Especial
Arón Piper, de chico malo a chico vulnerable con su nueva era musical: “Me estoy desmontando un poco y me gusta”
Hablamos de su próximo disco, Dua Lipa, drogas, Ibiza y mucho más
LUIS M. ORTIZ
Si hablamos de Arón Piper, muchos se van a Élite la serie de Netflix que le dio la gran popularidad de la que goza ahora. Pero él venía haciendo cosas desde que era apenas un niño cuando ya le interesaba la música y cuando fue nominado a mejor canción original en los Premios Goya cuando tenía solo 15 años.
Tras el boom de la serie decidió volver a la música que tenía un poco aparcada y se decantó por la escena urbana. Sacó varias canciones e hizo varias giras que no estuvieron exentas de críticas.
Ahora ha dejado todo eso atrás y se enfrenta a una nueva etapa musical tras fichar por la discográfica internacional Capitol Records. Prepara nuevo disco con un sonido completamente nuevo para él que nos ha presentado con Invisibilidad. De eso y muchas otras cosas hemos hablado con él en una charla que nos ha permitido darnos cuenta de que la imagen que proyecta dista mucho de la real.
Aprovechando el título de tu último single: Invisibilidad, ¿cuál dirías que es el momento en el que te has sentido más invisible?
Lo que más me viene a la cabeza es antes de la fama, en los sitios públicos, cuando había más gente alrededor, más gente desconocida. Llevo mucho tiempo sin ser invisible por esa cuestión, invisible físicamente, porque luego la gente tampoco sabe cómo eres tú realmente, ni te conoce. Así que diría que desde antes de la fama hacia atrás.
Si pudieras tener ese super poder, el de la invisibilidad, ¿cómo te gustaría aprovecharlo?
Seguramente sería un poquito voyager, iría a espiar a gente y meterme en casas ajenas a ver cómo vive la gente. Nada concreto, pero me divertiría bastante, la verdad.
¿Te gusta ser visible?
Sin duda tengo una parte que no sé si es el ego, a la que le gusta ser visto y que se le reconozca lo que hace, pero luego soy bastante introvertido y en muchas partes de mi vida me gustaría ser invisible.
El caso es que Invisibilidad no va sobre la fama, sino que va sobre un amor al que cuesta renunciar, ¿de esos has vivido muchos?
No tantos. He tenido a lo largo de mi vida muchos enamoramientos fugaces, pero esta canción habla de la relación más larga que he tenido y más potente. Habla de que cuando un amor no funciona por uno o por otro, ojalá poder usar ese poder parar estar al lado de la otra persona, no molestarla ni interferir en su vida, pero poder estar a su lado.
“Quisiera matarme, mi alma donarte, que de mí ya no quede na'”. Un romanticismo muy del siglo XIX, ¿no?
Sale de querer expresar lo máximo que es, te doy todo.
Tengo dudas existenciales desde que soy muy pequeño, están ahí constantemente.
“Mil pájaros en mi cabeza no me dejan pensar”, ¿es una situación habitual en ti?
Sí, soy un gran pensador y con ese me refiero a que pienso mucho, no a que pienso bien y precisamente por eso, creo que cuantas más vueltas le das a todo, mi psicóloga dice que se llama rumiar, yo rumio mío. Y rumiar mucho tiene que ver con la falta de decisiones. Cuando uno no toma decisiones lo que está haciendo es pensar todo el rato si tomo esta decisión será mejor o si tomo esta decisión será peor y nunca llega uno a decidir algo. De eso hablo un poco.
A día de hoy, ¿qué pájaros andan por tu cabeza?
Miles. Tengo dudas existenciales desde que soy muy pequeño, están ahí constantemente. Soy bastante hipocondríaco y se suma el trabajo, cada vez tengo más volumen de trabajo, por mi culpa que he decidido meterme en la música, en modelar, actuar, negocios y hay distintas especies de pájaros en la cabeza.
¿Y cómo se lidia con eso?
Ojalá supiera, no los tendría entonces. Estoy en ello.
Supongo que, gracias a tu faceta de actor, lo de los videoclips es más sencillo para ti que para otros artistas, ¿cómo te enfrentaste al de esta canción con la modelo brasileña, Juliana Nalú?
Actuar se me da mejor que a otros artistas que solo hacen música. Es un oficio que me encanta y me flipa mezclar las dos y actuar dentro de la música. Juliana Nalú es una muy buena amiga mía. Estuvimos pensando en varias personas y quisimos que actuara un poquito ella y le estoy agradecido porque se tiró a la piscina. Tiene una frasecita en español y eso que ella no lo habla y la química muy bien porque ya la conocía.
¿Y a Harry Perry, el músico callejero de Venice Beach?
