Especial
Yarea, tras el disco de Dani Fernández, publica ahora el suyo: “Escribo mucho más cada vez que discuto con Dani que por las cosas buenas de nuestra vida”
Hablamos con ella de maternidad, la mujer en la composición o Ruslana
2024 ha sido un año caótico para Yarea. Se ha enfrentado a sus primeros meses como madre tras la llegada de Belice, la hija que comparte con Dani Fernández. Pero, además, ha seguido trabajando en un doble proyecto, el de su marido que ha dado como fruto La Jauría y el suyo propio.
Este 15 de noviembre lanza su segundo álbum, Involuntario, en el que mira con nostalgia al pasado cuando no tenías tantas responsabilidades como ahora. Y lo hace desde esa mirada tan personal e íntima que la define.
Ha crecido y madurado y ha querido dejar constancia de ellos en sus nuevas canciones que incluyen su primera colaboración con Dani. De eso y otras cosas hemos hablado con ella.
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Semana de lanzamiento, ¿sensaciones?
Con muchas ganas y muy nerviosa también porque al final tanto tiempo trabajando en esto que llega el momento de sacarlo y es como, ufff, que todo vaya bien, todo salga bien y a la gente le guste. A ver qué tal.
Involuntario, segundo disco que habla mucho de madurar, de crecer… ¿ser madre te ha hecho hacerlo de golpe?
Ha sido como… de repente tenía 18 años y, de repente, tengo un bebé y no sé cómo he llegado hasta aquí. Ha sido ese shock de que me ha atropellado la vida adulta, todo ha pasado rapidísimo. Soy muy calculadora y lo tengo todo siempre muy controlado y, de repente, las cosas que me pasan, que me llegan y no puedo pararlas, esas cosas involuntarias y esas sensaciones son de las que habla el disco.
Porque, ¿qué edad tienes?
27 años.
Hablas de lo rápido que ha pasado todo y lo mucho que ha cambiado tu vida últimamente, ¿a qué se agarra uno en ese caos?
Es verdad que el disco es un poco pesimista en el sentido de que tengo la manía de idealizar el pasado y esa idea de que todo tiempo pasado fue mejor y me agarro siempre a eso. Soy muy nostálgica y es verdad que pienso que ya no voy a sentir las cosas con tanta intensidad como las sentí en ese momento. Ha sido un año super feliz, pero a la vez, un poco caos, hormonas revolucionadas y de ahí ha nacido un poco este disco.
¿Qué ha sido lo más complicado de adaptarse a esta nueva realidad?
Sobre todo, conciliar, ya no solo el trabajo, sino como persona, que por dentro me siento exactamente igual que cuando tenía 20 años, pero ahora, de repente, tengo una responsabilidad enorme. No solo el bebé sino toda mi vida en general. Tengo que hacer el IVI que no sé ni lo que es y cosas así. Seguir llevándome bien con esa Yarea de 20 años que le preocupaban cosas super banales con la Yarea de ahora está siendo lo más complicado.
Un año para debutar como madre y para componer tus nuevas canciones, ¿cómo ha sido el proceso de compaginarlo todo?
Difícil porque ha sido mi disco, el disco de Dani y el bebé, todo el mismo año. Pero lo necesitaba. Para mí era super imprescindible no parar mi carrera, seguir con la música. Ha sido un año muy inspirador y yo tenía ganas de sacar los temas que estaba haciendo, solo que ahora que ha salido todo a la vez ha sido como… necesitamos abuelas aquí en Madrid que nos ayuden. Ha sido complicado, pero a la vez estoy super contenta porque ha salido todo super bien.
¿De qué manera ha influido el hecho de ser madre en tu música?
He separado mucho la maternidad de la música. Ni ha sido lo que más me ha inspirado, porque soy un poco dramática y tanta felicidad tampoco me ha inspirado tanto, y es como que la parte de Yarea compositora y artista sigue siendo esa Yarea del pasado. Cuando me iba al estudio o a un bolo, volvía mucho a esa yo y era muy liberador. Cuando luego volvía a casa, bebé, pañales… pero cuando salía de casa para componer, era otra vez esa Yarea. Me ha gustado mucho tener esa dualidad durante el proceso de creación del disco. No paré en ningún momento. Hasta los ocho meses estuve dando conciertos y en el estudio con Álex grabando los temas con el panzón. He intentado todo el tiempo estar conectada con las dos cosas, tanto con el proceso de crear el bebé como de crear el disco.
