El último adiós a Michael Jackson

Más de veinte vehículos negros, con sus familiares escoltados por la policía, recorrieron cerca de 30 kilómetros. Los que distan de la casa de los Jackson al cementerio Forest Lawn de Glendale. El féretro bañado en oro del artista, flanqueado con dos imágenes suyas y flores, se dirigía con ellos hacia en la Terraza Sagrada del Gran Mausoleo del cementerio.

Con un calor sofocante, el primero en llegar al lugar fue el padre de Michael. Ocupó la primera fila junto a la madre del artista, que fue quien finalmente decidió que su hijo descansase en aquel lugar, más los tres hijos del cantante y los hermanos de Jacko. No faltaron sus mejores amigos: Macaulay Culkin (quien ha desmentido que sea el padre del hijo menor de Michael Jackson) y Elisabeth Taylor. También estuvieron presentes Diana Ross, Corey Feldman, Brooke Shields, Stevie Wonder, Lisa Marie Presley, o su segunda mujer Debbie Rowe.

Uno de los momentos más emotivos del sepelio fue cuando un piano, que acompañó toda la ceremonia con las notas de las canciones del artista, interpretó I'll be there. Su gran amiga Gladys Knight actuó también, emocionando aun más a los asistentes.

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Michael Jackson descansa ya en una edificación de estilo italiana del siglo XIII junto a una capilla en cuyo interior se encuentra una réplica en mármol de La piedad de Miguel angel y una vidriera con la reproducción de La Ultima cena de Leonardo Da Vinci. La tumba estará protegida las 24 horas para que no se produzca ningún robo.

Sus familiares y amigos tras el entierro acudían al restaurante italiano Villa Sorriso en Pasadena para "celebrar la vida del Rey del Pop". Seguramente la polémica y los rumores seguirán germinando en torno al artista. Pero él ya por fin descansa en paz en el mismo lugar que otros grandes como Clark Gable, Carol Lombard, Bette Davis o David Carradine.