Nace Jonny Lang, el niño prodigio del blues

Jonny Lang, el “niño prodigio” del blues nació en Minneapolis el 29 de enero de 1981. Con una voz sorprendente para sus pocos años, un no menos sorprendente dominio de la guitarra, su desgarrada forma de interpretar y sus dotes para la composición, no es de extrañar que “Lie to me”, su primer disco en una gran compañía, grabado a los 17 años, ocupase durante casi dos años los primeros puestos de las listas de ventas de blues en los Estados Unidos. Jonny, con su cara aniñada y un rostro más cercano a la dulzura femenina de lo que cabría esperar de su voz, grabó su primer disco, Smokin, a los catorce años, bajo el sobrenombre de Kid (niño) Jonny Lang, y ya como líder de la Big Bang la banda con la que había comenzado a tocar a los doce. Jonny asistía a un concierto de la que entonces se llamaba Big Medicine Blues Band, cuando alguien le invitó a subir al escenario y, claro, ya nada fue igual: en menos de dos años el rubito era ya el líder de la banda que tuvo que cambiar de nombre. El disco que grabó con la Big Bang, Smokin, se convirtió en todo un éxito local y fue la llave que le abrió el camino para lanzarse al mercado adulto de la mano de una gran compañía, la A & M records, que le fichó con poco menos de 16 años. Jonny Lang que contó para su primer disco en A&M con medios dignos de una estrella tuvo la valentía de escoger para él un repertorio clásico que le sometía a la comparación con las grandes voces. Pese a lo arriesgado de la apuesta Lie to me obtuvo el favor del público y de la crítica, por lo que, en menos de un año, había ya un segundo disco en el mercado: Wander this world que optó ya a los grammy de 1998. El cuarto disco de Jonny Lang tardó cinco años en llegar y causó un cierto desconcierto entre su público, para el que el exceso de producción, con unos arreglos demasiado alambicados, había dado como resultado un álbum cuando menos desigual. Quizá por ello las últimas giras del niño del blues han sido acústicas dejando a una de las voces con más futuro del blues blanco desnuda ante quienes han de juzgarle como intérprete ya maduro.












