Megan Maxwell y 'Nuestro largo adiós', su última novela que suena a Bruno Mars y Lady Gaga: “Cuando escuché la canción me enamoré de ella”

Hace dos años, Megan Maxwell invitó a algunos periodistas a Venecia para hablar de su última novela y allí que fuimos. Desde entonces ha lanzado varias más, y es que tiene como objetivo escribir tres al año. Pero ha sido en este 2025 cuando hemos vuelto a viajar con ella, en eta ocasión a Santorini donde se desarrolla gran parte de Nuestro largo adiós, una nueva historia de esas que despiertan multitud de emociones.

Bris, Andrea y Álvaro son los protagonistas que nos sumergen en una montaña rusa que lo mismo nos hacer llorar que gritar de rabia o enamorarnos. Esta novela no da descanso, cuando piensas que ya ha pasado lo más fuerte, llega algo que supera lo anterior. No da tiempo a respirar tranquila y es difícil hacer una pausa para asimilar todo lo que sucede porque engancha igual que el final de un capítulo de una telenovela que te hace querer saber qué viene a continuación.

Ibiza y Santorini son dos de las ciudades donde se desarrolla la historia y hemos viajado a la isla griega para recorrer la caldera en un barco como si de un grupo de amigos se tratara. Y es que Megan tiene esa facilidad de hacerte sentir en casa.

Pocas mujeres hay tan disfrutonas con todo y eso hace que sea la compañera de viaje ideal. Navegamos en un catamarán, vimos el atardecer en Oia sobre las cúpulas azules, visitamos la librería Atlantis, conocimos la noche de Santorini, comimos tzatziki y dolmades y compramos souvenirs entre otras cosas. Y entre todo eso charlamos un poco para conocer detalles de esta nueva novela que, como es habitual en ella, llega cargada de buena música, con especial protagonismo de la colaboración de Bruno Mars y Lady Gaga.

Pregunta: Eres una viajera nata y nos haces viajeros a los lectores, ¿qué te trajo a Santorini?

Respuesta: Cuando decidí escribir esta novela tenía claro que quería islas y quería dos islas que para mí son especiales. A Ibiza he ido mil veces, a Santorini no había venido nunca, pero siempre me habían dicho que eran muy parecidas, muy blancas. Me apetecía mucho que fuera Santorini, por venir aquí también, jajaja.

P: Nos hemos venido para acá el fin de semana. Después de escribir sobre este lugar, ¿qué es lo que más te apetecía conocer en persona?

R: La puesta de sol y la hora azul, que resulta que el guía no lo conocía, pero he leído sobre eso. También montarme en barco y dar un paseíto por la caldera. En el libro pongo que ella tiene un primo que tiene un barco y yo pensaba en lo que me gustaría darme una vueltecita. Ella lo hace por la tarde, yo lo he hecho por la mañana. También tenía muchas ganas de ir a la librería, que había leído que es la más bonita del mundo.

P: Hemos aprendido algo de vocabulario griego, algo de gastronomía griega, de sus costumbres, ¿qué has aprendido de esta cultura escribiendo la novela?

R: He aprendido cómo se dice gilip*llas, que es malaka, jajaja… He aprendido que son personas muy parecidas a nosotros, muy de costumbres y le dan mucha importancia a la comida, como en España. He escrito otros libros donde los protagonistas son italianos y me ha recordado mucho a España e Italia en la manera de ser de las personas. Veía sitios en internet preciosas y veo que es así. Es un sitio mágico.

P: Al final la novela es un auténtico canto al carpe diem, me has recordado mucho a Dani Martín, ¿cuándo adoptaste esa filosofía de vivir el presente?

