Nothing compite contra los mejores con su nuevo Phone(3)

Nothing vuelve a la carga con un nuevo terminal para su serie principal de teléfonos, casi dos años después del lanzamiento de Phone(2).

La compañía de Carl Pei no quiso cumplir con el lanzamiento anual que la industria ha (casi) establecido como estándar para las compañías. Decidieron darle una pensada ‘extra’ y encontrar algo diferente con lo que sorprender como siempre hacen. Hoy, llega Phone(3) a las tiendas y por mucho que hayáis leído es posible que no tengais claro todavía qué tipo de teléfono está lanzando Nothing al mercado. Vamos a contaros cómo es la vida con un Phone(3) en el bolsillo y seguro que os ayudamos a averiguar si sois el usuario adecuado para este peculiar teléfono.

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Lo primero que debe quedar claro con este teléfono es que Nothing ha dado el salto a la primera división, dejando clara la distinción dentro de la marca entre los términales de gama media, ahora liderados por el Phone(3a) Pro y los términales de gama alta (o flagships), que tienen ahora este Phone(3) como punta de lanza. Esta aclaración será clave a la hora de valorar el terminal y enfrentarlo a la competencia.

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En tecnología los números, los chips y las cámaras son muy importantes, y hablaremos de todo ello, pero con Nothing las cosas siempre tienen que empezar por el diseño.

Phone (3) es un terminal muy atrevido; uno de los diseños más osados de Nothing y uno de esos que dividen al público, al menos hasta que tienen la posibilidad de tenerlo en sus manos. Y precisamente eso es lo que me pasó a mí; el diseño de Phone(3) llamó mucho mi atención cuando se reveló, pero no acababa de saber hasta qué punto me gustaba hasta que lo tuve en mis manos.

El diseño del panel posterior de este Phone(3) es especialmente complicado; uno de esos diseños que te hace pensar que no entiendes lo suficiente de la materia. Reniega por completo de cualquier tipo de simetría y renuncia también a la armonía a simple vista; sin embargo, lo que parece inquietante la primera vez, poco a poco va ganando terreno en la mente y acaba complaciendo y lo hace ofreciendo algo diferente y especial.

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Encontramos dos cámaras de igual tamaño y en linea y una tercera, períscópica que descansa tangete al marco del teléfono, que tiene especial mérito porque ha sido encajada en la placa base del dispositivo y no sobre ella, para evitar elevar el módulo de cámaras. Junto a las cámaras; dos círculos de igual tamaño que esconden el flash y el nuevo ‘Glyph Matrix’ (del que ahora hablaremos) y, debajo de las cámaras, un elegante degradado de blancos de esos que ignoras en foto por completo y que llama mucho tu atención cuando lo tienes delante y un cuadrado rojo como detalle que se ilumina cuando grabas video.

El marco plano metálico sigue siendo de la escuela iPhone; a la izquierda los botones de volumen y a la derecha el botón de encendido (que vale para lanzar la cámara y para acceder a Gemini también) y un segundo botón creado para el acceso a “Essential Space”, donde guardar cualquier cosa que llame vuestra atención, con capturas de pantalla y notas de voz simultáneas a un solo “click” de distancia.

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Y parece buen momento para hablar del ‘Glyph Matrix’; esa pantalla circular de la parte posterior creada para potenciar la comunicación con el usuario aun cuando el teléfono descansa boca abajo en la mesa y, ¿Por qué no? También para jugar un poco con él.

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Esa pantalla es la evolución de las luces ‘Glyph’ de Nothing. Unas luces que habían sido creadas para notificar al usuario. Sincronía con los tonos de llamada, asignación para diferentes contactos o compatibilidad con aplicaciones para crear una cuenta atrás visual eran algunas de las posibilidades, pero parecían haber llegado a su límite de productividad. Con Glyph Matrix, tenemos una mini-pantalla LED en el panel posterior del teléfono que podrá darnos información básica pero relevante, como alertarnos de mensajes recibidos o llamadas entrantes, algún dato de valor como la batería restante del dispositivo y juegos como “la botella”, para decidir quién paga la ronda.

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Si estamos ante un trocito de hardware anecdótico o si llega a convertirse en algo que pueda potenciar nuestro día a día es algo que solo el tiempo lo dirá. De momento, para un servidor y con el tiempo limitado que hemos tenido con el teléfono hasta hoy, ha sido un reclamo del que hablar, algo diferente que comentar en la mesa y de lo que todo el mundo quiere opinar, pero todavía no ha encontrado ese hueco indispensable en mi vida.

Pero no todo en este Phone(3) es diseño y nuevas ideas. Nothing ha querido llevar este terminal a la más dura de las competiciones tecnológicas; esa que libran Samsung, Apple, Google, OnePlus y alguna otra cada año. Para ello, han tenido que poner a punto el hardware de Phone(3) y asegurarse de que no falta nada.

Encontramos una pantalla brillante y vibrante que puedes poner al lado de cualquier otro terminal sin miedo a perder la batalla, funcional bajo el sol castigador (hasta 4500 nits de pico de brillo) y con una resolución justa de 1.5K, sin excesos innecesarios en la densidad de pixeles de esos que el ojo humano jamás podría captar. Es cierto que la frecuencia de refresco adaptativa, pese a que alcanza los 120 Hz como manda el canon del buen flagship, solo puede bajar hasta 30Hz frente a la mayoría de sus rivales, que pueden bajarla hasta 1Hz y ahorrar batería en momentos en los que no es necesario más refresco, como una pantalla negra con un reloj. No es un contra demasiado duro y su único reflejo sería en términos de batería, pero ahí está.

