El 11-S, la guerra de Irak y la muerte de un padre: 'American idiot', el disco que resucitó a Green Day, cumple veinte años
El trío recuperó su estatus con esta abrumadora ópera punk rock
En 2004, antes de que pusieran en circulación American idiot, Green Day era, para muchos, un grupo acabado. Había vivido su momento de gloria diez años antes con Dookie, disco imprescindible en el revival punk-rock que marcó la mitad de los noventa, pasado al furor del grunge, y que emparentó al trío con bandas coetáneas igual de rabiosas como The Offspring o Blink-182. Casi nadie esperaba que una década después de aquel hervor punk, Green Day no solo volvieran por sus fueros, sino que se superaran.
Más descolocado se quedó el personal cuando, en vísperas de su lanzamiento, Billie Joe Armstrong (voz y guitarra), Mike Dirnt (bajista) y Tré Cool (batería) tildaran American idiot de “ópera punk rock”. ¿Un movimiento desesperado para recuperar la atención después del fracaso comercial de su anterior trabajo, Warning, de 2000? No; en realidad, era un borrón y cuenta nueva, con un disco conceptual que contaba la historia de un personaje llamado Jesus of Suburbia, un adolescente perdido en la convulsión social de aquellos días marcados por los atentados del 11-S y la guerra de Irak.
A veces las cosas malas pasan por algo. Green Day no tenía en su agenda publicar un disco de estas características. De hecho, habían grabado ya la continuación de Warning (un poco más de lo mismo) cuando les robaron el máster. Decidieron empezar de cero y hacer algo distinto, con un enfoque más social y político.
Recuerdo que poco antes de que American idiot se pusiera a la venta, un compañero de LOS40 que había escuchado el álbum en primicia me dijo: “No te lo vas a creer, pero es un discazo”. Pensé que exageraba: Dookie era el discazo; ¿qué más podía aportar Green Day a la música cuando su fórmula de guitarrazos de tres acordes parecía agotada? Pues el compañero tenía razón: la banda californiana se reveló comprometida socialmente y aportó a su sonido un aire más maduro; habían crecido, como sus fans, que ya no eran adolescentes que encontraban alivio a su inconformismo solo a través del ruido.
Un recuerdo doloroso de la infancia
American idiot salió precedido del single de igual título, un tema vigoroso y espídico que recordaba los mejores días de Green Day. Hablaba de cómo los medios idiotizan a la gente. Boulevard of broken dreams, siguiente sencillo, causó mayor sorpresa: el grupo bajaba de revoluciones y presentaba una letra sombría, en la que el personaje mostraba su frustración. Pero el gran golpe de efecto llegó con Wake me up when september ends, una canción de casi cinco minutos (Green Day se había caracterizado por sus enérgicas diatribas de poco más de dos minutos) cuyo vídeo contaba la amarga historia de una joven pareja que se separa cuando él es reclutado para la guerra de Irak.
Green Day - Wake Me Up When September Ends [Official Music Video]
La letra, sin embargo, estaba inspirada en los sentimientos de Armstrong tras la pérdida de su padre en septiembre 1982, cuando el cantante tenía 10 años. Tras el funeral, el chico corrió a encerrarse en su habitación, y cuando su madre comenzó a aporrear la puerta para que saliera, exclamó entre sollozos: “¡Despiértame cuando termine septiembre!”.
American idiot tuvo una acogida sensacional. Llegó al número uno de ventas en Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Canadá y otros muchos países. Ganó dos premios Grammy, en dos años distintos: en 2005, al Mejor Álbum, y en 2006, a la Mejor Grabación por Boulevard of broken dreams. La gira fue una locura: en Europa, 175.000 entradas se vendieron en menos de una hora. American idiot resucitó a Green Day.
El álbum se reedita ahora en un formato especial conmemorativo. Este 2024, Armstrong declaró a Billboard: “Ese disco cambió todo para mí. Realmente me hizo sentir que podía extender mis alas. Me demostró que si tienes las agallas para hacerlo, puedes hacerlo realidad. Cuando tienes el presentimiento de que es hora de hacer una gran declaración musical y eso es reconocido, es la mejor sensación que jamás hayas experimentado”.
Miguel Ángel Bargueño
Es periodista y escritor: ha publicado varios...