R: Desde pequeña siempre he tenido esa filosofía. Soy madre de hija soltera y desde pequeña, cuando había cumpleaños, a mí no me invitaban y recuerdo que iba llorando a mi madre diciendo que no me habían invitado. ‘No pasa nada cariño’, me decía, ‘que nadie te haga sentir que tú eres menos que nadie’. Yo no lo entendía porque era una niña, pero según fui creciendo me empecé a percatar de los gestos de la gente y me di cuenta de dos cosas, que, si me enfadaba, yo pasaba un mal rato y que, si sonreía, les hacía pasar un mal rato a ellos.

P: Hay que ser muy maduro para llegar a esa conclusión.

R: Pero cuando creces en unas circunstancias, creces más rápido. Tuve mi época en la que me enfadaba, pero me di cuenta de que, si me enfadaba, mi madre sufría porque me veía crispada. Y dije, se acabó, vamos a por la sonrisa y me di cuenta que eso jod*a más a la gente porque lo que me decía no me hacía daño. Fueron pasando los años y eso se quedó en mí y si te fijas, casi siempre me estoy riendo. Hace tiempo que decidí ser así. El Carpe Diem hace mucho tiempo que decidí que fuera así y, sobre todo, desde que me divorcié. Es cuando más he dicho, ahora, a disfrutar siempre.

P: Muchos siguen diciendo que escribes novelas de amor, que sí, pero cada vez es algo más. De hecho, en esta novela, suceden muchísimas cosas y nos lleva a muchísimas reflexiones. Por ejemplo, sobre lo mucho que nos cuesta hablar de cómo queremos afrontar la muerte, ¿tú lo has pensado ya?

R: A mí no me cuesta nada hablar de este tema porque sé que me voy a morir. Lo afronto. Muchas veces les he dicho a mis hijos que, como por ley de vida, me voy a morir antes que ellos, tienen una semana para llorar, pero al octavo día para arriba porque, por mucho que lloren, no voy a volver. A mí se me han muerto personas que no han vuelto. Tienes dos opciones en la vida, o ser un p*to desgraciado o poner Dancing Queen y pensar que su madre estaría bailándola como loca. El tema de la muerte es duro porque nadie queremos hablar de ella porque significa pérdida y decir adiós, pero todos vamos a decir adiós en un momento dado. Vamos a tenerlo claro porque el día de mañana, cuando muera mi madre, sufriré muchísimo, pero la vida sigue. Es así. Hay muchos tabúes, pero más terrible es que pase y no sepas qué hacer con esa persona, por eso en el libro surgen esas dudas porque no lo habían hablado. Parece una tontería, pero es importante.

P: Otra de las reflexiones más destacadas de esta novela es la existencia, cada vez más habitual, de distintos tipos de familia, ¿crees que eso ya lo tenemos asumido en la sociedad?

R: No, cada vez se normaliza más, pero sigue habiendo muchos tabúes y gente con la mente muy limitadita. Hoy en día hay muchos tipos de familia y la convencional que conocemos, no significa que tenga que ser la mejor del mundo. Todavía hay gente que piensa que la familia convencional es lo que tiene que ser y a mí eso me saca los demonios. Por eso en este y muchos otros libros míos, saco muchos tipos de familia. La familia es la persona que te quiere, que te apoya y que está contigo al 100%. Tengo amigos que tienen familia y no tienen nada. Y a lo mejor, otros teniendo menos, tienen más. Luego está la familia que te da la vida y la familia de sangre y a veces, la que te da la vida, te soluciona más que la de sangre.

Yo me considero hetero, me gustan los hombres, pero si me gustaran las mujeres, ¿cuál es el problema?

P: Siguiendo con el tema, también planteas la existencia de familiares tóxicos, ¿crees que es algo más generalizado de lo que podamos pensar?

R: Los hay y no hay nada peor que tener a un lado un familiar tóxico y que tu pareja le escuche. Eso es lo peor de mundo mundial. Todos en un momento dado hemos tenido un familiar tóxico que más que sumarte, te resta. En este caso, lo bueno es que, al final, el chico se dio cuenta, que no siempre es fácil.

P: Todavía hablamos de dificultades para aceptar la homosexualidad, ahora que estamos en pleno Orgullo. Tú incluyes varias parejas tanto de chicos como de chicas.

