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It’s Tate McRae, b****! Madrid asiste al nacimiento de la nueva emperatriz del pop
El Palacio de Vistalegre, última parada del Think Later World Tour de la artista
La época gloriosa del pop internationally pasó. Atrás quedan esos maravillosos años en los que Madonna, Rihanna, Britney Spears, Lady Gaga y Katy Perry – por poner algunos ejemplos, eran muchas – convivieron en el mismo espacio-tiempo, dominando el mundo como hitmakers y adoptando el rol de diva hasta sus últimas consecuencias. El presente es más desolador para los millennials nostálgicos como yo que siguen anclados en el pasado y fantasean con otra generación de artistas capaz de formar una nueva corte de popstars. Pero hay esperanza. Hay varias mujeres que aspiran a recuperar el liderazgo de este movimiento y una de ellas está cerca de conseguirlo. ¿Quién? Tate Rosner McRae, más conocida como Tate McRae.
Bendita la hora que escuche greedy y exes y decidí entrar en su perfil de Spotify para bucear por un universo de canciones que empezó siendo pop melódico y evolucionó hasta un álbum, THINK LATER, que la presentaba y acreditaba como la promesa más interesante de la escena global. Popstar no se nace, se hace y Tate McRae se ha tomado muy en serio lo de conseguir una plaza fija en una corte que sigue regentando la gran Madonna. Está ejecutando su plan maestro maravillosamente bien, homenajeando a sus referentes y siguiendo sus pasos hacia lo más alto. Porque después de un hit mundial siempre toca lo que toca: saltar de país en país para hacer que corra la voz de que una nueva popstar ha florecido y está a punto de conquistarlo todo.
El boca a boca, afortunadamente, ha llegado hasta España y la prueba de ello es que el Palacio de Vistalegre de Madrid vivió este martes el nacimiento de la nueva emperatriz del pop (lo de princesa me sabe a poco). Tate McRae trajo su Think Later World Tour con el objetivo de demostrar que tiene eso que solo unas pocas artistas poseen: la capacidad de hechizar a las masas con una voz especial – e impecable – y una performance que provoque emoción y fascinación en el público. Ella consiguió todo eso con poco. Todavía no tiene estatus ni dinero para sacar caballos voladores o plataformas en el aire. Fue con lo mínimo – dos jaulas, cuatro bailarines y unas cuerdas de un ring de boxeo – y lo hizo enorme.
No fue un bolo al uso. Tate McRae cumplió con una mirada honesta y cómplice con su público, se entregó al cien por cien en cada canción, en cada paso de baile – pocas cantan y bailan en directo como ella– y se abrió lo suficiente para reforzar el vínculo con el fan, pero lo justo como para mantener las distancias. Porque eso hace una diva del pop, servir, ser agradecida, pero siempre mantener el misterio.
A ella le falta recorrido, tiene toda la vida por delante, pero este primer cara a cara entre Tate y España fue solo el comienzo de una bonita amistad que irá creciendo a medida que ella vaya escalando posiciones. Porque si algo quedó claro anoche es que Tate McRae no solo vino para quedarse, vino para serlo todo y instaurar una nueva era, la siguiente revolución del pop. Y, por supuesto, aquí estaremos sus gays & girls gritando y aplaudiendo con la misma energía que ese primer concierto en el Palacio de Vistalegre de Madrid que tuvo lugar el 22 de mayo de 2024.
Adriano Moreno
Periodista de LOS40 y escritor. Me gustaría vivir en la película ‘Chicas malas’ y Russell Tovey lleva...