Wonder Woman: Sangre es el cómic de la semana

Tras hablaros de Batman y Superman no podía faltar esta súper heroína

Hemos hablado de Batman y hemos hablado de Superman, pero falta el último miembro de esa “Trinidad” de DC Comics. Wonder Woman también tuvo un reinicio y ECC Comics está publicándolo en tomos que merecen mucho la pena, por ello; el cómic de esta semana es Wonder Woman: Sangre.

Seré sincero. Nunca había leído Wonder Woman; conocía muy poco de su origen y poco en general del personaje; sólo lo leído en Liga de la Justicia, por lo que he llegado sin juicios previos a la lectura de este “reinicio” en su historia.

El encargado de ponerlo en marcha es Brian Azzarello, responsable de “100 Balas” entre otras joyas, por lo que sabemos que al menos la línea argumental ha caído en buenas manos.

El arranque de la historia de Diana (también conocida como Wonder Woman), comienza a trazar un árbol familiar presentando a los dioses del Olimpo y su relación directa con la súper-heroína. La leyenda contaba que Diana era fruto de un deseo divino de su madre, una divina concepción que respondía al deseo ciego de su madre de tener descendencia “amazónica” pura, sin el género masculino de por medio.

Cuando la verdad sale a la luz, Diana se da cuenta de que es hija del mismísimo Zeus, fruto de una de sus relaciones, en este caso con Hipólita, reina amazónica. No es la primera, es hermana de Discordia, hija de Hera, mujer de Zeus una diosa con ganas de ocupar el trono que su marido ha dejado vacante y, por si fuera poco, tiene un tercer hijo en camino fruto de una relación con una chica de la tierra llamada Zola, de la que Diana y su inseparable Hermes, se harán cargo.

Sangre es una presentación que no esperas de un personaje que no conoces. Una parte “oculta” del universo DC que bien merece llamar nuestra atención. Un argumento complejo lleno de relaciones entre dioses que pondrá cara en sus viñetas a personajes conocidos del Olimpo y otros no tan conocidos pero bien interesantes.

Los lápices de Cliff Chiang buscan un estilo parecido al de Eduardo Risso (fiel compañero de Azzarello en muchos de sus guiones), líneas claras, justas y poderosos blancos y negros. El relevo de Tony Akins es correcto, lo justo para mantener sin llegar a echar de menos al primer artista de la serie.

Muy interesante lectura la de este primer volumen Sangre; casi más por el vacío que deja al terminar que por la indiscutible calidad de su páginas. Ese vacío lo llenará Agallas, el segundo volumen de la serie, que ECC pondrá en las tiendas el próximo mes.