R: Cuando me preguntan si escribo para hombres o para mujeres, digo que yo escribo para personas. Lo más bonito que te puede pasar en el mundo es que te enamores y se enamoren de ti otra persona, me da igual. Nos han metido en la cabeza que tiene que ser chico/chica… Yo me considero hetero, me gustan los hombres, pero si me gustaran las mujeres, ¿cuál es el problema? ¿Quién eres tú para decirme a mí lo que me tiene que gustar?

P: Creo que todavía queda que veamos estas parejas como algo normal sin que acarree un problema su condición.

R: Exactamente, yo intento que en mis novelas se normalice para que la gente lo vea como una más. En este caso, el problema es que la madre es una hija de p*ta tanto con un hijo como con el otro, es una puñetera egoísta que parece que no quiere que ninguno de ellos sea feliz. Realmente para ella es el qué va a decir la gente. Qué importa lo que diga la gente.

P: ¿Nunca te ha preocupado lo que diga la gente?

R: Nunca. ¿Cómo me va a preocupar siendo hija de madre soltera? Yo he crecido con eso y con que mi mejor amigo desde pequeñita era gay. He crecido siendo la hija de madre soltera y mejor amiga de un niño gay, que seguimos siendo amigos hoy en día. He crecido con una mentalidad muy adelantada al tiempo, siempre he estado luchando. A mi amigo le gritaban ‘mariquita’ cuando íbamos por la calle, yo me encendía y él me cogía y me decía, ‘¿dónde vas?’. Le daba igual, él me retenía porque yo era un toro miura.

Lo de la gestación subrogada me parece bien, entiendo que es polémico y, de hecho, mi hija me dijo que lo quitara porque crea mucha polémica, pero a mí me parece bien que haya personas que quieran tener hijos

P: También pones sobre la mesa cuestiones siempre polémicas como el aborto o la gestación subrogada, que no falte de nada.

R: Me lanzo y me meto en unos charcos que luego me pregunto por qué lo hago. El aborto tengo claro que cada una podemos decidir porque para eso es mi cuerpo. Igual que si me pongo el tinte rubio o moreno, yo puedo decidir, ¿no? Me quedé embarazada y no he querido abortar. He tenido dos hijos y un tercero se murió, el primero de todos, dentro de mí y me lo tuvieron que sacar. Yo nunca hubiera abortado, pero acepto que la gente quiera abortar. Mis circunstancias no son las tuyas y a lo mejor tienes que abortar por mil cosas, porque no puedes mantenerlo, porque te echan del trabajo… hablar es muy fácil cuando no te está pasando a ti. No me parece bien que la gente aborte alegremente porque para eso está la píldora, tienes que tener conciencia. No me parece que estés abortando porque te de guste o se te olvide ponerte un condón. Y lo de la gestación subrogada me parece bien, entiendo que es polémico y, de hecho, mi hija me dijo que lo quitara porque crea mucha polémica, pero a mí me parece bien que haya personas que quieran tener hijos y si tú quieres tener hijos y tú quieres prestar tu cuerpo porque encima vas a ganar dinero… es un mercadeo, pero pienso que no todo el mundo lo hace así. Quiero pensar, a lo mejor soy un poco ingenua, quiero pensar que hay personas que quieren ayudar a otras. Me gusta hablar de ello porque me parece bien que haya personas que no puedan tener hijos y puedan tenerlos. Me da mucha rabia que gente que quiera adoptar niños no lo hagan porque la gestión dura muchos años y esos críos están creciendo en los orfanatos, que crezcan en una casa. Puedo entender que haya gente que opte por la gestación subrogada en Rusia, en América o donde les dé la gana. ¿Qué hay controversia? Sí, pero yo lo he puesto y ya está. Mientras no hagas daño al de al lado, sé libre.

Es cierto que las mujeres, cuando tenemos niños, abandonamos muchas cosas y luego podemos retomarlas, pero el tiempo pasado no se recupera.

