María Adánez: "Cualquier foto acaba en todos lados, no hay privacidad"
Entrevistamos a la actriz María Adánez, Rebeca en la serie La Que Se Avecina
Si pensamos en ese bloque de pisos a las afueras de la ciudad llamado Mirador de Montepinar, lo primero que te viene a la cabeza es agradecimiento: dar gracias por no vivir en esa comunidad de vecinos tan loca.
Quien sí vive allí es Rebeca Ortiz, una abogada muy resuelta e independiente que proyecta una imagen de tener todo bajo control y no necesitar a nadie. Luego, como ya sabrán todos los fans de La Que Se Avecina, Rebeca es menos de lo que aparenta y, como todos los vecinos de esta desternillante comedia de Telecinco, o tiene sus taras o termina adquiriéndolas en este ambiente tan surrealista.
El personaje de Rebeca llegó por primera vez a Mirador de Montepinar en la temporada séptima. Está interpretado por María Adánez a la que ya vimos en Aquí No Hay Quien Viva (serie precedente a LQSA)dando vida a "la pija" en otra loca comunidad de vecinos que pasará a la historia de nuestra televisión.
Ahora La Que Se Avecina acaba de estrenar su octava temporada en Telecinco. En su primer episodio arrasó con más de 4,5 millones de espectadores. María nos habla en esta entrevista del fenómeno fan, de la nueva temporada y de cómo los actores… aunque no lo creamos, también son personas.
¿Te has habituado a vivir ya en Mirador de Montepinar o aún la calle Desengaño ocupa en tu cabeza un lugar importante?
[Risas] Depende del día… Sí, hombre, ya sí. Esta temporada me siento muy identificada con este piso: dos mujeres con casi 40 años [Rebeca, su personaje, vivirá con Judith (Cristina Castaño)]; solteras; una madre, la otra no; vuelta al ruedo de la sexualidad…
Se está poniendo de moda ahora, un poco como pasaba en Sexo En Nueva York, eso de poner personajes femeninos de unos 40 años que se liberan y rompen todos los tópicos que hay respecto a las mujeres de esa edad, ¿no? Son mujeres dueñas de su vida…
Exacto, tú lo has dicho: dueñas de su vida. Se ha avanzado un poquito. Esta cultura del patriarcado sigue muy vigente, pero sí que es verdad que se ha hecho un caminito hacia la liberación de la mujer y también hacia el cuidado de la naturaleza.
Como mujer, creo en la igualdad entre el hombre y la mujer. Lo contrario sería una invención. Desde hace un tiempo se está teniendo la conciencia de que hombre y mujer son dos seres humanos iguales. Y así debe ser.
¿Qué es más complicado para Rebeca: vivir en ese bloque de pisos o tener que convivir con Judith?
Vivir en Montepinar… aunque a veces, vivir con Judith… ¡Vaya dos frentes! [ríe]
¿Y con Rebeca es fácil vivir? ¿Tú, como María Adánez, vivirías con una persona como tu personaje?
[Risas] Si no te queda más remedio… [Risas]. Yo creo que sí podría vivir, que tiene un carácter, de momento, más dúctil.
¿Qué te gusta de trabajar en una serie semanal como La Que se Avecina?
Es un lujo poder estar trabajando con cierta estabilidad teniendo en cuenta cómo está todo. Y es un lujo estar trabajando en una serie de éxito, donde se están rodando capítulos y donde sabes que tienes un año de trabajo por delante…
Es un lujo también estar con Alberto y con Laura Caballero (creadores) y con todo el equipo que hay aquí de actores.
Y allí en el plató, ¿existe esta locura que vemos ahora mismo aquí en la presentación?
Hombre, allí es un trabajo. Hay mucho madrugón, hay cansancio… Muchas veces los textos no los llevas como quisieras… Lo que hay es el estrés de una profesión y de mucha gente y de muchas horas.
Y el equipo técnico que trabaja muchísimas horas para sacar adelante esta serie, que no se nos olvide.
La Que Se Avecina si algo da es fama. ¿Cómo convives con eso? ¿Te gusta?
Hay días que sí y días que no. La parte más real es que tú la mayoría de los días eres ser humano. Ser humano [recalca]. Y como tal, necesitas cortar el estrés de que te estén mirando todo el rato. No sabes lo que es eso: que continuamente te estén mirando y observando.
Yo entiendo cuando una persona de la calle se encuentra contigo, es algo especial y es bonito cuando te reconocen con tanto cariño; pero hay momentos en los que uno no quiere hacerse una foto porque tienes un mal día, estás cansada, te duele la cabeza, tienes la regla… Es decir: quieres ser humano, con los pies en la tierra.
A veces, ese límite es delicado: el decirle "lo siento, no me hagas la foto" porque estás cansada o porque son las tres de la mañana. Sobre todo porque ahora hay mucho abuso de la imagen, cualquier foto acaba en todos lados, no hay nada de privacidad.
Ese es el lado malo. El bueno es que estamos aquí gracias a la gente, sin ellos nada de esto existiría.
Ya conocemos a tus personajes, pero ¿cómo es María Adánez?
Creo que mi mayor virtud es la generosidad. Soy un ser humano muy sencillo que en cuanto llega a casa se quita los tacones… Lo único que quiero es normalidad y sencillez. Tampoco tiene mucho misterio la vida de los actores: somos seres humanos igual que todos, con nuestras neuras y nuestras virtudes.