De ‘El Rey del Cachopo’ a ‘Jack el Destripador’: los apodos de asesinos más mediáticos y por qué se llaman así
Estos apodos no solo ayudaron a identificar y recordar a estos criminales, sino que también contribuyeron a su infamia

Imagen de la docuserie 'El rey del cachopo'
A lo largo de la historia, ciertos asesinos han capturado la atención del público no solo por sus crímenes, sino también por los apodos que se les han asignado. Estos motes, a menudo creados por los medios de comunicación, han contribuido a la notoriedad de estos individuos. A continuación, repasamos algunos de los asesinos más mediáticos y los apodos que se les han dado.
Estos apodos no solo ayudaron a identificar y recordar a estos criminales, sino que también contribuyeron a su infamia. La fascinación pública por estos casos ha llevado a numerosas adaptaciones en libros, películas y series documentales.
En España destacan los siguientes:
LOS40
LOS40
El Sacamantecas (1870-1879)
Juan Díaz de Garayo, conocido como El Sacamantecas, fue un violador y asesino en serie que operó en Vitoria. Entre 1870 y 1879, violó y estranguló a varias mujeres, lo que le valió su macabro apodo.
El Francés y El Manzanita (1900-1904)
Juan Andrés Aldije Monmejá, conocido como El Francés, y su cómplice José Múñoz Lopera, apodado El Manzanita, mataron a golpes a jugadores en una casa de apuestas ilegal en Peñaflor, Sevilla. Ambos fueron ejecutados en el garrote vil en 1906.
Las Envenenadoras de la Soledad (1939-1940)
Magdalena Castells Pons, una curandera y adivinadora, fue parte de un grupo conocido como Las Envenenadoras de la Soledad. Facilitó veneno a varias mujeres para asesinar a sus familiares por interés económico. Fue sentenciada a 30 años de cárcel por cada víctima.
La Viuda Negra de Valencia (1940-1941)
Teresa Gómez Rubio, apodada La Viuda Negra de Valencia, envenenó a tres familiares para apoderarse de sus herencias y seguros de vida. Fue ejecutada en el garrote vil en 1954.
El Asesino de la Baraja (2003)
Alfredo Galán Sotillo, apodado El Asesino de la Baraja, fue un exmilitar que mató a seis personas en Madrid entre enero y marzo de 2003. Su modus operandi consistía en disparar a sus víctimas con una pistola Tokarev y dejar un naipe en el lugar del crimen.
El Rey del Cachopo (2018)
César Román Viruete, conocido como El Rey del Cachopo, fue un empresario condenado a 15 años de prisión por el asesinato de su expareja, Heidi Paz, en 2018. Román descuartizó el cuerpo de Heidi y lo ocultó en una maleta en una nave industrial en Madrid.
A nivel internacional también han resonando apodos de asesinos en serie:
Jack el Destripador (1888)
Uno de los asesinos más infames de todos los tiempos es Jack el Destripador. Activo en el Londres victoriano, este asesino en serie nunca fue identificado. Su apodo proviene de las cartas enviadas a la policía y a los medios de comunicación, en las que se atribuía los asesinatos de varias mujeres en el barrio de Whitechapel. Sin embargo, las cartas resultaron ser falsas y en realidad se desconoce si se llamaba el asesino se llamaba Jack o no porque nunca fue capturado.
El Asesino del Zodiaco (1968-1969)
En la década de 1960 y principios de 1970, el Asesino del Zodiaco aterrorizó el norte de California. Este criminal enviaba cartas cifradas a los periódicos locales, desafiando a la policía a descifrar sus mensajes. A pesar de las numerosas investigaciones, su identidad sigue siendo un misterio.
El Carnicero de Milwaukee (1980)
Jeffrey Dahmer, apodado el Carnicero de Milwaukee, fue responsable de una serie de asesinatos y actos caníbales en la década de 1980 y principios de 1990. Sus crímenes horripilantes y su modus operandi lo convirtieron en uno de los asesinos más notorios de Estados Unidos.
El Monstruo de los Andes (1970)
Pedro Alonso López, conocido como el Monstruo de los Andes, es un asesino en serie colombiano que confesó haber matado a más de 300 niñas en Colombia, Ecuador y Perú durante la década de 1970. Su apodo refleja la magnitud y brutalidad de sus crímenes.