Hozier se enamora de su público en Madrid: "Sois lo mejor que he escuchado nunca"
El cantautor irlandés dio un concierto en el WiZink Center el 1 de julio, en el que no faltó reivindicación y, por supuesto, mucha música a pleno pulmón
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1 de Julio, Madrid. Hozier pisaba el WiZink Center para enfrentarse a su concierto más grande y más largo en nuestro país hasta la fecha. El cantante irlandés se encuentra en su segunda gira europea con su último disco, para traernos por fin la música de Unreal Unearth. Después de pasar por el ALMA Festival en Barcelona el 30 de junio, Hozier se apoderó de la noche madrileña en su primera vez en el WiZink Center.
Con expectativas de un público que, en palabras suyas, es famoso por su pasión cantando y gritando en conciertos, Hozier enamoró a miles de fans, a la vez que él mismo también caía. Lejos de ser un One-hit wonder con el tema que fue número 1 de la lista de LOS40 en 2015, el cantautor irlandés conquistó la capital, y se reafirmó como una de las voces más potentes del mundo.
La magia de Bely Basarte
Abrió el concierto Bely Basarte, creando la atmosfera perfecta para un concierto que te dejaba las emociones a flor de piel. La cantante estaba muy emocionada por telonear para un artista como Hozier, y el público la acogió con los brazos abiertos, coreando sus canciones y encendiendo las linternas de sus teléfonos en los momentos más emotivos.
Armada con su guitarra acústica y con el apoyo de otro guitarrista, Bely creó un ambiente dulce y cercano. La madrileña cantó canciones como San Pedro, de su segundo álbum El camino que no me llevó a Roma, y Mariposas, de su primer disco Desde Mi Otro Cuarto, calentando motores para lo que quedaba de noche.
Hozier: una experiencia religiosa
La espera entre Basarte y Hozier se amenizó con temas como Video Games de Lana del Rey o Weird Goodbyes de The National con Bon Iver. Además de la aclamada Stick Season de Noah Kahan, que levantó muchos aplausos entre el público. El irlandés conoce bien el gusto de sus fans.
Con una puntualidad impecable, Hozier pisaba el escenario del WiZink Center a las nueve en punto. Entre la oscuridad del escenario, su gran banda, formada por hasta ocho integrantes, fue ocupando sus instrumentos. Y entre ellos destacó una figura muy alta, con el pelo recogido en un moño, colocándose su guitarra acústica. Sus fans reconocieron rápidamente al cantante y entre vítores y aplausos comenzaba De Selby (Part 1).
Gracias a un perfecto equilibrio sonoro y a la dulzura de la canción, se podía apreciar a la perfección el sonido de cada instrumento, la voz de sus coristas y la del propio cantante. Este tema incluía además una parte en irlandés, que en las pantallas apareció con subtítulos en su idioma original y en inglés. Desde el inició, quedó claro su potencial vocal: una voz religiosa, capaz de despertarte por dentro y guiarte en la oscuridad.
Como contraste siguió De Selby (Part 2), con guitarras eléctricas más rompedoras y una fuerte batería. Hozier también tocó Jackie and Wilson y From Eden antes de dar la bienvenida a su público. "¡Hola! ¿Cómo estáis?", saludó el cantante en español. "Sonáis increíble, Madrid. Muchas gracias. Este es el concierto más grande que he hecho en España, y el más grande de esta gira europea", siguió en inglés. Durante todo el espectáculo, Hozier se mostró muy agradecido con su público por esta oportunidad.
"Parece que ya habéis calentado la voz", declaró el irlandés, antes de seguir con To Be Alone, de su primer álbum de 2014 Hozier. "El público español es famoso por su energía y el ruido tan increíble que hacéis. Tenía muchas ganas de venir", explicó. A continuación, jugó con los allí presentes, cantando unas notas para que los fans las corearan de vuelta, como introducción a la actuación.
Sus compañeros de banda aprovechaban siempre que podían para animar al público a dar palmas y seguir el ritmo. Con cambios de guitarra constantes entre canción y canción, Hozier continuó con Dinner & Diatribes, donde sostuvo una gran nota que fue muy aclamada, demostrando su gran habilidad vocal. Prosiguió con Angel of Small Death and the Codeine Scene, un tema de su álbum debut que llevaba sin tocar desde 2023, pero que retomó para Barcelona y Madrid.
