Especial
La Justicia europea prohibe la caza del lobo
Sólo podrá haber excepciones cuando el estado de conservación de la especie sea favorable.
El lobo (Canis lupus) es uno de los símbolos por antonomasia de la biodiversidad europea, y muy especialmente en la Península Ibérica. Una especie a la que acompaña un sinfín de leyendas negras, generalmente bandas en mitos que se pierden en la noche de los tiempos. Para muchos ganaderos, su presencia sigue siendo un serio problema que pone en peligro a sus rebaños. Para los ecologistas, se trata de un animal a cuidar en aras de mantener el equilibrio natural que el ser humano ha ido destruyendo a lo largo de los siglos.
Desde hoy, el lobo está un poco más protegido de una de sus principales amenazas: la caza. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) acaba de avalar la prohibición de la caza del lobo sin excepciones. Estas sólo podrán producirse en caso de que el estado de conservación de la especie sea favorable, algo muy lejos de la situación actual.
Austria concedió un permiso para sacrificar a un lobo que supuestamente había acabado con la vida de 20 corderos
La sentencia se produce a propósito de un caso ocurrido en la región del Tirol, Austria. Allí, el Gobierno del Estado concedió un permiso para sacrificar a un lobo que supuestamente había acabado con la vida de 20 corderos. Según la nota emitida por el Tribunal, si esta especie está protegida y su caza está vetada "solo puede concederse una excepción a esta prohibición con el fin de evitar daños económicos si la población de lobos se encuentra en un estado de conservación favorable, lo que no ocurre en Austria". La decisión del Tribunal sigue la línea de sentencias anteriores, como la que se produjo en 2019 y que afectaba a Finlandia, donde también se había autorizado la caza de varios ejemplares tras producirse una serie de ataques a perros de caza.
En el punto de mira
Se calcula que existen unos 20.000 ejemplares de lobo en toda la Unión Europea, un territorio vinculado por el Convenio de Berna, que protege de forma estricta a los lobos. A finales del pasado año la Comisión Europea propuso rebajar la protección de la especie, a pesar de que en 2022 la mayoría de los Veintisiete se había opuesto. Tras esa propuesta están los grupos que han puesto al lobo en el punto de mira, una postura muy extendida entre los partidos de ultraderecha.
En España, y a pesar de que ha crecido de manera importante a lo largo de los últimos años –en torno a un 26% desde 2014– la situación de la especie sigue siendo delicada, y está muy lejos la condición de conservación favorable de la que habla la justicia europea. Se estima que existen alrededor de unos 3.000 ejemplares, distribuidos principalmente por Galicia, Asturias y Castilla y León.
No siempre fue así. Se sabe que a mediados del siglo XIX había lobos en el 65% del territorio peninsular, tal y como recogió el diccionario geográfico editado por Pascual Madoz, publicado en 1907. Desde Andalucía a Cataluña. Desde Extremadura o Valencia. España era tierra de lobos. Sin embargo, el sector ganadero le declaró la guerra, apoyado por los cazadores. En 1980 la especie alcanzó su mínimo histórico, y saltaron todas las alarmas entre los conservacionistas. Hoy, la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea es un nuevo motivo de alegría para quienes defienden el derecho de los lobos a existir y consideran que debemos aprender a convivir con ellos.