Cinco noches en Nueva York y lencería agotada: así cerró Madonna su primera gran gira hace cuarenta años
El ‘tour’ de ‘Like a virgin’ desató un auténtico fenómeno social
Madonna, durante su concierto en el Madison Square Garden de Nueva York, el 10 de junio de 1985. / Gary Gershoff
El 11 de junio de 1985, hace exactamente cuarenta años, Madonna se bajó del escenario del Madison Square Garden de Nueva York (EEUU) dando por terminado uno de los pasajes más prósperos de su carrera: la gira estadounidense de presentación de Like a virgin. Durante dos noches seguidas llenó el célebre recinto, y durante las tres anteriores, otro local no menos emblemático de la Gran Manzana: Radio City Music Hall. Dado que la serie de conciertos había comenzado el 10 de abril en el Paramount Theatre de Seattle, fueron en total cuarenta actuaciones (casi una cada día) que dispararon la madonnamanía y reforzaron la idea de que estábamos ante la gran diva del pop de los ochenta.
Si hubiera que situar en el tiempo la fase de mayor gloria en la extensísima carrera de Madonna, sería 1985. A finales del año anterior, en noviembre, la Ciccone había publicado su segundo disco, Like a virgin. Aunque el primero, homónimo, la situó entre las primeras fuerzas del pop de la época, fue Like a virgin el que le dio el empujón definitivo. Sobre todo al single “Like a virgin”, que mezclaba deseo con inocencia virginal, lo que le valió algunas reprobaciones por parte de sectores conservadores y ligados a la Iglesia.
“Like a virgin” fue número uno en Estados Unidos durante seis semanas consecutivas. Pero no quedó ahí la cosa. El segundo single, “Material girl”, tenía un vídeo que trasladaba al espectador al glamour de la era dorada de Hollywood, siempre con el descaro y la ironía de la Ambición Rubia. Uno y otro sencillo posibilitaron que el álbum alcanzara el estatus de disco de diamante en Estados Unidos y hoy acumule ventas de más de 21 millones de copias en todo el mundo.
Así que a principios de 1985, y mientras su nombre sonaba además por el tema “Into the groove”, grabado para la banda sonora de Buscando a Susan desesperadamente, Madonna se dispuso a recorrer Estados Unidos para presentar a su creciente número de fans sus nuevas canciones y las del primer trabajo. Eligió como teloneros a Beastie Boys (quienes rapeaban sobre las bases de su DJ, un entonces semidesconocido Rick Rubin, hoy prestigioso productor). La gira suponía un desafió para la cantante, pues se proponía llenar recintos muy grandes cuando tan solo unos meses antes no había podido pasar de actuar en pequeños clubes.
El look de Madonna fue muy comentado esos días: las medias de rejilla con falda corta por encima, profusión de collares, crucifijos y amuletos… Lo había creado su amiga Maripol, diseñadora. Si en la próxima fiesta de disfraces te toca vestirte a la moda de los ochenta, copia su aspecto: era el prototipo. Tanto es así, que cientos de miles de jovencitas a lo largo y ancho del país adoptaron esa misma estética allá por 1985, acuñando una moda. Los medios se referían a esas chicas como wannabes. La gira de Live a virgin impactó también por ese encuentro entre la estrella y sus acólitas, que los reporteros inmortalizaron en instantáneas realmente impactantes.
Madonna - Dress You Up (Live from The Virgin Tour 1985) | HD
La industria de lencería en Estados Unidos experimentó un incremento sorprendente en sus ventas, y los ejecutivos no dudaron en admitir la influencia de Madonna en ese hecho. Las fans se apretujaban en los grandes almacenes Macy’s para comprar parafernalia al estilo de Madonna, obligando a la cadena a reponer existencias constantemente (algo bizarro: no esperaban que el stock de collares con crucifijos y guantes sin dedos pudiera agotarse nunca).
“Dress you up” (la canción que abría los conciertos), “Holiday”, “Into de groove”, “Everybody”, “Borderline”, “Like a virgin”, “Material girl”… El repertorio no podía ser más apetecible. El éxito, incuestionable. Las más de 17.000 entradas para los conciertos en el Radio City Music Hall volaron en 34 minutos. Más de 31.000 boletos para Filadelfia se despacharon en cuatro horas. Si a los beneficios por la venta de localidades sumamos los generados por los artículos de merchandising, se estima que la gira deparó más de 5 millones de dólares de ganancias (equivalentes a casi 15 millones de hoy). El concierto de Detroit se publicó en vídeo y llegó al número uno de los más vendidos. El fenómeno Madonna había comenzado.