Microsoft sube el precio de Xbox y de sus accesorios
Historia viva. La primera generación de consolas que se encarece con el tiempo.

Imagen de Xbox Series X, objeto de deseo de millones de jugadores. / Microsoft / Xbox España
Si estabas pensando en comprarte una Xbox Series X esperando una rebajita de primavera... malas noticias: Microsoft ha decidido subir oficialmente los precios de sus consolas, accesorios y juegos a partir del 1 de mayo de 2025. Así, la Series X pasa a costar 599,99 euros (50 euritos más que antes), la Series S de 512GB se queda en 349,99 euros, y su versión de 1TB sube hasta los 399,99 euros. ¿Los mandos? También se encarecen: el más básico arranca en 64,99 euros y los modelos elite pueden alcanzar los 199,99 euros. Y ojo, que los juegos propios también se suben al tren: 79,99 euros de ahora en adelante.
Aunque suene a jugada inesperada, la realidad es que Microsoft no es la primera en abrir esta veda. Sony ya lo hizo con la PS5. La consola de PlayStation ha subido su precio dos veces desde su lanzamiento: primero en 2022, cuando justificaron el movimiento por la inflación global, y más recientemente en abril de este año, con la Digital Edition pasando de 449,99 a 499,99 euros. Nada mal para una consola que ya tiene años en el mercado.
¿Y sabes qué es lo más loco de todo esto? Que esto es historia viva. No solo has vivido un apagón peninsular, también estás viviendo la primera generación de consolas de sobremesa en la historia que sube de precio con el tiempo en lugar de bajarlo. Hasta ahora, lo normal era que, unos años después del lanzamiento, las consolas fueran bajando su precio a medida que los costes de fabricación se reducían y la tecnología se abarataba. Pero en esta generación, la lógica de mercado se ha tirado por la ventana.
Las razones detrás de esta tendencia no son del todo misteriosas. Por un lado, está la inflación global, que ha encarecido prácticamente todo, desde chips hasta plásticos. Por otro, el coste de desarrollo de juegos AAA se ha disparado, y las compañías están buscando compensarlo como pueden. Y, para rematar, está la guerra comercial entre EE. UU. y China, con aranceles que afectan directamente a los productos fabricados en territorio chino, como es el caso de muchas consolas y periféricos. En el caso de Xbox, algunos componentes están ahora sujetos a impuestos del 145%, lo que obviamente se traslada al consumidor.
¿Y qué significa todo esto para los jugadores? Pues que jugar cuesta más que nunca. Comprar una consola en 2025 sale más caro que en 2020, y los juegos también. Se acabó aquello de esperar un par de años para pillar la consola más barata. Ahora, la única esperanza es cazar una oferta puntual...
Sea como sea, esta generación está rompiendo moldes, aunque no exactamente en el sentido que nos habría gustado.
Luis J. Merino
Técnico de sonido, melómano y amante de los dos pilares fundamentales del entretenimiento: cómic y videojuegos....