"Esta canción se llama Francesca", declaró, causando la euforia del público antes de que empezaran a sonar las primeras notas. Fue el primer adelantó del último disco de Hozier, inspirado por un capítulo de la Divina Comedia, de Dante Alighieri. El público se transformó en un mar de manos de bailaban de un lado a otro. A continuación siguieron las emocionantes Like Real People Do y I, Carrion (Icarian), que levantaron las linternas de los espectadores.
Entre sorbo y sorbo de lo que parecía una infusión (por el termo con un hilo de bolsita de té colgando del que bebía) llegó el momento de Would That I. Es un tema que se ha viralizado este último año en TikTok, y que contiene uno de los estribillos más épicos jamás creados, con un gran protagonismo del coro al que se unía el público. Vivir esto es vivo es simplemente una experiencia religiosa.
El cantante aprovechó una pausa para leer pancartas de la primeras filas. En una leyó "Mi ex me compró la entrada", a lo que respondió con humor que "todos habíamos pasado por eso". Y en otra le preguntaban qué tal están sus abejas. El irlandés tiene varios panales en su casa, y contó que tenía una nueva colmena. Tras pasar un rato pensando un nuevo nombre para estas abejitas, finalmente decidió llamarlas "Madrid".
Otra canción que no deja de crecer es Too Sweet. El tema le ha posicionado como el artista número 32 más escuchado en Spotify, y fue sin duda uno de los momentos de la noche. Con una mezcla de sonidos de palmas y chasquidos comenzó Almost (Sweet Music).
El público reconocía las canciones desde las primeras notas. Eat Your Young demostró su rango vocal, con increíbles armonías y agudos. Y Movement, en la que el cantante aprovechó para soltarse el pelo, fue la canción más mística de la noche, con una melodía hipnotizante.
Y por fin, tras un silencio que adelantó lo que venía, llegó la canción que muchos estaban esperando. Hozier nos entregaba una experiencia religiosa con Take Me To Church, observando a los espectadores de cada rincón del recinto, y sacando una bandera LGBTI al acabar para coronar el pie de micro.
Se acercaba el final del concierto. El cantante se movió al escenario B, situado al final de la pista, para cantar en acústico Cherry Wine y Unknown/Nth. En su camino aprovechó para darle la mano a fans que estaban a ambos lados del camino, todo respetando con creces el espacio personal del cantante. "No es una cosa fácil gastar dinero en un concierto, así que muchas gracias a todos por venir", agradeció el cantante a su público una vez más.
Hozier volvió al escenario principal para dos canciones más. "Escribí esta canción hace unos años, y la escribí con una de mis héroes, Mavis Staples", dijo sobre Nina Cried Power. "La escribimos para recordar nuestro impacto en los que queremos, y en el futuro. Hay cosas que damos por hecho y deberíamos protestar por ellas. Es el mes del orgullo, todos los avances que ha habido en la comunidad LGBTI, los derechos reproductivos, todo, se ha debido a protestas. (...) Y quiero destacar a toda la gente que ha estado protestando por un alto el fuego en Oriente Medio. Porque nadie quiere ver la violencia a la que están sometiendo a la población Palestina", se pronunció Hozier en un potente discurso.
Para acabar, Hozier presentó a toda su banda: Ryan Connors en el órgano, Joy Morales en el teclado, Kellen Wenrich en el violín y la guitarra, Alex Ryan al bajo, Melissa McMillan y Camila en el coro, Rory Doyle a la batería y Larissa Maestro en el violonchelo. Además de todos los miembros de su equipo, dedicando todo el tiempo que hiciera falta a mencionar a cada persona que formaba parte de esa gira.
El cantautor irlandés terminó por todo lo alto con Work Song. "Sois lo mejor que he escuchado nunca", dedicó a su público español. Prometiendo volver en sus próximas giras, Hozier terminó una noche mágica en Madrid. En un encantamiento mutuo con su público, nos regaló a todos una experiencia religiosa que no podemos esperar a repetir.
Sandra Pérez
Redactora de LOS40. Me encanta escribir y hablar...