música y de su biopic, ‘Girl You Know It's True’
Han pasado a la historia como uno de los fraudes más escandalosos de la industria musical. El dúo Milli Vanilli se convirtió rápidamente en un auténtico fenómeno de la música pop de finales de los años 80, y tan rápido como subieron en popularidad, cayeron en desgracia. Su fundador, el productor alemán Frank Farian, acabó reconociendo públicamente que Morvan y Pilatus hacían playback y que usaban la voz de otras dos personas.
Guillem Caballé habla con Fab Morvan, el superviviente del dúo, sobre su meteórico ascenso musical, su caída a los infiernos, y el futuro que le espera en la industria con el estreno de Girl You Know It's True, la película que arroja luz sobre todo lo que pasó.
GUILLEM CABALLÉ: ¿Cómo surgió la idea de hacer este biopic, esta película?
FAB MORVAN: El biopic es algo que siempre quise hacer, dije que no a mucha gente hasta que Simon (Verhoeven) inició el proceso. Obtuvimos los derechos y contamos la historia, la historia real, que es por lo que nosotros pasamos. Hay explotación, hay dolor, hay muchas capas en la historia que se ven en la película, tocamos todo y al final lo más importante para mí es lo que la gente siente cuando la ve. Ahora, 35 años después, Milli Vanilli sigue siendo un icono. Pero creo que ahora vamos a cerrar el círculo. Es el fin de una era. Y luego voy a empezar otra era con mi música.
GC: Cuando ves la película parece que no te guardas nada. Está todo: las cosas buenas las malas. ¿Te has guardado algo que no sepamos?
FM: Hay mucho más, no podemos visitar todo en detalle, pero habrá un libro y también podría haber una serie de televisión. En esta película se tocan todas las dinámicas de poder de la historia. Ya sea el racismo, la explotación, la ingenuidad de Rob y Fav, que no sabían cómo la industria de la música puede controlar a las personas. Con el dinero que ganan lo invierten en otros artistas. En Estados Unidos, el sello ganó 250 millones de dólares en dos años. Y luego terminaron invirtiendo ese dinero en tener otras discográficas.
En los años 90 en Estados Unidos, había muchos artistas que podían tener carreras porque el dinero se generaba para el sello Arista. No voy a dar ningún nombre, pero puedes investigar a la discográfica bajo el mandato de Clive Davis.
GC: ¿Quién se hizo rico con Milli Vanilli?
FM: Frank Farian, Clive Davis, Arista... Imagina un pastel que represente al dinero. Se lo comieron muy bien, crearon otros negocios y las migajas que había en el suelo, eso fue para nosotros.
GC: ¿No tomasteis ningún trozo de ese pastel? ¿Ni royalties, ni derechos de imagen?
FM: Nada. ¿Entiendes lo que eso significa? Nada.
GC: ¿Ni siquiera por los conciertos o actuaciones en MTV?
FM: Cuando tocaba en conciertos, por supuesto que recibía mi dinero, pero no los royalties de la compañía discográfica. Firmé un papel y tal vez no era legal. No toqué ningún dinero por eso. ¿Te lo puedes imaginar? Y sigo sonriendo.
GC: Volvamos a la película. Muestras una imagen de Frank Farian, ni del todo mala, ni del todo buena. ¿Era un hombre especial, tiene carácter, ego...?
FM: Frank Farian comenzó en la industria y era lo que se llama un cantante schlager, hacía música alemana muy comercial, sin alma. Pero amaba la música negra.
Hizo un disco donde hacía música negra, lo llevó al sello y el sello dijo: “Eres blanco, no puedes hacer música negra”. Entonces, ¿qué hizo? Un artista siempre encuentra la manera de vivir sus sueños. “Voy a hacer Bonnie M. Voy a tener algunos cantantes, voy a buscar la música, esa música funky, pero voy a cantar”.
Bobby Farrell no cantó una nota. Todas las voces fueron hechas por Frank. Entonces, cuando llegó a Milli Vanilli, hizo lo mismo que con Bonnie M. Verás, fue un genio cuando hacía de productor. Pero en lo que respecta a un ser humano, no voy a juzgar su carácter, pero diría que fue egoísta.
GC: Hablemos de Rob. En la película, el estilo de vida rockero le golpea muy fuerte. Pero en este final de Rob Pilatus, más allá de la adicción a las drogas y al alcohol, parece haber enfermedades mentales como depresión o algo así. ¿Podías haber evitado esta muerte?
FM: Yo fui a rehabilitación con él. Yo también hice el trabajo, porque estuve a punto de caerme también. Pero Rob fue adoptado, no sé qué le pasó en el orfanato, pero creo que pasó una situación oscura. Debido a su historia pasada y la droga que tomaba, de alguna manera lo afectó. Rob se hundió. Yo, en cambio, tuve un sueño: convertirme en cantautor. Entonces me puse a trabajar.
Traté de salvarlo y lo hice lo mejor que pude. Entonces, para responder a tu pregunta, me dijeron: “No puedes, tiene que salvarse a sí mismo”.
GC: ¿Qué crees que pensarán tus hijos cuando vean la película en el futuro? La película real es muy dura a veces.
FM: La cuestión es que la gente se ha vuelto más inteligente, entienden las redes sociales. Saben cómo funciona el negocio.
GC: ¿Nadie canta hoy?
FM: Bueno, esa es otra. Ahora se celebra el playback. Hay influencers en las redes sociales que son famosos porque son muy buenos en el playback. Entonces, cuando la generación joven mira la película, preguntan a sus padres: “¿Cuál es el problema?”.
GC: Te voy a hacer la última pregunta, y es la misma pregunta que te hizo Ángel Casas, que te hizo en la entrevista en 1991. ¿Te han perdonado los fans?
FM: Al contrario de lo que dice la prensa y la narrativa, la mayoría de los fans nunca se enojaron, dijeron que no les importaba, pero yo no lo sabía. No había redes sociales. Así que los fans siempre estaban ahí y hoy me encuentro con gente en la calle que aún me apoya.
GC: Fav Morvan, de Milli Vanillil, gracias por venir.
FM: Gracias a ti.