La cortante manera en que Paul McCartney anunció que dejaba The Beatles hace 55 años
En un comunicado difundido el 10 de abril de 1970 anunció el cese de su actividad con el grupo

Paul McCartney, en 1970, cuando comunicó que dejaba The Beatles.
“No tengo planes futuros de grabar o aparecer con The Beatles de nuevo. Ni de escribir más música con John”. Breve pero tajante: así fue el comunicado que Paul McCartney envió a los medios de comunicación el 10 de abril de 1970, hace ahora cincuenta y cinco años, para hacer saber que su participación en el grupo que le había dado fama mundial y, en concreto, su asociación con el otro gran compositor del cuarteto, John Lennon, habían llegado a su fin. No era el anuncio de la separación de The Beatles; pero casi.
Se sabe que Macca (como se conoce coloquialmente al ahora Sir Paul) redactó la nota la víspera; quedó custodiada en una caja fuerte de las oficinas de Apple Corps Ltd., en Savile Row (Londres), donde se gestionaban todos los asuntos de la banda; el mismo lugar donde tantas brillantes ideas habían brotado de las cabezas de cuatro jóvenes genios y, también, donde empezó a gestarse su disolución.
Poco antes, Paul, John, George y Ringo habían sometido a votación interna la elección de un nuevo mánager, en sustitución de Brian Epstein, fallecido en 1967. McCartney era partidario de designar para el puesto a Lee Eastman, reputado abogado estadounidense y, para más señas, su suegro (padre, por tanto, de Linda Eastman, quien ya entonces era esposa de Paul). Desde hacía un tiempo, Lee Eastman también llevaba los asuntos profesionales del músico fuera de The Beatles. Cuando llegó el momento de alzar las manos, los otros tres se decantaron por contratar a Allen Klein, quien había trabajado con The Rolling Stones y Sam Cooke, lo que provocó en Paul un cabreo monumental: se encerró en su casa y decidió no volver a pisar la sede de Apple.

Portada de Daily Mirror que recoge el comunicado de Paul McCartney.

Portada de Daily Mirror que recoge el comunicado de Paul McCartney.
Y centrarse en el que iba a ser su primer disco como solista. Su comunicado solo significaba que cesaba su actividad con The Beatles, pero el trío restante podría haber continuado sin él. Nadie estaba por la labor. John Lennon había debutado por su cuenta en julio del año anterior con Give peace a chance, firmado como Plastic Ono Band; en febrero de 1970 había lanzado Instant karma. Ringo Starr había actuado en dos películas (Candy, de 1968, y The magic christian, de 1969), mientras que George Harrison, de hecho, había publicado dos álbumes en solitario (Wonderwall music, de 1968, y Electronic sound, de 1969). Lo que el propio McCartney tenía en mente era hacer lo mismo.
Aun así, todavía habría de ver la luz el último álbum de The Beatles, Let it be, que llegó a las tiendas en mayo de 1970, apenas un mes después de la proclama de Macca. El disco también había irritado al cantante y bajista, quien se quejaba de que el productor, Phil Spector, había destrozado su tema The long and winding road añadiendo una orquesta de treinta y seis músicos y un coro de catorce voces. En la mente de su autor, era una balada de rock más liviana.
Si algo ganó McCartney con su comunicado fue repentina promoción para su primer disco, titulado como su apellido, que se publicó el 17 de abril, exactamente siete días después de que los medios se hicieran eco de su salida del grupo. Había grabado su mayor parte en su casa, en secreto, tocando él todos los instrumentos y dejando pequeño hueco a los coros de su esposa Linda. Llegó al número uno de ventas en Estados Unidos y al dos en Reino Unido. Cuando en mayo (prácticamente cada día The Beatles juntos o por separado eran noticia) salió a la venta Let it be, fue número uno en todo el mundo, poniendo glorioso colofón a la carrera discográfica de los Fab Four (sin contar los singles más recientes).
En la práctica, The Beatles ya no existían. Sin embargo, no fue hasta el 31 de diciembre de 1970 cuando Paul McCartney solicitó la disolución legal de sus obligaciones contractuales con el grupo. Desde entonces, cada componente siguió su propio camino, con mayor o menor éxito, con mayor o menor acierto artístico, pero siempre portando el estandarte de haber sido uno de los cuatro chicos que cambiaron la historia del rock.