Casi una década sin ducharse: James Hamblin explica la motivación científica tras su decisión y los resultados
Nuestra cultura nos ha enseñado a que es casi imprescindible una ducha diaria, pero él no lo ve así

Una ducha, algo cotidiano en la vida de la mayoría. / Westend61
¿Cuántas veces te duchas a la semana? Muchos dirán que por lo menos siete, una ducha por día. Es algo a lo que nos han acostumbrado culturalmente y sinónimo de aseado. Pero no todo en belleza e higiene es lo más adecuado, ya lo hablamos en una ocasión con Helena Rodero.
Pero la ciencia no opina lo mismo sobre las duchas, o por lo menos, el médico James Hamblin, especializado en salud pública y docente en la Universidad de Yale.
En un mundo donde la ducha diaria es casi una religión, él ha decidido romper esquemas. ¡Lleva desde 2015 sin ducharse! ¿La razón? Un experimento personal para cuestionar nuestras rutinas de higiene y entender mejor cómo afectan a nuestra salud.
LOS40
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Este científico dejó de ducharse hace casi una década. Lo hizo para demostrar que el uso de productos higiénicos no es bueno para la piel. Según él, alteran el microbioma de la piel, compuesto por bacterias que ayudan a mantenerla en equilibrio.
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El inicio de su estudio
Todo comenzó cuando Hamblin se preguntó: "¿Cuánto de esto es necesario para la salud?" Refiriéndose al sinfín de productos de higiene que usamos a diario. Así que decidió reducir gradualmente el uso de jabón, champú y desodorante, hasta eliminar las duchas por completo. En su lugar, opta por enjuagarse con agua cuando lo considera necesario, especialmente si su cabello está desaliñado o tiene suciedad visible. Eso sí, ¡las manos y los dientes se lavan varias veces al día!
Reconoce que los primeros meses, su cuerpo se tuvo que adaptar y el olor corporal era muy fuerte. Bien lo saben los concursantes de Supervivientes que pasan semanas e, incluso, meses, sin probar una ducha con agua dulce y jabón.
Hamblin destaca que el olor corporal es producto de bacterias que viven en nuestra piel y se alimentan de las secreciones del sudor y las glándulas sebáceas. Al ducharnos de manera agresiva, destruimos estos ecosistemas, lo que puede favorecer la proliferación de microbios que producen mal olor. Al permitir que el ecosistema de la piel se estabilice, "dejas de hacer mal olor. No hueles como agua de rosas. Simplemente hueles como una persona".
Hamblin asegura que con el paso de los meses ese olor fue desapareciendo. Su rutina actual de aseo se basa solo en el agua, no usa jabón, desodorantes ni ningún tipo de sustancia química.
No todo el mundo está de acuerdo
“Pasamos dos años completos de nuestras vidas bañándonos. ¿Cuánto de este tiempo (y dinero y agua) es un desperdicio?”, preguntaba en BBC News. No todos entienden su postura y, de hecho, se tiene que enfrentar a comentarios muy críticos.
- Tienes que ir a un lugar caliente a hacer tu estudio. En un clima frío el cuerpo no suda que yo sepa. Ve a Rep. Dom., Puerto Rico, Haiti, Africa. A very si vas a durar todo ese tiempo sin bañarte.
- O sea que el man caga y no se lava, tiene que oler a mier…
- pues que no se me acerque mucho este tio que precisamente no tendrá un AIRE muy bueno
- Que mal tío..! Después de hacer el amor como queda eso allá abajo.. Es tann 😟!!!
- Que manera de atraer la fama😂😂😂😂
Un estudio publicado
Él ha estudiado el tema y ha publicado libros exponiendo sus conclusiones. "Nos lavamos por costumbre, porque es lo que dicta la norma social, no porque lo necesitemos desde un punto de vista médico", afirma en Clean: The New Science of Skin and the Beauty of Doing Less (Limpieza: La nueva ciencia de la piel y la belleza de hacer menos), uno de esos libros en los que cuestiona los estándares modernos de higiene.
Ha llegado a la conclusión de que un exceso de limpieza podría perjudicar la salud cutánea. Asegura que muchos cosméticos destruyen bacterias protectoras y debilitan las defensas naturales de la piel.
Su intención no es que la gente deje de ducharse, sino que se replantee la cultura de higiene que ha heredado e intente usar menos productos químicos.
¿Quién es James Hamblin?
James Hamblin no es solo un médico, sino una de las figuras más polémicas de la medicina moderna por su decisión de dejar de ducharse.
Es médico, profesor de salud pública en la Universidad de Yale y periodista. Durante años, fue editor en The Atlantic, donde se especializó en temas de ciencia y bienestar. Su estilo fresco y poco convencional lo convirtió en una de las voces más interesantes sobre salud en los últimos años. Pero lo que realmente lo puso en el radar mediático fue su decisión de abandonar la ducha diaria.
Más que un médico que no se baña, Hamblin es un divulgador que desafía las normas establecidas sobre salud. Habla sobre cómo las industrias del cuidado personal nos han hecho dependientes de productos que podrían no ser necesarios, y cómo volver a lo básico podría ser más saludable (y sostenible).
Lo que no sabemos es si su mujer, Sarah Freeman Yager, y su hijo pequeño siguen sus mismas rutinas de higiene. Desde luego, se casaron después de llevar cuatro años de experimento, así que, ya estaba enterada de la falta de duchas de su marido.
¿Y tú? ¿Te atreverías a probar?