María Escarmiento pasa un día navegando con Lethal Crysis: “Nunca me sentí cómoda en las dinámicas de la industria musical”

The Journey es el podcast del youtuber Lethal Crysis impulsado por la marca de ropa sostenible para viajes, Tropicfeel, que en asociación con Copa América de Vela ha podido navegar a bordo de un velero con distintos invitados para hablar del poder transformador del viaje.

La última en subirse a bordo ha sido María Escarmiento a la que muchos conocieron en su paso por Operación Triunfo 2018. Y de eso y de lo que hubo antes y después de su paso por la Academia han hablado en un agradable recorrido que ha dado mucho de sí.

“Yo siempre he querido ser cantante. Se lo decía a todo el mundo. Aunque estudié y probé diferentes carreras, yo siempre cantaba”, aseguraba María sobre una pasión que siempre ha tenido clara. Su madre era cineasta y su padre funcionario y en su casa siempre hubo mucho arte a su alrededor y eso les gustaba a sus padres hasta que decidió dejar la carrera. "Es la única pelea que he tenido con mis padres", aseguraba.

Empezó a estudiar la carrera de Lenguas modernas, cultura y comunicación. Era la primera promoción de estos estudios y eso le permitió ir a estudiar a Estados Unidos con una beca. Estuvo en una de esas universidades de película y le gustó mucho vivir allí. “Les planteé a mis padres ir a Nueva York a estudiar la carrera de música. Tras los estudios, me quedé un año viviendo allí, tenía una banda y era fácil conseguir bolos, pero luego la logística de la ciudad se me hizo bola”, relataba.

Y es que Nueva York es una ciudad complicada para vivir: “Yo quería irme a tomarme un pincho de tortilla y una caña y que no me costara 50 dólares”. Así que terminó regresando a nuestro país. Fue entonces cuando le llegó la oportunidad del talent show.

La llegada a la tele y la industria

“La tele es una cosa arrolladora. Te conoce muchísima gente a un nivel loco. Entré a OT con 26 años, a mí me parecía joven, pero a ellos no les parecía lo mismo porque allí hay gente de 18 años. Yo ahora tengo 32 y es cuando siento que estoy empezando mi carrera en la manera que yo quiero, haciendo la música que a mí me gusta”, explicaba sobre lo que supuso para ella esa experiencia.

Se vio envuelta en la marabunta que supone pasar por un programa de estas dimensiones tan ligada a la industria musical en la que no terminó de encajar. “Yo nunca me sentí cómoda en las dinámicas de la multinacional, de la industria musical. Por eso mi camino fue distinto, porque no estaba abierta a hacer ciertas cosas que a mí no me funcionan bien”, admitía.

Pero que nadie se piense que eso le hizo tirar la toalla. Como ella mismo explicó, ahora siente que de verdad empieza su carrera a la que ve un futuro largo: “Cuando piensas en las canciones, la última que acabas de hacer crees que es la mejor, la que se va a pegar. Es un trabajo que nunca se acaba. A mí me apetece seguir haciendo discos, lo veo como una carrera de fondo”.

De hecho, puestos a soñar, tiene claro uno de sus objetivos, no duda en afirmar que le gustaría “hacer un Wizink Center. Eso sería increíble”.

Pero antes, quizás se pase por el Cañón del Colorado, uno de los destinos que asegura que no le gustaría pasar por alto. De momento la hemos podido ver navegando, relajada y compartiendo la nostalgia que supone mirar al pasado.

Una charla relajada que nos ha servido para conocer un poco mejor a María.