El misterioso robo a Led Zeppelin: Un desconocido vació su caja fuerte y solo dejo cinco pasaportes

"Jimmy y yo nos reímos del tema", confesó Robert Plant

Led Zeppelin / Hulton Archive

El 29 de Julio 1973 Led Zeppelin actuó en el Madison Square Garden de Nueva York. Era el último concierto de su tour por Norteamérica. Poco antes, un ladrón (o varios) se las había ingeniado para robarles en torno a 200.000 dólares de la caja fuerte del hotel en el que se alojaban. Según la prensa, era “el mayor robo de dinero en metálico ocurrido en un hotel en la ciudad de Nueva York". Tras casi un año de investigación exhaustiva por parte de la policía y del FBI, el caso se cerró sin resolver. No encontraron al culpable y la banda británica nunca recuperó el dinero. Tampoco les importó. Para ellos, solo era calderilla.

En los años 70, Led Zeppelin era uno de los grandes grupos de rock de la historia. Para muchos, el mejor. Muchas cosas habían cambiado para el cuarteto. Desde su imagen – utilizaban un vestuario más elaborado y extravagante, con Page luciendo brillantes trajes de lunas y estrellas - a sus shows - láser, bolas de espejo, luces profesionales - pasando por su medio de transporte. Por primera vez, empezaron a viajar en su jet privado, un Boeing 720 alquilado, bautizado como ‘The Starship’. Ocupaban plantas enteras de los hoteles. Sus reiteradas conductas desenfrenadas también se hicieron famosas. En 1973, su cuarto álbum 'Houses of holy' había liderado las listas de todo el mundo. Y en 1973, sus conciertos en Estados Unidos batían récords de público como ocurrió con los tres que ofrecieron en Madison Square Garden de Nueva York los días 27, 28 y 29 de Julio. Eran los últimos de su tour por Norteamérica y se grabarían para su posterior publicación en una película, ‘The Song Remains the Same’.

Robert Plant, Jimmy Page, John Paul Jones y John Bonham llegaron a Nueva York la mañana del Jueves 24 de Julio de 1973. Habían viajado a bordo de su ‘nave espacial’ privada, que aterrizó en el  Aeropuerto Newark.  Se instalaron en el Hotel Drake, en Park Avenue, el alojamiento favorito de bandas británicas como The Who. Ocuparon varias suites de la planta decimoséptima. Contrataron la caja fuerte 51 para tener a buen recaudo su dinero y para guardar sus pasaportes y tarjetas de crédito. Las cajas estaban en la pared tras el mostrador de recepción.

El 29 de Julio, antes del tercer y último concierto en el MSG, alguien se las ingenió para desvalijar la caja fuerte. El road manager del grupo, Richard Cole, había depositado el dinero recaudado en los conciertos del viernes 27 y el sábado 28 de Julio, en fajos de billetes de 100 dólares. El domingo, a la 1:20 a.m., retiró 1.200 dólares para pagar algunos gastos de la banda. Horas después, a las 7:30 p.m., justo antes de que el grupo ofreciera su último show en Nueva York, Mr. Cole descubrió que el dinero había desaparecido. Aproximadamente 200.000 dólares en metálico.

Por tanto, el caco había perpetrado el robo entre la 1:20 a.m. y las 7,30 p.m del domingo, 29 de Julio de 1973. Solo dejó cinco pasaportes. Mientras el Hotel Drake se transformaba en una gran escena del crimen, con la policía de Nueva York y el FBI llevando a cabo sus primeras pesquisas, Led Zeppelin tocaba en el abarrotado Garden. El principal sospechoso entonces fue Richard Cole, el único que tenía la llave de la caja, que no había sido forzada. “Fue interrogado y le tomaron las huellas dactilares. Le sometieron a un detector de mentiras”, escribe Bob Spitz en ‘Led Zeppelin: The Biography’. “Siguió siendo el principal sospechoso, al igual que el botones”. Según The Post, era “el mayor robo de dinero en metálico ocurrido en un hotel en la ciudad de Nueva York”.

Las leyendas del rock "no parecían demasiado afectadas con el robo. Una pérdida de 200.000 dólares era calderilla para Led Zeppelin”, explicaba Spitz en su biografía.  "Jimmy y yo nos reímos del tema", confesó Robert Plant. El vocalista pensaba que “de alguna manera, el robo tenía sentido”. Además, según el biógrafo, “La banda estaba hecha polvo. Vivían un estado de confusión”.  Page lo admitía en el libro: “Yo estaba total y completamente colgado”. El robo intensificó el caos ya existente en el seno del grupo. Se sumó al agotamiento por los viajes interminables de su vertiginosa agenda, al consumo de drogas, a los tira y afloja, a los rumores… todo se estaba convirtiendo en demasiado difícil de manejar.

La banda permaneció recluida en sus habitaciones de la planta 17. Pero, después de dos meses ofreciendo 34 conciertos en 30 ciudades norteamericanas, tras un tour que había batido récords de público (algunas veces superando a The Beatles), el cuarto inglés,  a pesar del robo, decidió seguir con sus planes: volver a casa. La policía se quedó descontenta. Hubiera preferido interrogar al grupo más profundamente.

Más de 50 años después del delito, el periodista James Cook descubrió un expediente de 27 páginas del Departamento de Policía de Nueva York con detalles del robo. Se publicó en exclusiva en LedZepNews. La policía había centrado la investigación en dos empleados del hotel y había trabajado coordinadamente con el FBI. A pesar de la exhaustiva investigación, no encontraron pruebas concluyentes y cerraron el caso en Mayo de 1974.  Los ficheros no aportaron luz, pero sí reavivaron el debate. ¿Quién estuvo detrás del robo?. A día de hoy sigue siendo uno de los grandes misterios en la carrera de Led Zeppelin.

Alicia Sánchez

Periodista en busca de historias chulas del pop...