María Figueroa, más allá de 'la niña del pompón': así ha cambiado su vida 15 años después
La artista que brilló con 'Me llamo María' se reinventa con madurez y talento
Portada de 'Menuda Es!, disco de María Figueroa / Foto promocional
Hace más de 15 años, una pequeña malagueña conquistó los corazones de toda España con su pegadizo Yo tengo mi pompón, pompón. María Figueroa, nacida el 27 de abril del 2000 en Alhaurín de la Torre (Málaga), se convirtió en un fenómeno nacional tras su aparición en el programa infantil Menuda Noche de Canal Sur, presentado por Juan y Medio. Con apenas cinco años, su desparpajo y carisma la hicieron inolvidable, y su canción Me llamo María se volvió un himno generacional.
Apodada como la niña del pompón, lanzó dos álbumes: Menuda es (2005) y Pomponmanía (2006), y colaboró brevemente con artistas como Vanesa Martín. Sin embargo, la fama precoz llevó a sus padres a tomar una decisión crucial: apartarla del foco mediático para que pudiera vivir una infancia normal y centrarse en sus estudios.
María no solo se alejó de los escenarios, sino que se volcó en su formación académica. Años después, culminó con éxito un doble grado en Derecho y Administración de Empresas (ADE) en la Universidad de Málaga, demostrando que su talento iba más allá de la música.
Nunca se retiró al completo de los escenarios
A pesar de su retiro, nunca abandonó del todo su pasión por cantar. En redes sociales como Instagram, donde acumula más de 12.000 seguidores, ha compartido versiones de temas populares, como Di mi nombre de Rosalía, mostrando una voz más madura y una sensibilidad artística renovada.
En 2024, María sorprendió al público con su regreso a la televisión en el programa Factor X, donde se reencontró con Abraham Mateo, otro talento surgido de Menuda Noche. Su aparición no solo despertó la nostalgia de quienes crecieron con su música, sino que también dejó claro que está lista para retomar su carrera musical desde una nueva perspectiva.
Hoy, a sus 25 años, María Figueroa representa una historia de evolución personal y profesional. De estrella infantil a joven universitaria con aspiraciones artísticas, su trayectoria es ejemplo de cómo se puede crecer con los pies en la tierra, sin perder la esencia que un día la hizo brillar.