A la creación de tu bebé y de tu disco, se ha unido la creación de La Jauría, el disco de Dani, ¿también disocias esos dos mundos siendo los dos músicos?
Sí. El proyecto de Dani se ha convertido también en mi proyecto. Al final lo tengo en casa todo el día. Este disco lo empezamos a escribir hace mucho tiempo, al poco de casarnos. Hace dos años que lo empezamos a escribir y ha sido mucho más complicado que mi disco. Para mi disco sabía muy bien lo que quería y lo que quería contar, sabía muy bien el sonido. Pero con Dani veníamos de un segundo disco que había funcionado super bien, habíamos dejado el listón muy alto y teníamos que hacer uno que fuera aún mejor que Entre las dudas y el azar y tenía mucha presión y quería cambiar muchas cosas. Fue complicado que él confiara en las canciones que ahora están yendo genial, pero durante el momento de creación del disco hubo muchos momentos de bajón de, esto no funciona. Ha sido presión para mí de preguntarme qué hacemos. Pero desde el principio sabía que iba a salir bien y trabajando en las tres cosas a tope.
Cuando tienes la idea de una canción, ¿tienes claro si es para tu proyecto o para el de Dani?
La mayoría de veces sí. Pero, por ejemplo, Loba que es mía, empezó siendo para Dani. De hecho, hay una versión de Loba de Dani que al final se quedó fuera. Competir iba a ser para mí, pero a Dani le encantó. Tenemos un poco eso de esta para ti, esta para mí. Pero hay algunas que sí, Me has invitado a bailar yo tenía claro que era para Dani. Al final, mi proyecto es mucho más íntimo, más soft y calmadito y lo de Dani tiene que estar mucho más arriba. Tengo el chip Dani y el chip Yarea bien puesto.
Nos queda claro todo lo que tú has aportado al disco de Dani, pero, ¿él qué aporta al tuyo?
A nivel compo, yo soy muy recelosa de lo mío y hablo de cosas muy personales, incluso de cosas que igual no hablo con él y no le dejo mucho entrar en la creación de mi disco. Yo creo que él aporta más a nivel opinar de todo. Me apoya muchísimo y me dice cómo lo ve desde fuera. Pero es verdad que la creación de su disco es cosa de dos y la creación de mi disco lo hago yo todo.
Estuvisteis en LOS40 Music Awards Santander 2024 y posasteis juntos en la alfombra, algo que no habíais hecho antes, ¿qué os decidió?
Siempre hemos sido muy reservados con nuestra vida privada, pero, de repente, ahora que nos viene bien porque yo sacaba mi disco, hemos hecho su disco juntos y todo el mundo sabe que estamos juntos y hacemos todo juntos, ¿por qué no? Yo nunca le he dicho, ‘Dani, llévame a la alfombra de LOS40’, pero me lo propuso y dije, guay, me encantaría. Dijimos, a ver qué tal nuestra primera aparición pública. Encima coincidió con que la gala era solidaria y me hacía mucha ilusión estar en ese momento y tiramos para adelante y muy bien.
¿Cómo viviste la noche?
Me encanté. Yo había ido a la gala como público, desde arriba, cuando a Dani le dieron el premio a mejor artista, pero no es lo mismo que estar abajo. Es super emocionante.
No sé cuánto tiempo lleváis juntos, pero, ¿habéis cambiado mucho?
Sí, muchísimo. A Dani le conocí con 21 años, en mi último año de carrera. Siento que ha pasado todo muy deprisa. Hace seis años estaba compartiendo piso con amigas, era una adolescente todavía y, en nada de tiempo, hemos pasado por un montonazo de cosas. Y él igual. Cuando le conocí no había sacado ni su primer disco todavía, así que, imagínate el shock de prestarle dinero para comprarse un ampli, cuando le conocí, a ahora que está llenando dos WiZink Center. Una locura.
