Censura musical: ¿Por qué ‘Lola’ de The Kinks fue vetada en la BBC?
Pese a la época, el tema de la canción no fue el motivo
The Kinks, en directo. / Larry Hulst
Corría 1970 cuando The Kinks sorprendió con Lola, una pieza que terminaría siendo un referente del rock británico. Escrita por Ray Davies, la letra narra con desenfado y frescura la historia de un joven que conoce a una mujer trans en un club londinense. En su tiempo, tocar el tema de la ambigüedad de género en una canción pop era algo rompedor. Sin embargo, la polémica que acabó en censura no tuvo nada que ver con eso, sino con una marca registrada.
El problema: Coca-Cola en la letra
La BBC mantenía una estricta política contra la publicidad encubierta en sus emisiones. En la versión original, Davies cantaba: “bebes champán y sabe como si fuera Coca-Cola”. Para la emisora pública, mencionar una marca era inaceptable. El veto amenazaba con frenar el éxito del sencillo en Reino Unido, justo cuando la banda buscaba recuperar popularidad tras años de altibajos.
Una solución a contrarreloj
Ray Davies, que se encontraba de gira en Estados Unidos, tomó una decisión drástica: voló de urgencia a Londres para grabar de nuevo la línea conflictiva. El cambio fue mínimo pero crucial: “Coca-Cola” se convirtió en “cherry cola”. Gracias a esta modificación, la BBC levantó la prohibición y Lola pudo sonar en la radio, alcanzando el número 2 en las listas británicas y el 9 en las estadounidenses.
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¿Por qué no censuraron el tema de género?
Paradójicamente, la BBC no mostró reparos ante la referencia al travestismo, un asunto que en 1970 seguía siendo tabú. Esto revela una contradicción interesante: la censura se aplicaba con rigor frente a la publicidad, pero no ante cuestiones sociales que, aunque controvertidas, no infringían normas explícitas.
El episodio se convirtió en una de las anécdotas más curiosas de la censura musical. Una canción que rompía moldes en cuestiones de género fue censurada no por su contenido, sino por una simple marca comercial. Actualmente, Lola es considerada un himno de la libertad artística y un recordatorio de cómo las reglas pueden moldear la cultura pop de maneras inesperadas.
