“Nunca había visto la tristeza en mi casa hasta ese día”: Juanes revela cómo la tragedia de su hermana moldeó toda su vida
El colombiano ha recordado el fallecimiento de su hermana Luz Cecilia en 2019, que estuvo 27 años en coma tras unas complicaciones durante el parto
Juanes en la gala Person of The Year de los Latin Grammy dedicada a Carlos Vives en Miami, 13 de noviembre de 2024. / John Parra
Lleva más de 25 años de trayectoria, sin embargo, Juanes tiene claro cuál ha sido el momento vital que ha moldeado su carrera a todos los niveles. Lo ha contado abiertamente y con total sinceridad en Más que titulares, el podcast de la chilena Javiera Quiroga.
La periodista y economista ha querido preguntar sobre ese episodio tan oscuro sin rodeos. Y no se trata de una vida de excesos y presiones debido al precio de la fama (que también, sufrió cuando llegó a la cima y más tarde, ya como estrella consolidada a los 38 años), sino a una tragedia familiar de la que tuvo que ser testigo a principios de los 90 cuando su hermana Luz Cecilia entró en coma tras unas complicaciones en el parto. Un coma en el que estuvo inducida durante 27 años antes de fallecer finalmente en 2019 ―año en que, precisamente, fue homenajeado como Person of the Year en la semana grande de los Latin Grammy―.
"Ese es el golpe más duro de mi vida. Lo de mi hermana fue demasiado loco porque ella era muy joven, estaba muy saludable y era nuestra primera 'nieta'. Entonces, todo el mundo feliz; 'voy a ser tío'. Era como una celebración familiar", confiesa.
Cuenta que cuando entró (en la habitación), "encuentro la cama tendida y a mi mamá y a mi tía llorando. Y las luces apagadas. Yo digo: '¿Qué pasó aquí?". "Ahí fue cuando me dijeron que se la habían tenido que llevar otra vez, que había tenido una emergencia", añade.
Fue, ahí, en ese preciso instante, cuando su "historia" dio un volantazo irremediable: "Moldeó mi vida y mi familia, y mi música... y mi todo. Porque fueron 27 años. Fue un proceso demasiado lento, difícil Y yo como que con más ganas me aferraba a la música, me aferraba las ganas de hacer mi carrera, de superarme...".
Lo más impactante es oírle decir cómo aquel revés le hizo conocer una nueva emoción nunca antes experimentada. "Nosotros fuimos una familia feliz hasta ese momento. Ese momento llegó y fue un antes y un después; yo nunca había visto la tristeza en mi casa hasta que llegó ese momento".
Del mismo modo, recuerda la incertidumbre de no saber si la persona postrada en una cama de hospital es capaz de sentir o de escuchar lo que ocurre a su alrededor. "Es muy loco, porque la persona está ahí, pero no sabes si está. Está en la cama, abre los ojos, reacciona a ciertos sonidos, ¿sabes? Pero no hay conexión con nada, de ningún tipo. Y nunca supimos: pasaron 27 años en donde no hubo ninguna (señal o reacción)... Nada, cero".
"Fue muy triste sentir que ella falleció y que todos descansamos", admite con resignación. "Todos la miramos y dijimos: 'Dios mío, no, si ya...". Esta situación le ha hecho mirar y tratar a la gente con mucha más empatía, porque, al final, "cada persona lleva una cruz, un lío en su familia, lleva algo siempre. La vida no es fácil para nadie, pero hay que aprender y tratar de seguir para adelante. Eso es parte de la vida".