¿Cómo se lleva el tener distintos niveles de éxito?
Bien porque creo que, al final, desde el principio cada uno ha tenido su carrera y ha sabido el espacio del otro. Él me admira muchísimo como autora, yo le admiro muchísimo como artista. Mi proyecto como artista obviamente, está muy por debajo del suyo a nivel mediático y nivel todo, pero es lo que es. No hago un pop mainstream y cada uno va a su ritmo y no hay competencia ni esos egos porque creo que son proyectos completamente diferentes. Nos dedicamos a la música, pero es como si nos dedicáramos cada uno a una cosa y lo llevamos de maneras completamente diferentes. Yo trabajo mucho más como autora y esa parte para él es mucho más desconocida y me admira mucho en mi trabajo como compositora que también es muy importante para mí. Al principio igual fue más complicado hasta que cada uno logró estar en su sitio, pero ahora nunca hemos tenido un problema de, a ti te va mejor que a mí o al revés.
Volviendo a Involuntario, hay algunos ‘ojalás’ en el disco… ¿eres de pedirle muchas cosas a la vida?
El disco es un poco, no quiero decir pesimista, pero cuando lo escucho sí digo que es triste porque todo el rato echo de menos cosas. Pero yo soy un poco así desde siempre y sé que dentro de cinco años recordaré este momento y diré lo increíble que fue. Pero ahora lo estoy viviendo como si fuera incapaz de disfrutarlo, el disco va un poco de esa sensación. Es un poco como, ojalá volver a lo de antes porque yo creo que antes era todo como mucho más fácil. Al final, hacerte mayor es como… el mundo es una mierda y no me había dado cuenta y quiero volver a tener 18 años cuando era todo más fácil.
Y si en lugar de mirar al pasado lo hicieras al futuro, ¿ojalá qué?
Ojalá me quedara como estoy. Tengo mucho miedo porque me considero una persona super afortunada. Mi familia, que es lo más importante para mí, son todos felices, están bien, me dedico a lo que quiero, la familia que estoy creando ahora también es increíble. Ojalá esto perdure en el tiempo y no se mueva nada y esté todo así siempre.
Al final hablas de sentimientos involuntarios, ¿cuál es el que más te cuesta controlar?
Estoy encontrándome un poco con todas las sensaciones que me provoca ser madre. Belice cumple un año en unos días y todavía como que ni me creo que haya estado embarazada. Está pasando todo tan deprisa que me pongo super triste porque ha pasado un año ya y no puedo acordarme de ella con tres meses. Todo va demasiado deprisa y no puedo guardarlo todo. El paso del tiempo es contra lo que me cuesta luchar ahora. Ver lo deprisa que va todo. Estoy deseando que llegara estoy y ya se ha pasado. Esa sensación la odio y en mi disco hablo mucho de eso, del paso del tiempo, de lo rápido que va todo, de que no puedo parar y disfrutar de las cosas. Ahora es un poco eso contra lo que estoy luchando.
También hablas de traición en Loba, ¿esas cosas no se olvidan?
Total. A mí me fueron infiel y lo viví como guau, porque en mi mente nunca había contemplado esa opción. Cuando me pasó fue como, ostras, me encontré con muchas sensaciones que no me imaginaba. Siempre había sido muy rotunda con el tema de las infidelidades, siempre había sido como, si algún día me ponen los cuernos, cruz y no vuelves a saber de mí. Y cuando me vi ahí, estuve tan mal que incluso quería perdonarle y estar con él de lo triste que estaba. Me sorprendió mucho esa sensación y hace uno o dos años a mi mejor amiga le pasó. Su pareja de mil años, de repente, le fue infiel y cuando me lo vino a contar, estaba en el mismo punto que yo cuando me pasó y me recordó mucho aquello y el tema lo escribí por ella, pero a mí también me había pasado y todos los que hemos pasado por eso vamos a decir, sí, es esto lo que pasa. Esa sensación de por qué, hay tantas preguntas. Me inspiró mucho la infidelidad en ese momento, fue lo único bueno que pude sacar de aquello.
