'Pretty Woman': 34 años después, Richard Gere todavía todavía tiene secretos que compartir de una de las escenas más míticas
El actor deja clara qué tipo de química tenía con Julia Roberts
Si viniera un alienígena y te preguntara qué es una comedia romántica, ¿sabrías cómo explicárselo? Seguro que más de uno le pondría Pretty Woman para que lo entendiese. Sin duda, uno de los referentes del género y uno de los más rentables. Raro es el año que no la vemos por lo menos una vez en televisión, de hecho, es la que comedia que más veces se ha emitido en pantalla y la que más ha recaudado en relación coste ganancia.
Y es que esa historia de una prostituta (Julia Roberts) que vive el sueño de que un hombre educado, millonario y guapo (Richard Gere) se enamore de ella, ha enganchada a lo largo de estas décadas a más de uno desde que se convirtió en todo un éxito en los años 90.
Para muchos encarnaban la pareja perfecta, la que representaba el ideal de romanticismo y química entre un hombre y una mujer que dejaba sobre la mesa la esperanza de que cualquier amor es posible.
En el Festival de Venecia
Así lo ha recordado él en el Festival de Cine de Venecia al que ha acudido para dar una masterclass organizada por Cartier en la que ha repasado algunos de sus películas de mayor éxito, entre ellas, como no podía ser de otra manera, Pretty Woman.
Le han puesto en la pantalla la escena en la que Edward Lewis toca el piano en el salón de baile del Beverly Wilshire en plena noche cuando entra Vivian Ward vestida con un albornoz y acaba pidiendo a todos que se vayan para poder besarla en la intimidad.
"No había química. Este actor y esta actriz obviamente no había química entre ellos... No había visto esto en mucho tiempo", admitía el actor entre risas al volver a ver las imágenes, “fue una escena muy, muy sexy”.
De hecho, reconoce que esa escena la grabó estando de mal humor porque quería darle a su personaje una complejidad que el guion no recogía porque, según él, estaba "criminalmente mal escrito. Era básicamente un traje y un buen corte de pelo".
La sorpresa llegaba cuando reconocía que esta escena tan mítica, en realidad, no formaba parte del guion: "Esto nunca estuvo en el guion. No sabíamos cómo la utilizaríamos después, pero acabó siendo esencial para la película. La idea de la escena surgió después de que el director me pidiera que imaginara lo que haría mi personaje durante su estancia en el hotel. Así que básicamente improvisamos esta escena y empecé a tocar algo taciturno, que era la vida interior de este personaje", recordaba Gere.
"El personaje de Vivian era capaz de verle de una forma completamente distinta. Había un anhelo misterioso y quizá una cualidad dañada en este tipo que ella no conocía".
Está claro que por muchas veces que la hayamos visto, todavía podemos seguir descubriendo cosas de esta historia.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento....