ROSALÍA anuncia su gira 'LUX Tour'. Fechas, ciudades, entradas y más

Muere Tom Lehrer, el cómico, músico y prodigio matemático que se graduó de Harvard a los 18 años

Su aguda mente satírica y su talento musical lo convirtió en una figura de culto desde los años 50.

Tom Lehrer. / Anthony Pidgeon

Tom Lehrer, el legendario satírico musical, matemático y profesor universitario, ha fallecido a los 97 años en su casa de Cambridge, según confirmó su amigo de toda la vida, David Herder.

Lehrer, nacido en 1928 en Nueva York, fue un prodigio académico que se matriculó en Harvard a los 15 años y se graduó en matemáticas a los 18. Sin embargo, fue su aguda mente satírica y su talento musical lo que lo convirtió en una figura de culto desde los años 50. Con sus canciones, Lehrer ridiculizó con elegancia temas como la política, la religión, la guerra y la cultura popular.

Acompañándose al piano con un estilo que recordaba a Gilbert y Sullivan, Lehrer combinó humor negro e ironía. Su influencia se extendió a generaciones posteriores de humoristas y músicos, incluyendo a Randy Newman y “Weird Al” Yankovic. Incluso el actor Daniel Radcliffe lo citó como una de sus mayores inspiraciones.

A pesar de su éxito, Lehrer abandonó en gran medida su carrera musical en los años 70 para centrarse en la enseñanza, impartiendo clases de matemáticas en Harvard y en la Universidad de California en Santa Cruz, entre otras hasta bien entrados sus 70 años. En un gesto que reflejaba su espíritu generoso y su desdén por el lucro, en 2020 liberó todos los derechos de autor de su obra, permitiendo su uso libre y gratuito.

La obra de Tom Lehrer

La obra de Tom Lehrer es un hito en la historia de la sátira musical del siglo XX. Lehrer utilizó el piano y su agudo ingenio para componer canciones que desafiaban las convenciones sociales, políticas y religiosas de su tiempo. Entre los años 50 y 60, publicó tres álbumes que se convirtieron en clásicos de culto: Songs by Tom Lehrer (1953), More of Tom Lehrer (1959) y That Was the Year That Was (1965). Sus letras, cargadas de ironía y humor negro, abordaban temas como la guerra nuclear, la hipocresía religiosa, el racismo y la contaminación ambiental.

Canciones como Poisoning Pigeons in the Park, The Vatican Rag o The Elements (una lista cantada de los elementos químicos al ritmo de Gilbert & Sullivan) son ejemplos de su estilo único: culto, provocador y sorprendentemente accesible.