Dos años de 'The Rise and Fall of a Midwest Princess': cómo Chappell Roan estuvo a punto de rendirse antes de convertirse en icono pop
Repasamos la trayectoria de una de las popstars del momento

Actuación de Chappell Roan en el festival Sziget el 11 de Agosto de 2025 / Didier Messens
Un 22 de septiembre de 2023 la música cambió tal y como la conocíamos. Chappell Roan publicó su primer disco The Rise and Fall of a Midwest Princess y puso la industria patas arriba. Chappell es una joven de Misuri; muchos piensan que saltó a la fama gracias a este debut, pero lo cierto es que Kayleigh Rose, nombre real de la artista, llevaba años luchando por su merecido hueco en el pódium del pop. ¿Cómo pasó de trabajar en una tienda de donuts a convertirse en uno de los iconos queer más importantes y en una de las artistas pop más cotizadas del momento?

Orígenes de una estrella
Sus primeros pasos comenzaron hace más de una década: en 2015 ya subía versiones a YouTube. En 2017 publicó su primer EP, School Nights. Sin embargo, pasó casi desapercibido y su discográfica, Atlantic, terminó despidiéndola en 2020. Craso error: a veces la clave está en tener paciencia y confiar en el proceso.
Ese tiempo de barbecho le permitió madurar su concepto artístico, su estética y el tipo de música que quería hacer. En 2018 escribió uno de sus futuros grandes himnos, Pink Pony Club, que narra la historia de una joven de pueblo que encuentra su liberación al convertirse en stripper en West Hollywood. Tres años más tarde decidió lanzarlo, pero en aquel momento el tema no tuvo repercusión. A esto se sumó que la artista atravesaba una ruptura amorosa y recibió un diagnóstico de trastorno bipolar.
LOS40
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De vuelta en Misuri trabajó como niñera y camarera, pero Chappell no es una quitter (no abandona así de fácil). Se dio una última oportunidad: regresó a Los Ángeles decidida a dejarse la piel por su sueño y comenzó la producción de su disco junto a Dan Nigro, productor responsable del éxito de Olivia Rodrigo.
El éxito absoluto
Tres años después, Chappell ya era un fenómeno de masas. No fue suerte ni casualidad: estaba lista, en el lugar justo y en el momento justo. Vivíamos un punto de inflexión cultural y Roan llegaba con temazos y una estética mucho más consolidada.
Además, ganó muchas tablas gracias a sus actuaciones en festivales como Coachella, Lollapalooza o Governors Ball, que impulsaron su disco hasta lo más alto de las listas en EE. UU.
En 2024 lanzó su primer sencillo tras el álbum: Good Luck, Babe!. Fue un éxito tanto en listas como en redes, en gran parte gracias a su viralidad en TikTok. La canción cuenta, con tono irónico y actual, cómo se enamoró de una mujer que salía con un hombre, aun sabiendo que era lesbiana pero incapaz de asumirlo. Se convirtió en un himno queer que dio voz a muchas mujeres que habían vivido situaciones similares.
En 2025 su consolidación fue total: su imagen como icono cultural se reforzó y además recibió el Grammy a Mejor Artista Nueva.
La clave de una gran carrera
Chappell es necesaria: un icono queer, una drag queen y una artista de los pies a la cabeza. Su performatividad aporta autenticidad y permite que su público explore lo más genuino de sí mismo. Es aire fresco en una escena dominada por la normatividad, sedienta de nuevos talentos y formatos.
Ver a una artista como Chappell, que combina travestismo con letras claras y directas sobre dilemas amorosos lésbicos, supone un paso enorme tanto para la industria como para el desarrollo cultural contemporáneo. Estamos ante una nueva ola de artistas y de performance.
Años llenos de trabajo
Este último año la cantante ha estado muy activa, aunque no sin consecuencias. Ella misma reconoció que fue un periodo complicado y que no esperaba que la fama le afectara tanto. Y no es para menos: realizó 89 conciertos de la gira de su disco, además de presentarse en una decena de festivales internacionales, entre ellos el Primavera Sound en Barcelona.
¿Música nueva?
Tras el éxito de su álbum, aprovechó el impulso para publicar The Giver. Con ritmos más suaves y un aire sureño, la canción se alejaba de himnos explosivos como Hot to Go! o Good Luck, Babe!, mostrando una faceta más introspectiva.
Meses más tarde, ya en 2025, lanzó The Subway, una balada demoledora sobre una de sus peores rupturas. Llegó acompañada de un videoclip lleno de referencias y de un ligero cambio estético, siempre fiel a su inamovible travestismo.

Chappell sigue fiel a su estilo, pero deja pequeñas pistas de lo que podría ser su próximo trabajo: quizá un regreso a sus raíces más sureñas, quizá una etapa más íntima y llena de baladas. Lo único seguro es que habrá que esperar pues la propia artista ha dicho en varias ocasiones que aún no ha comenzado su segundo álbum.

Andrea Sanz
Una chica buscando su lugar en el mundo. En este intento me encontré con el periodismo y decidimos hacerlo...