P: Hay algo que parece evidente, pero que no siempre lo es: “Ser madre no significa abandonar sueños”. ¿Esto es algo que siempre has tenido claro?

R: Yo en algún momento he abandonado por mis hijos. Sé lo que es abandonar sueños y luego tener que retomarlos. Ahora no lo haría, pero sabiendo lo que sé ahora. Pero es cierto que las mujeres, cuando tenemos niños, abandonamos muchas cosas y luego podemos retomarlas, pero el tiempo pasado no se recupera. Yo me he dado cuenta y por eso lo pongo en esta novela.

P: Vamos a la música que ya sabes que en LOS40 nos gusta investigar sobre las bandas sonoras de las novelas que son tan importantes en tu caso. El tema de Bris y Andrea es Don’t Speak de No Doubt. Y Bris, además, es bailarina de Gwen Stefani… ¿elección al azar o hay un por qué?

R: Gustos personales totalmente. Adoro esa canción, me encanta. Me lleva a Ibiza cuando era jovencita. Sandra se ríe mucho porque cuando vemos fotos, ellas son muy con vestiditos y yo era la de las botas militares, la diferente a todas. Con esa canción mis amigas se quedaban más paradas y yo me volvía loca. La he metido en muchos libros porque me gusta mucho.

P: Hombres G el grupo favorito de Penny y casi podríamos decir que de una generación –o varias-. Quién no tiene un recuerdo Hombres G. ¿Cuál sería el tuyo?

R: Mi momento Hombres G es esa canción porque la escuchaba con mis amigas cuando nos íbamos de fin de semana o llegaba el verano. Nos la poníamos y decíamos, vamos a pasárnoslo bien. La he puesto cuando ellos llegan a Ibiza a pasárselo bien porque recuerdo haber hecho lo mismo.

P: En esto de las referencias de la cultura pop que nos sitúan directamente en una época está Crazy in love de Beyoncé y Jay Z. Si un personaje comenta, ‘creo que están enrollados’, ya nos deja claro dónde estamos. ¿Son referencias que tienen en la memoria o que tienes que investigar?

R: Ese sí lo sabía, hay otros que los investigo un poco. A mí Beyoncé me gusta muchísimo. Me gustaba más la de antes que la de ahora. Cuando empieza con el rapeo, como que me pierdo un poco y con el country, para qué queremos más. Pero ese cotilleo lo conocía, hay otros que tengo que buscar porque entiendo de música, pero no soy una especialista.

P: Ella Fitzgerald, Nina Simone, Stevie Wonder, Etta James… estás en un mood muy soul, jazz… ¿de dónde vienen esas referencias?

R: Viene por mi padre y mi madre, la música que yo escuchaba en casa cuando era pequeña eran los discos de Etta James. Era graciosísimo porque mi madre ponía esos discos y mis vecinos estaban escuchando Manolo Escobar. Cuando iba a la base en Alemania, era la música que escuchaba y cuando venía aquí la escuchaba porque mi madre tenía muchos discos de Elvis Presley, Etta James, porque eran de la época en la que ella conoció a mi padre, de los 60, tenía muchos discos de entonces. Para mí era algo normal, pero luego decía a mi amigo que me gustaba mucho Etta James y no sabía quién era.

P: Dirty Dancing, Grease, Mamma Mía… ¿eres muy de musicales?

R: Adoro Mamma Mía. Vamos a muchos musicales en Madrid. El musical de Mamma Mía lo hemos visto tres veces, me gusta. Hemos visto muchos porque me encantan, los disfruto muchísimo.

P: Y frente a estos clásicos, tenemos temazos super contemporáneos como los de Bruno Mars, ¿qué te transmite a ti este cantante?