Creo que en alguna ocasión te has referido a tu sonido como pop triste, ¿con intención?
Sí, desde que escribo canciones lo que me ha inspirado siempre han sido los momentos dramáticos. Siempre tiro de ahí. Dani me dice, no me haces ningún tema de amor, en el disco hay uno solo. Escribo mucho más cada vez que discuto con Dani que por las cosas buenas de nuestra vida que son muchísimas más, pero, al final, me inspira más el drama.
Ese aire nostálgico de tus canciones se acentúa cuando recurres a la handycam para los vídeos, ¿no?
Lo que le decía a todo el mundo cuando hacíamos fotos o vídeos es que quería que fuera sencillo y que yo no pareciera una adolescente. Es verdad que tengo mucha cara de niña y en cuanto me pones un poco de colorinchi ya parece que tengo 15 años otra vez. Quería que este disco fuera más maduro en todos los sentidos, a nivel sonido y a nivel visual también. Prefería hacer algo muy sencillo, pero que mostrara bien esa oscuridad del disco, eso íntimo y que yo pareciera un poco más mujer.
Has escrito con otras compositoras como Samuraï, ¿qué relación tenéis y qué ha aportado?
Mis canciones, a la hora de la compo, es verdad que siempre lo quiero hacer todo yo. Pero en este disco me abrí un poco y quise contar con personas a las que admiro por su manera de escribir y llamé a Samuraï y Bely Basarte que son dos proyectos de los que soy ultra fan desde siempre y que su manera de contar las cosas me recuerda mucho a como lo hago yo. Me ha encantado porque tanto a nivel melodías como letras me han llevado a otro sitio. Les contaba de qué quería hablar en el tema y ellas lo plasmaban de una manera que, a lo mejor yo, no lo hubiera hecho eso, pero estaba guay. A veces los compositores nos viciamos con nosotros mismos y cuando llega alguien que te da otro punto de vista, le da una cosa nueva al tema que se ve. Tanto en Espina, que es la de Samuraï, como en 2017, que es la de Bely Basarte, se ve que ha metido la mano alguien que no soy yo.
Mujeres compositoras… cada vez hay más… ¿notas una mayor presencia femenina en la industria?
En el disco también está mucho Álex Granero, pero, sobre todo, en la parte de melodías. Él es mi productor, pero luego como artista, me encanta, y su manera de hacer melodías me vuelve loca y me gusta mucho contar con él porque me lleva a unas melodías diferentes, pero sí es verdad que para las letras me gusta más trabajar con mujeres, hay esa sororidad de que nos entendemos y sentimos las cosas de manera parecida y a la hora de contarlo lo hacemos también de manera parecida. Creo que estamos en un momento en el que a las autoras y compositoras nos están dando un espacio mayor y me pone muy contenta porque tenemos mucho que decir, mucho que aportar y hay muchísimo talento ahí en las mujeres autoras.
Un disco que, salvo de Dani, no cuenta con ninguna otra colaboración. Eso es extraño en estos tiempos.
Creo que en toda mi trayectoria he pecado, entre comillas, de colaborar mucho y a veces ha despistado mucho eso de mi proyecto. He colaborado con artistas porque me encantaba el tema o nos llevábamos guay, pero luego, de repente, no eran para nada el estilo de mi música y puede despistar a la gente que no me conoce o está entrando en mi proyecto. Para este disco, a no ser que fuera la colaboración de mis sueños, dije, prefiero no colaborar con nadie para que sea un proyecto 100% mío que sea 100% lo que yo soy. Era centrarme en mí y decidí no hacer ninguna colaboración.
Disco que llega acompañado de gira.
Muy nerviosa. Es mi primera gira por salas. He tocado en festis, pero de vender entradas para mi gira, de mis salas, es la primera vea que lo hago y con muchas ganas de conectar con mi público porque creo que hasta ahora no he tenido ese momento de la gente que ha venido a verme a mí. Muy contenta y muchas ganas y ahora preparándolo todo.
Tú con gira y Dani con la suya. ¿Con quién se queda Belice?
Se viene con mamá o con los abuelos. Mi gira no es tan grande como la de Dani y podemos compaginar, pero va a ser un poco caos.