Eso mola mucho porque la canción tiene un solo de guitarra al final bastante largo que dura varios segundos y pensando qué podríamos hacer en ese momento y surgió la idea de que fuera un homeless, alguien que viviese en la calle y que estaba tocando ahí y se pone a tocar la guitarra. Yo no lo conocía a este tío, pero los locales de allí le conocían. De hecho, Aiden, el director, creo que es de por allí y pensaron en el tío este y un acierto.
Grabado en Los Ángeles supongo que responde a un objetivo muy internacional de tu carrera, ¿no?
Básicamente parte de ahí la idea de movernos a Los Ángeles y fichar por una discográfica de allí, americana. Estoy muy feliz, pero me he dado cuenta que daba un poco igual si era en Estados Unidos o era aquí, pero creo que he tomado una buena decisión y me están dando una libertad creativa muy grande y lo puedo hacer desde aquí, lo puedo hacer desde allí. Pero sí, la idea principal era hacerlo allí por movernos a un mercado internacional.
Has estado trabajando con Manuel Lara, productor de Grasa de Nathy Peluso o Sayonara de Álvaro Díaz, ¿qué te ha aportado?
Suele hacer bastante pop, ha trabajado también con David Bisbal, pero también con Kali Uchis, es muy polifacético y muy buen músico. Me ha abierto los ojos y me ha ayudado a descubrir ese sonido bien rápido. Es una máquina, llego al estudio y me encantaría hacer un tema como este, sin copiarlo, porque me encanta y se pone rápido y mientras lo va grabando lo va premezclando, es una máquina y le estoy muy agradecido.
¿Qué referencias has tomado para este nuevo sonido?
Todo lo que me gusta y descubriendo cosas nuevas. Un gran referente es Kid Bloom. Hay referencias como Tame Impala, sonidos de Daft Punk. Hay muchas.
Presentas el single en París, ¿se puede ser más cool?
Lo presento en París en Fête de la Musique mientras es Fashion Week. Me acuerdo que ese día canté, me fui a un desfile después y luego hicimos una cena, pero estuvo muy bien. Es la primera vez que presentaba toda la banda y que enseñaba canciones nuevas que no han salido. Es difícil bailar y disfrutar con música que no has escuchado nunca, aunque te guste, y tuvo muy buen feedback. Fue un concierto en la calle, sin cobrar en la calle ni nada, me lo pasé muy bien. Lo anunciamos el día anterior y quien viniese. Me gustó mucho el concepto y el formato.
Estabas en París por la Semana de la Moda, un sector que te ha acogido con los brazos abiertos, ¿cómo has asimilado todo este interés de las firmas por ti?
Se ha dado un poco así. Me invitaron a ir a una Fashion Week hace años y me he ido metiendo sin yo querer buscar mucho ni nada. No me considero una persona culta respecto a la moda ni me interesa demasiado la historia. Me da curiosidad y cuando conozco datos nuevos me gusta, pero, sobre todo, me gusta la ropa y todas las formas de expresión y esta me parece una más. La ropa cuenta mucho de cada uno, el cómo la llevas, qué llevas, es como la primera carta de presentación de una persona.
¿Cómo se asimila que tanta gente se sienta atraída por ti?
En ese sentido no sé si disocio un poquito lo que es mi imagen, lo que puede ser en redes y lo que soy yo. No sé si me estoy explicando.
Con este nuevo sonido y esta nueva música, me estoy desmontando un poco y me gusta que se vea el Arón más vulnerable.
De hecho, es que hay mucho contraste entre la imagen que proyectas y cómo eres en distancias cortas.
Mucha gente me lo dice, nos ha pasado ahora en Ibiza. Mucha gente me decía, me caías fatal antes de conocerte, pero nace de ahí, es una parte que tengo mía, pero ha sido una protección todos estos años y lo sigue siendo. Con este nuevo sonido y esta nueva música, me estoy desmontando un poco y me gusta que se vea el Arón más vulnerable.
La moda, la interpretación, la música si algo te han dado es la posibilidad de viajar mucho, luego, ¿te quedan ganas de viajar por gusto?
Sí, viajar me encanta y de hecho tengo muchas ganas de viajar por mí y hacerme un viaje solo de mochilero por ahí, tengo muchas ganas. Como te decía antes y me repite mucho mi psicóloga, hay que diferenciar entre trabajo y placer. Y aunque el trabajo sea en las Maldivas, a 40 grados y con bañador, sigue siendo trabajo y eso hay que saber separarlo bien porque si no, luego, la cabeza cuando te vas de viaje por ocio o por placer, no sabe bien si estás. Viajar es una de las mejores cosas que me ha dado esta profesión, es algo increíble conocer otras culturas y salir de tu burbuja y tu zona de confort y me parece algo necesario para todo el mundo.
¿Todavía hay quien te llama Ander por Élite?
Sí, sí hay gente.
Por cierto, que en Élite Danna Paola que para su carrera musical se ha quitado el Paola igual que tú te quitaste el Piper, ¿una manera de separar los dos sectores?
