Ayrin de Niro, la hija de Robert de Niro, habla por primera vez de su transformación de género: “Creo que aún no me han visto”
Es la hija que tuvo con Toukie Smith en los años 90

Robert De Niro y Toukie Smith, en Nueva York en 1990. / Images Press
Ayrin de Niro, es una de los siete hijos del mítico Robert de Niro. Tiene 29 años y es una mujer transgénero. No lo ha desvelado ella sino la prensa. Así que, tras ver cómo los demás hablaban de ella, ahora ha tomado la palabra para dar su propia versión de su vida y habla en una entrevista con la revista Them de su experiencia sobre la transición, la visibilidad y la vida como hija de leyendas de Hollywood.
Por primera vez ha visitado una peluquería de mujeres negras para hacerse rastas rosas. Una decisión que tomó tras ver a Halle Bailey en La Sirenita, que marcó un punto de inflexión en su camino hacia una expresión de género liberadora
Ayrin es aspirante a modelo y actriz de doblaje que estudia para ser consejera de salud mental. Es fan de Tyla y una gamer confesa. Vio cómo la prensa se hizo eco de su transformación antes de que ella pudiera hablar de ese cambio y se referían a ella como a una nepo baby. "Hay una diferencia entre ser visible y ser visto. He sido visible. Creo que aún no me han visto”, asegura.
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“No solo se equivocaron en información sobre mí… sino que, en cierto modo, me recordaron que la gente realmente no sabe nada de mí”, asegura sobre aquellas publicaciones.
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Ayrin de Niro cuenta su propia historia
Aunque es hija de Robert De Niro y la actriz Toukie Smith, ha permanecido en un perfil bajo y alejada de los focos mediáticos. Ella es consciente de que sus padres querían que tuviera una infancia lo más normal posible.
Creció en Nueva York a principios de los 2000 y no se libró de ser ridiculizada y excluida por sus compañeros debido a su apariencia femenina, corpulenta y diferente al resto. Su familia aceptó en seguida su condición queer, pero no tanto su entorno y era la que se quedaba sin pareja en los bailes.
“Nunca tuve novio de joven, aunque, mirando atrás, ¿de verdad necesitamos salir en la secundaria? Pensaba: ‘Vaya, estas cosas significan que no soy deseada. No soy deseable. No soy atractiva como los demás, las otras chicas, los otros chicos’”, relata.
Su autoestima quedó muy dañada. “De pequeña, siempre me decían que era demasiado o demasiado débil: demasiado gorda, no lo suficientemente delgada. No lo suficientemente negra, no lo suficientemente blanca. Demasiado femenina, no lo suficientemente masculina. Nunca fue simplemente: ‘Eres perfecta, tal como eres’", admite.
En secundaria ya tenía clara su identidad, pero no fue hasta el pasado noviembre cuando decidió empezar su transformación tras ver varios referentes contando su experiencia tanto como mujeres trans como mujeres negras. Entre ellas estaban Laverne Cox, Marsha P. Johnson, KeKe Palmer, Kat Graham, Jools Lebron, Michaela Jaé Rodriguez, Naomi Campbell y Raven-Symon.
“Que las mujeres trans sean honestas y abiertas, especialmente en espacios públicos como las redes sociales, y poder verlas alcanzar su éxito… Me hacen preguntarme: ¿Saben qué? Quizás no sea demasiado tarde para mí”, confiesa.
Aunque si hablamos de referentes, el más claro que tiene es el de su madre, una mujer muy querida en la parte familiar de su padre. “Siempre que estoy en una reunión familiar por parte de mi padre, la gente siempre comenta cuánto quieren a mi madre, lo memorable que era y lo feliz que era mi padre cuando estaba con ella. Quiero ser así… Quiero que me recuerden como la recuerdan a ella”, asegura.
Siempre se ha esforzado por encontrar su propio camino laboral sin tener que recurrir a la influencia de su padre. Audicionó para el papel de Jules en Euphoria, pero fue rechazada, como tantas otras veces. “Quiero que las personas queer de color y las personas con cuerpos corpulentos tengan una Alex Consani. Quiero que las personas queer de color y las personas con cuerpos corpulentos tengan una Hunter Schafer”, reclama.
Aunque ahora está centrada en la educación de la salud mental para ayudar a su colectivo. “Las personas de color y las personas queer definitivamente necesitan más apoyo y defensa en materia de salud mental. Así que espero poder hacerlo”, reivindica.
Que haya decidido dar la cara y hablar tiene un objetivo: "Ojalá vieran a alguien que se esfuerza al máximo por superar el sentimiento de insatisfacción que experimentó al crecer". Quiere que haya referentes para su comunidad como ella los tuvo y está trabajando en ello.