Especial
La historia del vagabundo que encontró en la basura una cabeza de cera de Paul McCartney y la usó de almohada
El 22 de Octubre de 2008, el vagabundo Anthony Silva reclamó su recompensa de 2000 libras por devolver la cabeza de Paul
Esta es una historia peculiar. Tiene todos los ingredientes de una comedia disparatada. Un empresario olvida bajo el asiento del vagón de tren en el que viaja, la cabeza de cera de Paul McCartney. Cuando se da cuenta, entra en pánico. Pretendía subastar la pieza y conseguir hasta 10000 libras. El fin del relato es sorprendente. Un ‘sintecho’ encontró la cabeza en la basura. Pensó que era una máscara de Halloween y la utilizó como almohada.
El relato empieza en el museo de cera de Louis Tussauds (biznieto de Marie, la fundadora del museo de cera más famoso del mundo) situado en Great Yarmouth, una ciudad turística de Norfolk, este de Inglaterra. Tal y como publicaba The Guardian, esta galería había conseguido el estatus de culto entre sus miles de visitantes porque ¡ninguno de sus modelos se parecía a los artistas a los que supuestamente representaban!. Finalmente, sus propietarios, Jane y Peter Hayes, cerraron su atracción en 2013, después de más de 50 años. Pues bien, uno de los artículos expuestos en el considerado el ‘peor museo de cera del mundo’ era una cabeza de Paul McCartney de los años 60.
El jueves, 16 de Octubre de 2008, el empresario Joby Carter, de la familia Carters Steam Fair, salió de su estudio en Londres y tomó un tren en Ealing Broadway. No iba ‘solo’. Entró en el vagón sosteniendo una caja que metió debajo de su asiento. Dentro de la caja estaba la cabeza de cera de Paul McCartney, la que se había expuesto en el museo de Louis Tussauds, la que se iba a subastar ese domingo, junto a otros objetos de memorabilia. El objetivo era conseguir entre 5000 y 10000 libras. El caso es que, cuando bajó del tren en la estación de Maidenhead (condado de Berkshire), por lo que sea, se le olvidó coger la cabeza de Macca. Una pieza que, por cierto, no se parecía en nada a la elaborada para el Museo de Madame Tussauds en 1964 junto a las de los otros Fab Four. Recordamos que The Beatles fue el primer grupo pop inmortalizado en la que es una de las principales atracciones turísticas londinenses.
Cuando Joby se dio cuenta de su olvido, entró en pánico. Intentó desesperadamente recuperar el preciado objeto y ofreció una recompensa de 2000 libras. Difundió la noticia de la pérdida en todos los medios británicos. Era un tema jugoso. NME, por ejemplo, publicaba este titular: “La cabeza de cera de Sir Paul McCartney olvidada en un tren”. Mr. Carter declaró en BBC News: “Esta es la primera subasta que he organizado, así que os podéis imaginar lo que siento. Puede que me cueste 2000 libras, pero si la recupero, salvaré el pellejo”. Y añadía: “Lo extraño del caso es que desde la petición que hice para encontrar la cabeza, hemos recibido más pujas y está garantizado que el precio de venta va a seguir subiendo. Incluso han mostrado interés desde Japón y América. Pero, claro, hasta que no se encuentre, todo es inútil”.
Durante unos días recibieron muchas llamadas falsas de gente que aseguraba haber visto la cabeza. "Puede que alguien la haya cogido y la haya tirado sin darse cuente de lo que era. O quizá, alguien esté intentando venderla", declaraba el despistado Carter.
Sin embargo, entre tanta llamada ‘fake’… apareció la un vagabundo de 41 años llamado Anthony Silva, quien había encontrado el objeto perdido en los contendedores de basura, en la estación de Reading, donde dormía. Silva declaró en Daily Star que había “encontrado a un greñudo que le miraba fijamente”. Inicialmente, lo confundió con una máscara de Halloween y la estuvo utilizando de almohada durante cuatro noches. Cuando leyó la historia en el periódico, se dio cuenta de que había estado durmiendo sobre una buena suma de dinero. Enseguida cogió un tren hacia Abbey Road. Desde allí llamó a Mr Carter y le envió un email adjuntando una fotografía suya con su hallazgo. Tal y como publicaba el Mirror, el buen hombre declaró "es la cosa más extraña que me ha ocurrido jamás".
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La cabeza de Paul estaba a punto de terminar su periplo. Mr Carter concertó una cita con el hombre ‘sintecho’ en Surrey y lo anunció en la BBC: “Hemos recibido una llamada de los estudios de Abbey Road de un hombre asegurando que tiene la cabeza. Mi asistente le pidió que enviara una fotografía y hete ahí que ahí está sosteniendo la cabeza”. La autenticidad fue confirmada y Silva recibió su cheque con la recompensa: "Es justo lo que necesito y espero que mi suerte haya cambiado para mejor”, dijo en el Daily Star
El ‘Mágico y Misterioso Tour’ de la cabeza de cera de Paul McCartney olvidada en un tren, acabó en la ciudad de los rascacielos. Carter tenía muchas expectativas en la subasta: “Con el interés que ha despertado el incidente, confiamos en que se venda por más de 10000 libras”, confesaba en Daily Star. El 26 de Octubre de 2008, la pieza de cera acabó en manos de un coleccionista privado de Nueva York. Pagó por ella 5500 libras. Joby reconoció: "No se vendió por lo que esperaba, pero es un buen precio. Creo que si el clima económico fuera mejor hubiera conseguido más dinero". El que no se conforma es porque no quiere.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop