Ghost in the Shell vuelve a las tiendas en 4K, en una edición irrepetible

Hubo un tiempo, a mediados de los años noventa, en que la palabra anime empezó a sonar con fuerza en España, colándose entre los videoclubs, los salones del cómic y las páginas de las revistas de videojuegos. Recordarás aquel coleccionable. ‘Manga Manía’, que debutó en nuestro país con cintas VHS con portadas imposibles y nombres que hoy suenan a pura mitología, como Akira, Ninja Scroll o Patlabor. En ese paisaje, entre cables, neones y reflexiones existenciales surgió Ghost in the Shell, en 1995, como una obra que redefinió los límites de la animación japonesa.

Dirigida por Mamoru Oshii y basada en el manga de Masamune Shirow, Ghost in the Shell no solo fue un hito visual —un despliegue de técnica, atmósfera y diseño cibernético adelantado a su tiempo— sino también una de las películas que cimentó la imagen del anime como arte adulto y filosófico. En su mezcla de ciencia ficción, thriller político y reflexión metafísica sobre la identidad y la conciencia, Oshii logró capturar la esencia del mundo digital que estaba a punto de nacer. Su influencia sería inmediata: desde Matrix hasta Ex Machina, pasando por toda una generación de creadores fascinados por su estética.

Dentro del mundillo del anime, Ghost in the Shell marcó un antes y un después. Fue la prueba de que el medio podía abordar conceptos complejos con una sofisticación visual y narrativa equiparable —o superior— a la del cine de acción real. Su protagonista, la Mayor Motoko Kusanagi, se convirtió en un icono del ciberpunk, no sabemos si por ser un símbolo de la disolución entre lo humano y lo artificial o por trabajar semi desnuda como mercenario.

Su animación tradicional ratificaba, allá donde llegara, que los dibujos animados no eran solo para los pequeños de la casa y ya entonces coqueteaba con ciertos efectos creados por ordenador. Hoy, treinta años después, sigue siendo una obra magnética y más vigente que nunca, en una era donde las fronteras entre inteligencia artificial, conciencia y realidad virtual son cada vez más difusas.

Hoy hablamos de Ghost in the Shell porque celebramos su reestreno en 4K. Tras haber babeado con ediciones ajenas a nuestro mercado, la mano de Selecta Visión se abre para dejar en las tiendas una edición irrepetible. Y no es una palabra que hayamos elegido al azar, porque esta primera edición para coleccionistas ha sido numerada y solo habrá mil afortunados en España que puedan hacerse con ella.

Dentro de una caja con un diseño espectacular firmado para la ocasión, los fans encontrarán la película en formato Ultra HD (también con una nueva portada), una copia en Blu-Ray (1080p), por lo que pueda pasar; un set de postales con las imágenes creadas para las portadas y un libreto muy especial que recoge los story-boards originales (para el que habríamos agradecido un tamaño algo mayor, pero el formato es el que es y podría no haber estado).

Muchos (seguramente todos) agradecerán que sea la edición clásica de Ghost in the Shell la que haya recibido el tratamiento 4K y no la versión 2.0, que sustituía parte de la animación manual por secuencias generadas completamente por ordenador que no han envejecido como querríamos. La imagen es espectacular; todo lo buena que puede ser. Todavía hay escenas en las que podemos ver algo de grano o el clásico ‘temblorcito’ en alguno de los paneos, pero no se puede pedir más a una puesta a punto de un contenido que tiene tres décadas.

En el audio todo son buenas noticias. Los fans encontrarán el doblaje original al castellano en Stereo y el segundo doblaje con mezcla 5.1, además de la versión original en Japonés y la versión en catalán, que para muchos fue clave en la entrada al anime.

No son muchas las películas que nutren el catálogo Ultra HD de la animación japonesa en nuestro país, pero si solo tuvieras hueco en la estantería para dos de ellas esas, tendrían que ser Akira y Ghost in the Shell. Sabemos que habrá ediciones más simples en momentos futuros, pero si quieres tener el ‘pack’ que merece esta película el momento para hacer el esfuerzo es “ahora”.

Selecta pone sobre la mesa una oportunidad para redescubrir una joya, símbolo de una época dorada que cambió la vida de muchos que hoy ya peinan canas y de hacerlo en las mejores condiciones posibles y con un packaging que dará el prestigio que falta a tu estantería.