Te hemos visto implicada con la ayuda a los afectados por la DANA participando en Som Valencia. ¿Cómo lo has vivido?
En cuanto me dijeron de participar, mira que era una semana loca porque teníamos la promo del disco, pero dije que teníamos que estar en esto. Cuando pasó todo, fue un shock por que pasa una tragedia tan cerca de ti que es como que te está pasando a ti. Te metías en la tele, te metías en las redes sociales y todo es Valencia. Todas las historias que te llegan y piensas, por un pelo no me ha pasado a mí. Mi familia vive en Cartagena. El colegio de mi madre está en Los Alcázares que se ha inundado varias veces por DANAS, nunca ha llegado al nivel de Valencia, pero ha pasado aquí al lado y me podía haber pasado a mí. Una sensación rarísima, aunque por otro lado ver cómo todo el mundo se está volcando, está ayudando y los jóvenes… Mi hermano pequeño que estudia un grado superior de coordinador de emergencias, todos se han ido allí de voluntarios. Me ha parecido super bonito dentro de la tragedia que es horrible. Lo que yo podía hacer, aparte de donaciones, era aportar nuestro granito de arena con el escaparate que tenemos y hacer esto y me ha recordado un poco a la pandemia cuando surgió esta iniciativa de festivales en casa. Siempre nos cuesta ponernos de acuerdo, pero pasa algo y todos a una y en una semana organizas un festival que… yo toqué con Amaral en el mismo cartel. Una cosa super complicada, de pronto, ha sido fácil, muy inspirador.
También compones para otros artistas, ¿con quién has trabajado últimamente?
Últimamente he trabajado con mucha gente de la última edición de OT y con gente de Latinoamérica, Kendall Peña, con María Angela, muchos artistas emergentes que están saliendo ahora. Mucho talento joven. Y con Candela Gómez, Charlie USG, con mucha gente joven. Me encantan los pollitos, como yo les digo.
Con los de OT, no sé con quiénes has trabajado, pero ahí hay como mucha presión, ¿no?
Estuve trabajando con Ruslana, con Álex y con Omar y justo son tres proyectos que tenían las cosas muy claras de hacia dónde querían ir. Sobre todo, Ruslana tenía super claro lo que quería, el sonido que quería y encima nos juntamos con el productor de Arde Bogotá, con Lalo, y ha salido un temazo.
¿A quién te gustaría hacerle una canción?
Me encantaría componer con Love of Lesbian, soy ultra fan y soy ultra fan de la manera de escribir de Santi. Me encantaría trabajar con él. Todos los artistas con los que quiero componer, más que hacerles una canción, me gustaría trabajar con ellos para ver cómo lo hacen. Me encantaría escribir con Zahara también. Y me gusta juntarme con gente de géneros un poco diferentes al mío, hace poco estuve componiendo para Chanel con Delgao y creo que es un compositor increíble, mucho más urbano que yo y escribe de otra manera completamente diferente a la mía, pero me encanta cómo dice las cosas con ese toque más moderno.
Y de las canciones que has compuesto para otros, ¿cuál te hubiera gustado quedarte para ti?
Sobre todo, las de Dani. Competir, siempre se me quedará una espinita por no habérmela quedado. Escribí una canción para Marlena, un tema que escribí para mí, pero que se quedó un poco en el olvido y ahora cuando la escucho, se llama Un verano sin ti, y me encanta. También el tema que escribí para Kendall Peña que escribí con Fernando Boix, siempre que lo escucho –no ha salido todavía-pero es un temazo y me encanta.
Y ahora que estás trabajando con tanto artista emergente, ¿alguna candidatura en Benidorm Fest?
No, este año estoy un poco desconectada. He visto que está Chica Sobresalto que me ha llamado la atención. No me la esperaba en Benidorm Fest. Y me escribió un chico que me vio en Valencia, en lo de Som, con el que yo iba a teatro en Cartagena, hace mil millones de años, y vi que se había presentado en Benidorm Fest, se llama Sergio. De esa escuela ha salido mucho talento porque ahí también iba Antonio de Arde Bogotá, compañero mío de teatro.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...