Xavibo, el cantante que ha decidido vivir 13 días en un escaparate de Madrid: Así está siendo la experiencia

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Xavibo forma parte de esa nueva ola de artistas emergentes de nuestro país que llegan con ideas innovadoras y muchas ganas de hacer llegar su música a toda la gente posible. Hace una semana anunciaba los 13 conciertos de No te enamores tour. Lo hacía con la foto de él en la cama tapándose con una sábana que tenía grafiteadas todas las fechas. Así reseteaba su cuenta de Instagram donde también anunciaba que iba a pasar 13 días encerrado en un escaparate de Madrid.

Un encierro retransmitido las 24 horas en YouTube con el que quiere aprender a vivir solo. “Siento que a la gente le incomoda ver a una persona hacer su vida sin compañía. Te miran con pena si vas al cine solo, o a un concierto sin acompañante, en los restaurantes no hay mesa para uno, es imposible pagar un alquiler solo. La sociedad te obliga a necesitar siempre a alguien y te hace sentir mal cuando no lo tienes. Esta es la única manera que se me ocurre de afrontar el miedo a estar conmigo mismo”, expresaba desde ese comienzo de experiencia vital.

En seguida muchos colegas y amigos se ofrecieron para ir a visitarle.

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LOS40

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Así está siendo la vida de Xavibo en un escaparate

“Pasan muchas personas, miran fascinadas que alguien decida aprender a estar solo, golpean el cristal, buscando que reaccione e incluso intentan entrar, supongo que son una respuesta de la sociedad a mi soledad elegida. Estoy agotado, estar observado constantemente hoy me ha consumido, veremos mañana”, compartía el segundo día de su encierro.

Está viviendo su propio Gran Hermano, encerrado en ese escaparte a través del cual podemos ver su cama, su cocina y su vida las 24 horas al día. Una experiencia que está retransmitiendo y que le está ayudando a reflexionar, por ejemplo, sobre las cosas que no ha hecho bien. “No se me puede olvidar que hay gente fuera todo el tiempo, no tengo que decir barbaridades”, se recordaba a sí mismo.

Ha reflexionado sobres sus relaciones pasadas: “Llevo mucho tiempo autodestruyéndome, boicoteando todas las relaciones que he tenido, saltando de relación en relación porque tenía miedo de estar solo y creo que ha llegado el momento de afrontarlo y qué mejor manera que hacerlo a lo grande”. Ahora tiene que enfrentarse a esa soledad durante 13 días.

“He dormido muy poco, hacía frío y no se puede apagar la luz más de lo que se ve en el vídeo porque si no el directo se corta. Me he sentido muy solo hoy, pero solo con gente, es complicado aprender a estar con uno mismo cuando las palabras, gritos y golpes de la gente interrumpen mi retiro visible. Mi estómago me pide comida constantemente por aburrimiento, he visto la cruz en una tostadora, alguien me dejó un cartel dejando ánimos, nuestros girasoles se mueren porque no son de plástico”, compartía el tercer día.

Así llegaba al fin de semana. “Viernes, Madrid centro, no exagero cuando digo que creo que han pasado miles de personas por delante hoy, o al menos así se ha sentido, tengo la energía a 0. Creo que estoy aprendiendo a meditar o a practicar alguna técnica ancestral que me ayuda a ignorar todo lo que pasa a mi alrededor, el no saber lo que ocurre más allá de lo que ven mis ojos me está haciendo estar presente completamente, apenas tengo tiempo de pensar en nada más que lo que sucede en cada momento. Murieron los girasoles, una chica me trajo flores”, compartía el cuarto día.

Le hemos visto comer, dormir, hacer ejercicio, observar a los transeúntes, leer, ver el ordenador, regar las plantas, asearse y, sobre todo, aprender a estar solo y ser observado continuamente.

“Me ha salido un tic en el ojo derecho del estrés, hoy ha pasado más gente incluso que ayer, he mirado mi ventana al mar a ver si por un casual se abría un rato, pero no ha habido suerte. Me han faltado al respeto en varias ocasiones, pero me han querido en muchas más, mi capacidad de concentración y abstracción es incluso mayor que ayer, me he dado cuenta de que el ruido me afecta muchísimo y los pensamientos en voz alta de la gente interrumpen a los míos, los cascos con películas de Studio Ghibli me permiten no perder el foco de mi soledad”, compartía el quinto día.

Sin duda, una experiencia que le está enseñando mucho y que le está manteniendo conectado, desde su aislamiento, con el mundo. “Alguien trajo girasoles, alguien trajo fotos de gente a la que quiero y gente a la que quiero vino a verme, pero no al otro lado de la ventana, si no al otro lado de la puerta, la que día 13 tendrán siempre siempre abierta”, aseguraba.

Y entre esos amigos que se han acercado a darle ánimos ha estado Marc Seguí que le dejaba un mensaje en su muro: “tequiero pequeño yo te sigo a donde sea ya sabes <3”.

El ecuador de su reto

Los días han ido avanzando, ya ha llegado al ecuador de su reto y está sacando un gran aprendizaje. “Llevo 6 días viviendo en un escaparate y pensaba que iba a ser un ejercicio de soledad, pero está siendo uno de concentración, paciencia y quizás meditación”, escribía este domingo noche.

Parece que el TDH diagnosticado no está siendo un impedimento para seguir adelante con este experimento. “Te sigo que tenemos tdah y se lo difícil que puede llegar a ser eso…. No sabría si sería capaz!! Vamos ❤️‍🩹”, comentaba Silvia Sicilia, una de las mellizas del último GH de anónimos, poniendo en valor su hazaña.

“Hoy ha sido más tranquilo que ayer, me he aficionado a las infusiones, me relajan mucho, son un bonito ritual. Me he leído entero el libro de la biografía del silencio de Pablo D’Ors, es una maravilla. Ayer no me dejaron dormir apenas, así que por la mañana tenia este aspecto. Una chica trajo más girasoles, pronto el escaparate será un cuadro de Van Gogh”, resumía el domingo.

“El mismo tiempo que me paso pensando lo tengo que invertir en no pensar, es tan importante llenar la cabeza de ideas como saber vaciarla, cada día crece mi paciencia, dirá mi madre que la he heredado de ella, que tuvo toda la del mundo para volver a la vida”, terminaba.

De momento son las últimas palabras que ha compartido. Este lunes se enfrenta a su séptimo día. Pasará una semana más en ese escaparate. Será el próximo fin de semana cuando vuelva al mundo exterior para dar comienzo a su gira.