Climabar: "Nos gustaría jubilarnos porque eso significaría que no hay crisis climática"
Belén Hinojar y Carmen Huidobro han venido a '40 Grados K' para hablar de cambio climático, los Premios Ídolo y su repercusión en redes sociales
Belén Hinojar y Carmen Huidobro han cautivado a miles de personas con análisis sobre la actualidad climática. Bajo el nombre de Climabar, las dos jóvenes se han convertido en todo un referente, participando en programas como El Intermedio o hablando en distintos pódcasts sobre cómo reducir nuestra huella de carbono. ¿Lo mejor de todo? Que lo hacen a través de una conversación amistosa, como quien habla con un colega en el bar (de ahí su nombre).
Esta semana, para hablar sobre emisiones, redes sociales y música, las chicas de Climabar han acudido al estudio de LOS40 para hablar con Karin Herreros. Belén y Carmen se han sentado con Karin Herrero en el programa 40 Grados K. ¿Lo mejor de todo? Que son unas invitadas maravillosas que no han tenido problema en ponerse a prueba con Karin.
"Intentamos que la concienciación climática llegue más allá de la burbuja verde. Que está fenómenal todo este activismo, yo he sido esa persona, pero no todo el mundo empatiza. Intentamos llegar a todo el mundo", comenta Carmen Huidobro.
LOS40
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Climabar ha llegado al mainstream con sus mensajes. De hecho, en la última edición de los Premios Ídolo se llevaron el galardón en la Categoría Sostenibilidad. "Todavía estamos asimilándolo", dicen las jóvenes.
Aunque, entre risas, las creadoras de contenido han confesado que el principal premio que quieren en esta vida es jubilarse. "Eso sería que no hay crisis climáticas y podríamos irnos a casa", confiesan entre risas.
Karin ha querido saber si en un hipotético caso en el que el mundo fuese sostenible, cambiarían alguna forma de vida que han adquirido para que el mundo vaya a mejor:
"Todos nuestros hábitos son beneficiosos. Ahora, que soy vegana, no me comería un filete, porque me sienta bien", dice Carmen.
Sobre los Premios Ídolo
Carmen y Belén confiesan que todos los detalles de cómo se confeccionaron sus vestidos para los premios fueron elegidos conscientemente: "La verdad es que sí, pensábamos que iba a tener más repercusión y que alguien nos iba a preguntar, pero nadie lo hizo. Pero, claro, es como nos sentimos cómodas. Fue un poco movida al principio porque pensamos quién cojones nos iba a vestir si no somos nadie. Pensábamos que solo estábamos nominadas y que no íbamos a ganar", empieza diciendo entre risas.
Belén continúa contando que fue gracias a su red de amigas que consiguieron los contactos de los vestidos hechos con material sostenible. Los diseños son de Adorie, un atelier de moda pequeñito, que fabrica en España. Lo mismo con las joyas y el maquillaje. "Mis zapatos eran de Vinted", recuerda Carmen.
"Instagram también tiene muchísima mancha sostenible por los servidores y todas esas movidas. Yo lo siento. Ya lo dijimos, que la única forma de dejar de emitir emisiones es que te mueras, ¡y no tengo intención de morirme!", dice Belén entre risas.