R: Es uno de mis cantantes preferidos, tiene un tono de voz que me relaja, cante lo que cante. Y tiene un puntito soul que me gusta mucho. Y me transmite felicidad y romanticismo. Tiene una voz… le estuve viendo en Madrid hace años y lo estaba escuchando en directo y era como si lo estuviera escuchando en el disco porque canta exactamente igual. Y cuando me enteré que iba a salir una canción de Bruno Mars con Lady Gaga que es la cantante preferida de mi hija con mi cantante preferido, tenía que ser la bomba. Y cuando escuché la canción me enamoré de ella.

P: ¿Recuerdas la primera vez que la escuchaste?

R: En Amsterdam. Salió en agosto del año pasado y estábamos en Amsterdam pendientes de que saliera. La escuchamos las dos y según terminó dije, me acabo de enamorar de la canción y la escuchamos en bucle. La letra es una pasada. Como iba a escribir este libro y sabía de qué iba, tuve claro que esta era la canción de mi libro. Me voy a despedir de ti, aunque no quiera… Qué bonita.

P: Hay concierto de Harry Styles en la novela, ¿tú le has visto en directo?

R: Lo hemos visto como dos o tres veces. Vamos a muchos conciertos Sandra y yo. Ahora vamos al de Jennifer Lopez, al de Maxwell, al de Lady Gaga…

P: Hablando de conciertos, he visto que este año has ido en dos ocasiones al Metropolitano: Lola Índigo y Ed Sheeran, ¿cuál disfrutaste más?

R: Los han llevado allí, qué vamos a hacer. Me gustan más en el Movista Arena, el estadio se me hace muy grande. Voy porque hay que verlo y nos gusta, pero si me lo pones en un sitio más pequeño, lo prefiero. Además, en el Movistar ya tenemos la zona de siempre, a la izquierda del escenario. Siempre compramos las entradas en el mismo sitio.

P: Esto es curioso, eres una de las autoras top del país y no te invitan, tienes que comprar tus entradas.

R: El otro día me enteré tarde de que iba Texas al Botánico y escribí para ver si había alguna manera de conseguir entradas. No quería que me las regalaran, pero que me dijera cómo conseguir dos entradas. ‘Lo sentimos mucho, pero ya no hay espacio’, me dijeron. Pero es verdad que mucha gente me dice que me regalan las entradas y no, me las pago yo. Solamente me regaló una vez Alejandro Sanz, pero porque fui a comprarme la entrada y se habían agotado en un minuto y la que yo me quería comprar por 300 pavos la revendían por 500 y le escribí un privado. Y le dije que no quería que me las regalara, que quería comprarlas, pero me regaló dos.

P: Eres una de las autoras más prolíficas de la literatura españolas, más de 60 novelas, ¿de dónde sacas tantas historias y, además, sin repetirte?

R: Yo creo que la vida está llena de historias irrepetibles. Me repito en que las personas se enamoran, pero pienso que la vida está llena de personas con diferentes historias. Tengo un cuaderno de ideas y lo consulto de vez en cuando.

P: No creo que haya más autoras que publiquen tres novelas al año como tú.

R: No, pero el año que viene quiero hacer dos porque estoy un poco cansada. Estoy de 9 a 9 en el ordenador de lunes a viernes. Los fines de semana me los dejo libres a excepción del fin de semana anterior a cuando tengo que entregar. Son muchas horas, yo no quiero ser la más rica del cementerio, soy disfrutona y me gusta vivir y hacer cosas y muchas veces no las hago porque no tengo tiempo. Hay quien se da el lujo de comprarse un jersey de Armani, yo me doy el lujo de ir a un concierto. Yo prefiero el momento que el postureo.

P: Ya estás trabajando en lo próximo. ¿Qué estás escuchando últimamente?, para saber el mood en el que está tu nueva historia.

R: La última que he escuchado es Last Christmas, de Wham!, porque estoy con una novela de Navidad. Soy muy forofa de la Navidad y las películas de Navidad y siempre había querido escribir un libro de Navidad y nunca veía el momento y el año pasado lo hice y me gustó mucho y como funcionó, estoy escribiendo otra.