Muere una de las mejores amigas de Laura Matamoros que está rota: “Qué dolor tan grande, pero qué alegría haber vivido tanto contigo”
Se marcha a Londres para despedirse de ella tras una larga lucha contra el cáncer

Laura Matamoros, en los 'Women Of The Year 2025', de Bazaar. / Pablo Cuadra
Hay amistades que te marcan toda la vida y que la distancia no es capaz de destruir. Laura Matamoros conoció a una de sus mejores amigas en Sevilla, pero vivieron sus mejores momentos en Londres donde ella decidió quedarse. Pero una enfermedad, contra la que estuvo luchando durante quince años se la ha llevado y la influencer ha tenido tiempo de ir a la ciudad donde tan buenos momentos pasaron para despedirse de ella. Más difícil que Supervivientes, donde la vimos pasarlo tan mal el año pasado.
Rota de dolor, ha expresado todo su sentir y ha compartido su despedida a esa amiga que formará parte siempre de su vida: “Hoy para mí, he cerrado una etapa de mi vida. Londres. Siempre será tu ciudad, la mía no lo llegó a ser … aunq por calzador me la quisieras meter. En la que sin ti no hubiera sido lo mismo”.
Te recomendamos
“No tengo muchas palabras para este momento. Tengo muchos recuerdos que se quedarán grabados para nosotras y estoy segura, que también para toda esa gente con la que hemos compartido. Desde 2011 juntas y la puñetera juber que tantos dolores de cabeza y risas nos dio en Londres, nos ha acompañado. Mil historias en mil sitios. Doy gracias de poder habernos cuidado, y sobre todo cruzarnos en nuestras vidas”, compartía en redes sociales.
LOS40
LOS40
“Nos volveremos a ver, volveremos a bailar juntas y ahí nadie nos quitará el tiempo para seguir disfrutándonos. Doy gracias infinitas por habernos elegido y por ser amigas ETERNAMENTE”, escribía en su muro junto a un extenso carrete de esos momentos compartidos.
Te recomendamos
Una historia de despedida
También subía una historia tras su fallecimiento: “Mi amor, ya en paz. Qué dolor tan grande, pero qué alegría haber vivido tanto contigo. Sevilla nos unió y Londres nos hizo mejor. Mi alma está rota, no puedo soportar lo injusta que ha sido esta enfermedad contigo. Nos vamos a encontrar y volver a reír y contar todos los chismorreos de la vida. Tus ojos siguen brillando desde donde estés. TE QUIERO A RABIAR JOD*R”.
Es momento de echar la vista atrás y recordar esos buenos momentos compartidos. “Nunca olvidaré este verano que decidimos irnos a Londres para ver qué tal. Éramos unas crías, pero nos gustaba la sensación de ser independientes y de volar fuera de Sevilla, decidimos tirarnos al barro, buscarnos la vida”, recordaba sobre aquella aventura que compartieron.
“También teníamos la sensación de que no nos teníamos que dejar nada por conocer y vivir. Para eso siempre hemos sido las mejores. Y jod*er, cuánta razón para disfrutar de la vida y no dejarnos nada. Nuestros Domingos en Brick Lane y el 1001 guardan muchas horas nuestras. Pero, sin duda, poder haber vivido juntas tantos momentos lo ha hecho muy bonito, jod*er. Aunque tomamos caminos distintos, siempre hemos estado unidas”, recalcaba.
Laura decidió volver a España, pero su amiga se quedó en Londres. “Al final, la única de todas las que fimos, tú la más valiente y la que siempre dijo que Londres se había convertido en su casa. Valiente como tú sola porque de cero hiciste la que hoy has elegido tu casa, para descansar en paz. Eres una jodL*da maravilla Tuky”, expresaba.
En esta ocasión, ha sido el cáncer quien ha vuelto a llevarse la vida de alguien demasiado pronto: “Llevas luchando contra todo pronóstico desde hace más de 15 años, han sido muchas idas y venidas, han sido muchas luchas internas y que, en la medida de lo posible he intentado estar, de la mejor manera que he podido o sé. Me culpo mucho de no saber hacerlo de otra manera. Siempre me ha dado mucho miedo: no saber si lo estoy haciendo bien o mal. Intentar evadir el problema fue mi actitud durante un tiempo”.
El camino a la despedida
Pero no ha dudado en coger un vuelo para ir a despedirse de ella. “Hoy, estoy cogiendo un vuelo para volver a la ciudad que nos hizo volar, y que me negaba a volver de esta manera. Y sigo negándome a penar en que la vida es maravillosa. En este caso, la vida es una pu*a mier*a. Lo que nos da, nos lo quita. Y esto no es ley de vida”, decía enfadada.
“No estoy preparada para verte así, pero no me puedo permitir no estar, aunque sea en la puerta para decirte que, al final, volaremos juntas y que sea cuando sea, volveremos a brillar. Y volver a juntarnos y ahí en ese espacio infinito será el que nadie nos separará, ni nos putearán con más enfermedades”, deseaba.
No ha sido una situación fácil. Durante el viaje a esa despedida aseguraba que nunca se había enfrentado a una situación así, “pero no me perdonaría jamás no poder verte, aunque sea una vez más. Volver a vivir como decimos y de repente, otra vez el put* cáncer vuelve de otra manera, con otro nombre o por otra parte de tu cuerpo. La vida nos enseña, pero esta lucha constante me deja sorprendida por la fuerza que tienes. Por levántate y no querer caer. Esquivando lo más grande, para eso te han dado un don querida”.
“Y con esas ganas de seguir viviendo aun estando minada por dentro, y con esa sonrisa y esas conversaciones que hemos tenido me voy feliz, feliz de verte, de estar y de llevarme la satisfacción de haber llegado a tiempo”, terminaba su escrito dejando claro que esa despedida se ha producido.
Ahora toca continuar y mantener siempre ese recuerdo de Londres que será una ciudad especial por todo lo vivido allí con ella.

