Lo mismo ha sido desde el principio, nunca he sido Arón Piper de la música y viene de no encontrar un nombre artístico y decir, vale, me pongo Aron y para separarlo un poco del de actor.
Me alegro de haber empezado muy temprano con esos temas porque he salido y estoy saliendo antes, que uno nunca sabe si puede volver a caer en un pozo así, pero lo veo muy lejano el volver a reengancharme a sustancias o entrar en un lugar tan oscuro.
Parece que todo empezó en ese momento, con Élite, pero tu relación con la música venía de mucho antes. ¿Cómo con 12 años ya hacías tus pinitos en este campo?
Yo solo escribiendo y escribiendo y en los institutos en los que he estado siempre había chavales que hacían música y les interesaba el camino del rap y siempre había alguno que tenía un estudio en su casa casero. Estudio es un portátil y un micro. Desde pequeño siempre ha sido por mi cuenta, nunca lo he sacado. Bueno, tengo algún proyecto sacado de más niño, pero casi todo me lo he guardado porque lo hacía por puro amor al arte.
Luego llegó una adolescencia complicada con drogas por medio y problemas de salud mental. Ahora artistas como Maximiliano Calvo o Young Beef han hablado de sus recientes pasos por centros de rehabilitación, ¿tú llegaste a esos extremos?
Esa es la cosa. Yo estoy muy agradecido de haberme dado cuenta a una edad temprana porque ni Maximiliano ni Young Beef tienen la edad que yo tenía en aquel entonces. Yo tuve una catarsis muy fuerte como a los 18 y de eso me alegro mucho. Me alegro de haber empezado muy temprano con esos temas porque he salido y estoy saliendo antes, que uno nunca sabe si puede volver a caer en un pozo así, pero lo veo muy lejano el volver a reengancharme a sustancias o entrar en un lugar tan oscuro.
Mira que te mueves en un mundo de muchas tentaciones.
Las hay, sí. Pero irían por otro lado, creo que no irían por ese lado tan autodestructivo, eso ya no va conmigo, en absoluto.
Y si hablamos de tentaciones, Ibiza está llena, pero aun así te has ido allí a un estudio a grabar, ¿no?
Este álbum no lo he grabado en Ibiza, pero he estado allí haciendo una sesión que no tiene que ver con el disco. Este álbum ha sido entre México, Madrid y Los Ángeles.
Entonces, ¿qué has hecho en Ibiza?
Salir de fiesta, jajajaja, no, es broma. Tuve una sesión con una muy buena amiga mía que es DJ, talentosísima y tuve una sesión con ella.
No sé qué tipo de relación sigues manteniendo con Dua Lipa, pero, ahora que haces un pop más bailable, ¿le has pedido consejo en ese terreno que tiene tan dominado?
Yo nunca podría hacer lo que hace ella. Ni podría ni quiero, lo digo por el nivel de curro que debe ser tener cientos y cientos de bailarines, preparar todo ese tipo de shows que prepara. Ella es primer nivel de artista y grandeza. Eso te diré.
Ahora realmente no tengo ningún tipo de miedo porque funcione o no funcione la música que estoy haciendo, yo estoy orgullosísimo, es música de calidad y es como que ese miedo se ha ido.
Cuando Élite explota, llega el momento de recuperar lo de la música, ¿se cumplieron expectativas?
Saqué la música después de Élite, más que nada porque si en algún momento quiero sacar mi música, hacerla pública y que la gente me conozca también por la música tiene que ser ahora porque si no, como que se me iba haciendo tarde y el síndrome del impostor iba a ser mayor. Pero fui al que es mi actual manager, Edgar Kerri, que no era manager ni nada y le dije que quería hacer música y que si me acompañaba en este camino. Lo quiero hacer muy por la sombra, como hobbie. Quería hacerlo como algo muy mío. Hacerlo público, pero nada grande, me imagino que por miedo. Pero todo se ha ido dando y evolucionando hacia donde estoy ahora, y ahora realmente no tengo ningún tipo de miedo porque funcione o no funcione la música que estoy haciendo, yo estoy orgullosísimo, es música de calidad y es como que ese miedo se ha ido. Pero he tardado en encontrar qué es lo que quiero hacer.
Te gusta el boxeo, no sé si sigues practicando, pero ¿pasarás por La Veladaa ti que te gustan los combates y la música?
He de decir que estoy muy fuera de todo lo que es el mundo streamers, twitch y todo esto. Sé realmente muy poco, pero me parece que es de reconocer lo que está logrando esta gente como Ibai y la cantidad de gente a la que llegan y los eventos que organiza. El boxeo me gusta, pero habré hecho tres meses como mucho, no he hecho más. con esta vida que llevamos es difícil llevar una rutina, pero he estado en algunos combates de boxeo y me encanta.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...