Kesha lanza nuevo álbum: el primero sin el productor que abusó de ella durante años
La artista de California ha creado su propio sello

Kesha saliendo del estudio de la CBS en Nueva York. / Raymond Hall
Kesha celebra su independencia artística con el lanzamiento de su nuevo álbum: . (punto). Un trabajo que no solo inaugura una etapa de libertad creativa, sino que también recupera la esencia más genuina de su música. El disco, publicado este 4 de julio —día de la independencia en Estados Unidos—, es el primero que edita bajo su propio sello, Kesha Records, y también el primero en el que posee todos los derechos.
A sus 38 años, la artista ha decidido dejar atrás todo lo que la retuvo durante años y apostar por un proyecto que, en sus palabras, "es todo mío". A través de este disco, la californiana no solo se reafirma como compositora, intérprete y productora, sino también como alguien dispuesta a pasárselo bien de nuevo en el estudio.
Ese disfrute se nota. Desde los primeros segundos del disco se respira una energía nueva, una instrumental intencionada que simula un comienzo. "Quería capturar los momentos en los que me sentía libre, segura, feliz, juguetona", ha explicado a la revista People. Y eso se traduce en un álbum divertido, en el que vuelve a coquetear con los sintetizadores, el pop y la actitud despreocupada que la hizo un fenómeno global con Tik Tok, pero ahora desde un lugar muy difícil al que regresar cuando lo ha pasado tan mal.
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Ese contraste emocional se refleja en las letras. En 2023, Kesha cantaba en Happy: "pero si me preguntas ahora, lo único que he querido es ser feliz". Dos años después, en su nuevo tema FREEDOM, lanza una frase que siente como una celebración personal: "solo bebo cuando estoy feliz y ahora mismo estoy borracha". El mensaje es claro: después de tanto tiempo deseándolo, por fin está disfrutando del presente.
Una de las canciones más comentadas del disco es Cathedral, una pieza en la que la artista mezcla la autoestima y la redención. En ella, canta versos como: "el dolor era mi ritual, el miedo mi religión, pero yo era la que necesitaba perdón. Yo soy la catedral". Es un tema que bien podría considerarse el manifiesto emocional de esta etapa.
El significado de la portada
Junto al lanzamiento, Kesha ha hecho un gesto visual que no ha pasado desapercibido: ha actualizado las portadas de todos sus álbumes anteriores en plataformas digitales, añadiendo un punto rosa en cada una. Cuanto más antiguo el disco, más grande el punto. En su nuevo trabajo, ese punto apenas se percibe, como si el miedo y el peso del pasado que antes ocupaban tanto espacio hubieran encogido, sin desaparecer del todo, pero ya sin dominar la imagen.
Si alguna vez pareció que su voz se apagaba entre litigios, presiones y abusos de poder, hoy esa voz suena valiente y dispuesta a volver a jugar. Porque si algo transmite este disco es que Kesha solo buscará un hueco donde haya espacio para brillar.

Lola Rabal
Recién graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la URJC. Viví en Chicago, donde descubrí...