Especial
La peor noche de Halloween de David Bowie: Los abucheos y las colillas encendidas le sobrepasaron
Esa noche, Angie explotó y le dijo a su novio: “No lo soporto más. Esto tiene que terminar’
A sus 22 años, David Bowie necesitaba fama y dinero. Por eso aceptó hacer dos conciertos en dos ciudades diferentes en una misma noche. La del 31 de Octubre de 1969. Hacía frío y llovía, pero le habían prometido 120 libras en metálico por su trabajo. Le acompañaba su novia, Angie Barnett. El joven músico londinense arrancó su actuación de Halloween con su recién estrenada ‘Space Oddity’. Después, sentado en un taburete, se puso a leer poemas. Le abuchearon, le lanzaron colillas encendidas… le echaron del escenario. Pocas horas después, con “mirada de perro enfadado”, reconoció: “Hace dos malditos años que esto me ha sobrepasado”.
David Bowie “solía soñar con ser Mick Jagger”, pero le estaba costando alcanzar el éxito. A su manager, Kenneth Pitt, se le ocurrió hacer un video promocional - 'Love you till Tuesday' - para mostrar al público el talento de ese joven de 22 años y conseguir que fuera conocido. Pero el filme terminó archivado y no se publicaría hasta 1984.
En 1969, empezó a acariciar el éxito gracias 'Space oddity'. Su cuento ficticio sobre el astronauta Major Tom le abrió las puertas de un contrato discográfico con Mercury Records. El single, que salió el 11 de julio de 1969, justo cinco días antes del lanzamiento del Apollo 11, también le proporcionó su primera aparición en Top Of The Pops, el famosísimo show de la BBC. El 2 de Octubre, Bowie acudió con su manager y su madre Peggy a la grabación de la actuación. Las imágenes fueron posteriormente borradas por la BBC, pero se preserva el audio:
Fue entonces cuando un amigo de David, conocido como Flag, le ofreció un ‘doble’ concierto. Pensaba que podría ayudarle económicamente. Ambos serían la noche de Halloween, el 31 de Octubre de 1969. El primero, en un gran pub llamado General Gordon, situado en Gravesend, ciudad del condado de Kent (sureste de Inglaterra). El segundo, en el Hotel Aurora, en Gillingham. Ambas ciudades se hallaban cerca, separadas solo por unos 16 km. Y solo le exigían que actuara 20 minutos en cada sitio. Estos locales, probablemente, no eran ideales, pero a David le atrajo el dinero en metálico que recibiría, 120 libras.
Para el cantante inglés, la noche de Halloween empezó en el General Gordon con su recién estrenada 'oda espacial'. Él solo, con su guitarra acústica, sin respaldo alguno, sin banda de acompañamiento. El lugar estaba lleno y Bowie le dio a la gente lo que quería. Cantó 'Space Oddity'. Lo que hizo después... no gustó. Arrastró un taburete sobre el escenario. En sus manos sostenía un gran libro. Se sentó y procedió a leer poemas. Los lugareños estaban más acostumbrados a escuchar a bandas de rock que a alguien recitando poesías. Le lanzaron colillas y le abuchearon hasta echarle del escenario. Nunca más le volvieron a contratar.
Dave Stableford, una persona del público que había pagado 8 chelines y seis peniques por su entrada (equivalente a 42.5 peniques), dijo, según americansongwriter.com: "Desafortunadamente, las poesías no gustaron y los abucheos le obligaron a salir del escenario".
Kenneth Pitt, su mánager, escribió en su libro ‘The Pitt Report’: “Años después, él diría que los ‘skinheads’ le habían lanzado colillas de cigarrillos encendidas, pero en ese momento parecía satisfecho por la forma en la que había pasado la noche y estaba contento con el dinero que había ganado”. Pero su novia, Angie Barnett (con quien se casó en 1970), que le acompañaba esa noche, no opinaba lo mismo.
En sus memorias, ‘Backstage Passes: Life on the Wild Side with David Bowie’, Angela Bowie mencionaba especialmente la noche de Halloween: “Recuerdo esa noche, cuando hicimos una doble presentación… yo estaba teniendo un momento difícil. La policía me había arrastrado fuera del pub por intentar parar a algunos gamberros que estaban lanzando cigarrillos encendidos a la cara de David mientras estaba cantando por su cena. Me encontré en la calle, bajo la lluvia, tiritando y con escalofríos, en la oscuridad…”
Cuando los abucheos echaron a Bowie del pub, ambos recorrieron los 16 Km que les separaban de Gillingham, donde sería el segundo bolo en el Hotel Aurora. Angie seguía recordando que “ya dentro de ese ridículo pequeño coche nos dirigíamos hacia nuestra siguiente cuota de malos tratos del público… gritos, vómitos, idiotas empapados de cerveza… y eso me impactó: ya estaba harta. Le dije ‘¿David?. No lo soporto más. Esto tiene que terminar’. Él suspiró, ‘Sé lo que quieres decir’. Y con la mirada de perro enfadado en sus ojos me dijo su verdad: “Hace dos malditos años que esto me ha sobrepasado”
Puede que la debacle de Halloween fuera una catarsis para Bowie, quien, tras un periodo de experimentación, re-emergió en 1972 con su ‘alter ego’ andrógino Ziggy Stardust. Poteriormente adoptaría otras personalidades como Aladdin Sane o Halloween Jack, el personaje con un parche en el ojo creado para el álbum ‘Diamond Dogs’ de 1974. Quizá no volvió a recitar más poemas sobre el escenario… un repertorio que incluía a Bob Dylan (Carpenter), Leonard Cohen (Winter Lady) o Jacques Brel (Ámsterdam).
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop