Especial
El día que Boy George pudo morir de forma estrafalaria aplastado por una bola de espejos
Hace veinticinco años, sufrió un surrealista accidente sobre un escenario
Puede que hubiera sido la muerte deseada por el rey del exceso neorromántico: en un escenario y aplastado por una bola de espejos de discoteca. Y ni aunque en sus mejores sueños hubiera imaginado un fallecimiento más histriónico y teatral, la parte buena es que sobrevivió al accidente. Hablamos de Boy George, líder de Culture Club, una de las bandas que lideró el movimiento de los nuevos románticos en Reino Unido en la década de los ochenta. La enorme bola de espejos, de casi treinta kilos de peso, cayó sobre él, le causó serias heridas pero, por muy poco, respetó su vida.
Ocurrió el 14 de diciembre de 1999, hace veinticinco años. Su grupo, Culture Club, había dejado de tener notoria resonancia hacía tiempo, y él mismo había publicado varios discos en solitario, pero en una gira de reunión, la banda recaló en el Bournemouth International Center de la ciudad inglesa de Dorset. Durante la prueba de sonido, una de las tres bolas gigantes de espejo se desprendió del techo y se desplomó sobre el cantante.
Según algunos testigos, por cuestión de centímetros la bola no golpeó directamente la cabeza de George, lo que probablemente había puesto fin a sus días. En cambio, colisionó sobre una de sus orejas y un hombro, causándole algunas heridas. Según declaró días después al diario The Sun, “he sobrevivido y sigo aquí, aunque mi espalda me duele mucho. Me dio en mi oreja, que me duele también”. Después de ser atendido por los servicios médicos, horas más tarde pudo realizar el concierto como estaba previsto.
Nacido en 1961 en la ciudad de Kent en el seno de una familia católica irlandesa, Boy George fue uno de los iconos del pop de los ochenta. Desde finales de la década anterior se hizo habitual de los clubes de moda de Londres, donde el empresario Malcolm McLaren, fundador de The Sex Pistols, vio su potencial y lo introdujo primero en el grupo Bow Wow Wow, donde cantaba la jovencísima Annabella Lwin, de 14 años. George y Lwin tuvieron sus más y sus menos, por lo que él se fue del grupo y constituyó Culture Club con otros músicos amigos.
Un símbolo de los ochenta
Al frente de Culture Club, George desarrolló una imagen que en su momento se entendió como andrógina o incluso femenina, llevando el maquillaje al extremo y vistiéndose con ropa y sombreros extravagantes. Sus trencitas o rastas de colores causaron sensación. Pero además de un aspecto impactante, George tenía buenas canciones, algunas de las cuales se convirtieron en imprescindibles para comprender el pop colorista de aquellos locos años.
Debutaron en 1982 con el álbum Kissing to be clever, que incluía su memorable Do you really want to hurt me, con el que Culture Club se situó en el número uno de la lista de singles más vendidos en Reino Unido; del tema se vendieron cuatro millones de copias en el mundo, la cuarta parte en Estados Unidos. El segundo disco, Colour by numbers, contenía otra joya: Karma chamaleon, que también lideró la lista de ventas durante seis semanas. Fue el sencillo más vendido en Reino Unido en 1983 y aún consta entre los cuarenta más vendidos de la historia en ese país. También fue número uno en Estados Unidos. El 17 de diciembre de 1983, Karma chamaleon llegó al primer puesto de la lista de LOS40.
Culture Club cosecharon otros éxitos, no tan rotundos, y Boy George pasó a ser celebridad de primera categoría, pero entre que la moda de los nuevos románticos empezó a decaer y su adicción a la heroína a incrementarse, la pegada comercial del grupo se diluyó pronto y en 1986 la banda se separó. Además, la ruptura sentimental entre George y Jon Moss, batería del grupo, no contribuyó a que pudieran juntarse para tocar. A pesar de todo, desde 1989 la formación se ha juntado cada cierto tiempo para publicar discos y ofrecer giras. En 1999 lanzaron Don’t mind if I do, álbum que dio lugar a conciertos como aquel en el que George pudo ser aplastado por la bola de espejos.
Boy George tiene actualmente 63 años, sigue activo en la música, ya sea en solitario o como DJ, ha escrito libros y diseñado moda. Y las bolas de espejos no quiere verlas ni de lejos.
Miguel Ángel Bargueño
Es periodista y escritor: ha publicado varios libros sobre música. Aterrizó en el universo de LOS40...