Nintendo y LEGO de la mano otra vez para presentar esta deliciosa GAME BOY

¿Te acuerdas de la sensación de soplar los cartuchos de tu vieja NES antes de enchufarlos? Pues aquella consola de 8 bits que LEGO inmortalizó en 2020 —televisor manivela incluido— fue solo el calentamiento. La compañía danesa vuelve a pulsar la fibra nostálgica con una recién desvelada Game Boy, una réplica casi a escala real de la portátil más mítica de Nintendo, que ya puede reservarse y llegará a tiendas el 1 de octubre por 59,99 € (sí, menos de lo que cuesta hoy un juego de Switch).

El modelo tendrá 421 piezas y, pese a no llevar nada de electrónica, recrea cada detalle reconocible: la carcasa gris “ladrillo” con su altavoz frontal, la cruceta y los botones magenta que todavía piden que les des caña, e incluso los diales de volumen y contraste. La gracia extra está en los cartuchos construibles de Super Mario Land y The Legend of Zelda: Link’s Awakening que se insertan en la ranura trasera. Cada uno llega con una pantalla lenticular: inclinas la consola y el logo de Nintendo cobra vida o Mario da sus primeros pasos en el Nivel 1‑1. Nada mal para algo hecho solo de plástico ABS.

El lanzamiento confirma que la alianza Nintendo‑LEGO no es flor de un día. Arrancó de forma tímida en 2020 con la línea interactiva Super Mario —aquella figura de Mario con pantallitas LCD que reaccionaba al moverla por circuitos llenos de Goombas y bloques sorpresa— y subió un peldaño con la mastodóntica NES de 2 646 piezas y la posibilidad de hacer correr a Mario dentro de un televisor de manivela. El año pasado Nintendo cedió por fin otra de sus joyas: el Gran Árbol Deku de Zelda, un 2‑en‑1 de 2 500 piezas que se puede montar en versión Ocarina of Time o Breath of the Wild y que agotó existencias en un abrir y cerrar de ojos.

Con la portátil ya cubierta, los fans ahora tendrán el ojo echado ya a Super Nintendo o a ese inconfundible cubo morado que fue GameCube. LEGO, por su parte, sigue pisando el acelerador con la línea Mario Kart recién estrenada —karts, pistas y caracolas rojas listas para decorar cualquier estantería gamer—, dejando claro que la mezcla de ladrillo y píxel todavía tiene un buen puñado de vidas extra.

Así que prepara el estante, saca tu colección de cartuchos (o desempolva aquel ladrillo gris original para compararlo) y anota la fecha: 1 de octubre. Todo apunta a que vamos a construir la historia de Nintendo ladrillo a ladrillo.