Patti Smith: cuando el hambre agudiza el ingenio hasta crear una leyenda
De Chicago a Nueva York pasando de la pobreza al estrellato

Patti Smith durante su concierto del 12 de octubre en el London Palladium / Jim Dyson
Dicen que lo bueno se hace esperar, y tan cierto es como que el nacimiento de la mujer que acabaría convirtiéndose en la sacerdotisa del rock y del punk llegó nada mas y nada menos que el penúltimo día del año. En Chicago un 30 de diciembre de 1946 nació Patti Smith.
Patti de Chicago
Antes de ser Patti Smith, fue una joven que dormía poco, leía mucho y caminaba sin rumbo fijo por Nueva York. Llegó a la ciudad a finales de los sesenta y sobrevivió encadenando trabajos ocasionales mientras escribía poemas y dibujaba. Compartió con el fotógrafo Robert Mapplethorpe habitación, precariedad y ambición. En Just Kids (2010), Smith relata con claridad que hubo periodos en los que apenas tenían dinero para comer y que muchas veces el objetivo del día era encontrar algo barato que llevarse a la boca.

Vivieron en el Chelsea Hotel, un espacio que ella describe como tan caótico como fértil para la creación. Allí no perseguían fama, sino tiempo y condiciones mínimas para trabajar. En entrevistas posteriores, Smith ha explicado que en esos años la prioridad no era el éxito, sino resistir y seguir creando. Esa etapa fue el cimiento de todo lo que vendría después.
LOS40
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Cincuenta centavos y mucha hambre
Cuando Patti llegó a Nueva York, solo llevaba cincuenta centavos en el bolsillo. Para una joven de Jersey sin perspectivas, era mucho dinero en 1967. Era lunes, como el día en que había nacido, y decidió instalarse en la ciudad sin conocer a una sola alma. Nadie la esperaba y todo la aguardaba: la ciudad, los trabajos mal pagados y, sobre todo, el hambre constante. Durante semanas, deambuló sin un lugar donde guardar su maleta ni suficiente comida, durmiendo donde podía, desde bancos y metro hasta cementerios.
Compartía estas dificultades con Robert Mapplethorpe, con quien dividía café, pan de centeno, queso y tallos de apio. Esa escasez marcó sus primeros días y enseñó a ambos a organizarse y a cuidar de sí mismos mientras perseguían sus objetivos profesionales y artísticos. Cada pequeño recurso que conseguían, un sándwich o un café, era parte de la supervivencia diaria. Patti es ejemplo de muchísimas cosas, pero resulta ser también el vivo ejemplo de cómo de verdad el hambre agudiza el ingenio, y de cómo la joven artista en su día supo crearse una buena vida donde nunca más pasaría hambre.

El momento más reflexivo de Patti
Tras la intensidad y éxito de los siguientes años a la hambruna, Patti Smith se retiró parcialmente de la música a finales de los setenta para formar una familia en Detroit, una decisión que ella misma ha relatado tranquilamente en Just Kids. Durante ese tiempo publicó poco, pero nunca dejó de escribir. Su regreso en los noventa estuvo atravesado por pérdidas personales, como la muerte de su marido Fred “Sonic” Smith y de su hermano, circunstancias que influyeron de manera directa en Gone Again (1996).

La misma leyenda que conocimos con 50 centavos en el bolsillo ha llegado hasta 2025 sin perder ni un poco de su esencia, colaborando en Lux, el cuarto álbum de Rosalía. La voz de Patti Smith de una famosa entrevista del año 1976 se escucha sampleada en la canción La Yugular, como un guiño a su influencia y su legado en artistas de generaciones posteriores. Más allá de aniversarios, Patti Smith se mantiene fiel a ella misma, manteniéndose como la gran referente que es.

Andrea Sanz
Una chica buscando su lugar en el mundo. En este intento me encontré con el periodismo y decidimos hacerlo...












