The Smiths, rechazados por Linda McCartney, recibieron el visto bueno de Alain Delon para aparecer en ‘The queen is dead’
El tema que da título al álbum incluye un sample de una canción de la I Guerra Mundial

The Smiths en 1984: Andy Rouke, Mike Joyce, Johnny Marr y Morrissey / Mirrorpix
Su título provisional era 'Margaret on the guillotine', en clara referencia a Margaret Thatcher, a quien Morrissey consideraba una "bárbara". En su portada, un fotograma de un filme de Alain Delon. El actor francés había dado su consentimiento. Pero en los créditos no pudieron incluir a Linda McCartney. Eran fans de la mujer de Paul y le pidieron que tocara el piano en uno de sus temas. Ella declinó el ofrecimiento. Son solo algunas curiosidades del tercer álbum de The Smiths, 'The queen is dead', uno de los mejores álbumes de todos los tiempos.
Después de ‘The Smiths’ (1984) y de ‘Meat Is Murder’ (1985), el 16 de Junio de 1986 llegó ‘The queen is dead’, considerado una obra maestra del cuarteto de Manchester: Morrissey (vocalista líder y principal letrista), Johnny Marr (guitarrista), Andy Rourke (bajista) y Mike Joyce (batería). Es el disco que consolidó a The Smiths.
Una música diferente a cualquier otra, un estilo reconocible al instante y una inconfundible voz. Pocos álbumes han tenido un impacto tan duradero como ‘The queen is dead’. Además de romper barreras, esconde detalles peculiares que ni siquiera sus fans más devotos conocen.
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Para escribir los 10 temas que contiene, el grupo se escapó de las presiones de Londres y de su sello Rough Trade. Marr describió este periodo como un intento de “cerrarse al mundo exterior” para centrarse en el trabajo en nuevo material. Decidieron ‘esconderse’ en el Gran Manchester, en la casa que Johnny Marr había comprado en la localidad de Bowdon. El batería, Joyce, comparó la casa con el ‘Edificio Brill’ (edificio neoyorkino famoso por alojar estudios donde nacieron algunos de los temas más populares de América) debido a la intensidad creativa que allí se vivió con Johnny Marr y Morrissey escribiendo extensamente mano a mano, convirtiendo sus frustraciones con los medios y con la industria en letras de canciones. En hacer ‘The queen is dead’, The Smiths tardaron 18 meses.
‘The boy with the thorn in his side’ fue la primera canción del álbum que se completó. Se grabó en Junio de 1985 en los Drone Studios de Manchester. Marr recordaría después que la melodía la había compuesto mientras iba en el autobús de la gira de ‘Meat is murder’. Como curiosidad, este fue el primer single de los Smiths en ser acompañado de un video promocional, algo a lo que la banda se había resistido anteriormente. En 2003, Morrissey confirmó que es su canción favorita de The Smiths.
Otra singularidad que no conoce mucha gente es que el grupo pidió a Linda McCartney que colaborara con ellos tocando el piano en ‘Frankly, Mr Shankly’. El tema era un intento de recrear las ‘vibraciones de ‘Puppet on a string’ de Sandie Shaw.
Marr recordaba en una entrevista publicada en NME que Linda les había rechazado: "No mucha gente sabe esto, pero Morrissey escribió una postal a Linda McCartney pidiéndole que tocara el piano... Ella dijo que no, que no podía hacerlo, pero nos hubiera encantado que lo hiciera porque éramos grandes fans suyos".
‘The queen is dead’ fue una de las últimas canciones grabadas y la que abre el álbum. El tema usa un sample de una canción de la I Guerra Mundial - ‘Take me back to dear old blighty’ – que canta la actriz Cicely Courtneidge en un filme romántico británico de 1962 ‘The L-Shaped Room’ que en España se estrenó como ‘La habitación en forma de L’. La elección fue deliberada. La película es sobre una joven francesa, una mujer embarazada y soltera, que es tratada como una apestada. Encajaba perfectamente con la fascinación de Morrissey por los inadaptados sociales. El fragmento sampleado marca la pauta del álbum entero, mezclando nostalgia con rebelión.
‘There is a light that never goes out’ fue escrita por Morrissey y Marr en una maratoniana sesión a finales del verano de 1985. El guitarrista describió el proceso de grabación como "mágico" y comentó en Far Out: "Alguien me dijo que si lo escuchas con el volumen muy muy alto puedes oírme gritando 'That was amazin' (Eso fue increíble) justo al final". En Reino Unido no se publicó como single hasta 1992, cinco años después de la disolución del grupo. Hoy, es un himno de añoranza y evasión.
La portada es una imagen de Alain Delon. Corresponde a un fotograma de la película de 1964 ‘L’Insoumis’ dirigida por Alain Cavalier. En España se estrenó como ‘La muerte no deserta’. El actor francés les dio permiso para que utilizaran su imagen aunque, tal y como afirmaba Morrissey en su autobiografía, el actor mencionó que sus padres se sintieron consternados con el título del álbum. Un título que tomaron de la novela de 1964, ‘Last Exit to Brooklyn’, del escritor americano Hubert Selby Jr.
‘La reina está muerta’ dejó consternados a los padres de Alain Delon y se consideró demasiado extremo, pero podía haber sido más brutal y transgresor. Porque el título provisional del disco era ‘Margaret on the guillotine’, en clara referencia a la entonces primera ministra Margaret Thatcher, que posteriormente usó Morrissey en un tema de su álbum de 1988 ‘Viva hate’. Tras el fallecimiento de la estadista británica, Morrisey publicó una carta en la que, entre otras cosas, la llamaba “bárbara”.
Producido por Morrissey y Marr, con Stephen Street como ingeniero de sonido, la mayor parte del tercer LP de los mancunianos, se grabó en el invierno de 1985, uno de los más fríos en Inglaterra desde 1925, en los Jacobs Studios, en Farnham, Surrey. ‘The queen is dead’, permaneció 22 semanas en las listas de Reino Unido y figura en numerosas listas con los 'mejores álbumes de todos los tiempos'.












