'El Método Orozco': la metamorfosis de Antonio Orozco para crear el disco de su carrera
El artista marca un punto de inflexión en su carrera que narra en su propio documental, disponible en Prime Video
Antonio Orozco en el Festival de Cine de Málaga, interpretando 'Te juro que no hay un segundo que no piense en ti'. / Carlos Alvarez
Lo de Antonio Orozco es cuestión de sentimiento. Su música traspasa fronteras y no estoy hablando de países, pues sabemos que sus melodías ponen la carne de gallina, pero gracias a su documental hemos descubierto que la historia que está detrás del catalán va más allá de la música. Aunque todo lo que le rodea le lleva hasta ella.
Este viernes 11 de abril, Prime Video añade a su catálogo El método Orozco, un largo documental producido por The Pool que nos muestra el renacer de Antonio Orozco, su proceso hasta crear lo que el mismo asegura “el mejor disco de su carrera”, incluso antes de componerlo.
Un cambio de ritmo vital
Antonio Orozco se muestra generoso con su papel en el documental. A través de flashback que se remontan un par de años atrás, el artista cuenta cómo ha sido su vida en estos últimos meses y el proceso creativo de su nuevo disco El tiempo no es oro, que saldrá a la luz en dos semanas, el 25 de abril. Hace balance y comenta la jugada mostrándose real y sincero. Podríamos definir así esta hora de documental que no pasa desapercibido en su carrera.
Y es que Orozco confiesa que estaba sumergido en una depresión que desconocía, y que le hacía descuidarse física y mentalmente. El cantante descubre el deporte y la terapia como salvavidas, y la motivación en la música, con el único fin de disfrutar de las pequeñas cosas y vivir intensamente los primeros años de su hija Antonella. También protagonista de esta historia y de su canción más reciente: Te juro que no hay un segundo que no piense en ti. Y así comenzó bautizado Método Orozco como sinónimo de su propio renacer.
Siempre acompañado
Lejos de presentar a decenas de personas, el documental da protagonismo a algunas de las personas que más lo tienen para Antonio: su amigo y productor, quien le acompaña en el proceso creativo; sus hijos, Jan y Antonella; su madre Carmen Ferrón, y su mascota.
De hecho, es con su hijo Jan, quien ha seguido sus pasos en la música tirando por otra vertiente desde niño, con quien le vemos abordar un tema mediáticamente complicado: el rumor que aseguraba que Antonio se había subido ebrio a un escenario. Y que niega rotundamente en la conversación. Un momento donde además vemos la complicidad padre-hijo que acostumbran a mostrar públicamente.
No es un documental repleto de alegría y felicidad. No nos vamos a engañar, (aunque siendo Orozco el protagonista, resonó entre las butacas de su preestreno más de una carcajada), pero si algo demuestra El método Orozco es que su equipo -personal y profesional- vive completamente satisfecho con su trabajo. Lejos de lo que hemos podido ver en otros documentales o procesos creativos, la frustración a la hora de mostrar sus proyectos no parece ir con Antonio, porque está seguro de que lo que está presentando no es un hecho a medias: cuando lo enseña, va a por todas. Dice así que si algo gusta “se nota en la mirada” y en los gestos de su equipo. Y puedo decir que no existieron peros en los 60 minutos.
“Si aplicas el método, la inspiración viene”, así es como Antonio Orozco demuestra que todo es cuestión de confianza y constancia. Y finalmente lo consiguió: estamos a la espera del que promete ser el mejor disco de su carrera.
El documental de Antonio Orozco dibuja un punto de inflexión en su carrera: el momento en que dijo “hasta aquí” y marcó las pautas de su camino a una vida con todas las letras.
Cerca de mil personas disfrutaron de El método Orozco en un preestreno con fans celebrado el 7 de abril en el Teatro EDP Gran Vía, donde el propio artista vio la proyección, habló y cantó dos de sus canciones: el clásico Estoy hecho de pedacitos de ti y su recién estrenado Te juro que no hay un segundo que no piense en ti. Un abrir de boca que continuará desde hoy en Prime Video para todo el que quiera conocerle un poco más, y no arrepentirse en el intento.
