John Cena valora el resultado de su trasplante capilar y lo que ha influido en su vida: “No creo que sea una vergüenza”

Cuando nos habíamos empezado a acostumbra a un John Cena con calva, resulta que el actor va y se somete a un trasplante capilar para mostrarnos una nueva imagen suya. Aunque siempre ha generado mucho debate, como cualquier tipo de retoque estético, él está más que encantado con haber tomado la decisión.

"Odio el hecho de que, si no hubiera tanta vergüenza, me lo habría hecho hace 10 años. Pensé que estaba solo, pero siete u ocho de cada 10 hombres sufren de pérdida de cabello o calvicie", admite en una entrevista con People.

"Mientras intentaba ocultar mi pérdida de cabello, el público lo sacaba a la luz. Vi sus carteles que decían 'El John Cena calvo'. Me presionaron para que fuera a ver qué opciones tenía", reflexiona sobre los motivos que le llevaron a tomar esa decisión.

“Ahora tengo una rutina: terapia de luz roja, minoxidil, vitaminas, champú, acondicionador, y también me hice un trasplante de cabello el noviembre pasado”, confiesa.

“No hacen nada más que mover el cabello, uno por uno, de una zona a otra", explica sobre el procedimiento en lo que parece un intento de quitarle hierro a este tipo de procedimiento, “si alguien me va a criticar por eso, no creo que sea una vergüenza”.

Ahora, no puede estar más contento. "Cambió por completo el curso de mi vida", asegura con rotundidad. Ese luchador que tan bien se le da ofrecer espectáculo, bien arrasando en una Comic-Con con su álter ego de superhéroe, Peacemaker como desnudo en los Premios Oscar, resulta que también tenía sus inseguridades.

Una estrella de WWE

Como muchos jóvenes de los 80, se enamoró de la lucha libre en cuanto la vio en MTV. Empezó su trayectoria en el mundo del fitness a los 13 años, cansado de las palizas de los acosadores, y le pidió a su padre unas pesas. "Me molestaban por vestirme o actuar de cierta manera", dice. Pero la experiencia "me hizo darme cuenta de lo que era importante en mi vida. Me esforcé al máximo por ser yo mismo. Y como un chico de 12, 13 o 14 años que aún no tenía la mente completamente formada, simplemente supe: 'Oye, tío, no dudes. Simplemente sé tú mismo'. Eso fue lo que me ayudó".

Y así fue como se labró una larga carrera en la WWE. Ostentaba el récord de la racha más larga de un luchador profesional sin convertirse en un "malo", hasta el 1 de marzo, cuando venció a Cody Rhodes y se unió a su rival Dwayne "La Roca" Johnson en un impactante cambio de rol.

Un mes después, se aseguró el título de G.O.A.T. (el más grande de todos los tiempos) con su 17.º Campeonato Mundial de la WWE, convirtiéndose en el luchador profesional más condecorado de todos los tiempos.

En 2025 anunció que se retiraba del ring porque la edad es un factor que influye, recordemos que tiene 48 años. “No soy tan fuerte ni tan rápido como antes. Me prometí, cuando empecé a ganar notoriedad, que cuando fuera un paso más lento, iría, porque habrá chicos con la misma hambre que yo que se han ganado una oportunidad para ver si pueden lograrlo”, asegura.

Ahora se retira con ese cambio de look que tan bien le ha sentado.