Ya puestos, mencionaremos que la batería de 5150mAh se comporta todo lo bien que esperaríamos. Con el uso moderado que yo hago del móvil y pensando que lo he toqueteado más de lo normal porque lo estaba poniendo a prueba, he llegado al segundo día todavía con batería suficiente para seguir arriesgando, pero me gusta jugar sobre seguro y cargar cuando tengo un rato para olvidarme del tema que, además, con 65W de carga la cosa se solventa con bastante celeridad. Con esto quiero decir que la batería con el teléfono recién salido de la caja no va a ser un problema y con un Snapdragon 8 Gen 4 y un sistema operativo tan sobrio y limpio como NothingOS, esperamos que con el tiempo tampoco se acuse demasiado.

Con todo esto sobre la mesa, nos faltan las cámaras; parte importantísima de un teléfono de gama alta y una de las más comparadas a la hora de sacar la tarjeta a pasear.

Como todo ‘flagship’, Phone(3) tiene un sistema de tres cámaras en la parte trasera. Una cámara principal, un teleobjetivo (3x) y un gran angular. La cámara principal es simplemente perfecta; tan buena como la de Google Pixel, OnePlus o iPhone. Tendréis fotos mejores y fotos peores que en la competencia y muchas dependerán del gusto personal de cada uno, pero rara vez tendréis queja de ese sensor.

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El gran angular cumple y es ‘muy’ angular. Pero es una cámara que no uso nunca y que pruebo muy poco. En las capturas que he hecho, que han sido muy estáticas y de corte arquitectónico, no he tenido ningún problema.

Con el teleobjetivo, un 3x óptico con un zoom digital de 6x, no he tenido la misma experiencia. Es mi cámara favorita (siempre lo digo), la distancia focal equivalente de unos 70mm es una de las más equilibradas y agradecidas para cualquier tipo de fotografía y pese a que he conseguido fotos espectaculares (en ocasiones incluso mejores que las del OnePlus 13 y las del Pixel 9 Pro que tenía cerca para comparar), también he notado cositas (casi seguro todo de software) que mencionaremos para que consten en acta (aunque estoy seguro de que desaparecerán en futuras actualizaciones).

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Todo gira en torno a la velocidad de obturación (lo rápido o lento que el móvil captura la imagen). En primer lugar, he notado un ‘halo’ (o falta de definición) en algunos elementos de algunas imágenes (o en la totalidad de la imagen). Totalmente injustificada, ya que algunas de ellas eran capturas en condiciones de luz excelentes ya velocidad de obturación en esas condiciones nunca es un problema. Tengo la sensación de que se deben a la creación por software del HDR que, en ocasiones, no combina las diferentes exposiciones de las fotos con toda la finura que debería, debido a que hay (micro)diferencias entre las diferentes tomas que el móvil hace de forma automática.

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Es raro, ocurre de vez en cuando y no es un deal-breaker. Estoy seguro de que estará completamente solventado en pocos días en alguna actualización.

Por otra parte, he tenido algún que otro problema con la velocidad de la captura en sí. Cuando hay sujetos u objetos en movimiento en una captura, que hay un pequeño ‘delay’ entre la pulsación para hacer la fotografía y la captura real de la imagen. De hecho, el teléfono llega a enseñarnos la imagen que creíamos haber hecho y cambia medio segundito después a la toma real.

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En este tipo de situaciones, pero en condiciones de baja luminosidad, también será fácil que la velocidad de obturación no cumpla y el/los sujeto/s salgan un pelín borrosos. Pasa en las mejores familias y siempre se puede repetir la foto.

Casi todos los problemas de obturación los he tenido en la cámara telefoto, que tiene una lente f2.68 (menos luminosa que la principal, pero idéntica a la que encontramos en la competencia). De nuevo, todo me lleva a pensar que es un problema de software y que será solventado en pocos días.

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Esa misma cámara, puede utilizarse para fotografía de detalle (macro) y nos dará imágenes espectaculares que revelarán, por ejemplo, lo sucio que tenemos el teclado. No, pero en serio, espectaculares de verdad.

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He utilizado este Phone(3) unos cuantos días y tengo la sensación de que cumple con todo. Brilla por su diseño, porque es diferente y porque presenta pequeñas sorpresas como ese Gliph Matrix (que el tiempo nos dirá si es algo más que una “pequeña sorpresa”). Tiene potencia de sobra sin ser el más potente y el sistema operativo se encarga de que no notemos que no es el más potente, simplemente funciona de maravilla. Siempre. Además, una pantalla excelente y un sistema de cámaras muy bueno que estoy seguro de que mejorará en los próximos días.

Tengo la sensación de que Nothing se compra por el diseño y una vez lo pruebas, te quedas por como funciona. Antes, si comprabas Nothing, tenías que conformarte con un muy buen terminal de gama media, eligieras el modelo que eligieras. Ahora, con los Phone(3), pues tener la experiencia Nothing en lo más alto de la gama media o compitiendo con los mejores del mercado.