Especial
Análisis de The Division
Todavía estamos en ello
Tenía curiosidad por ver qué salía de esta mezcla de RPG + Acción en modo multijugador. Así de primeras no es algo que quisiera relacionar demasiado con la guerra de corte realista. Normalmente cuando uno pega tiros en las calles de Nueva York, suele pensar que "uno en la cabeza" va a tumbar al objetivo, no que la vida se va a drenar en plan RPG (a la "Destiny" y tal...). El caso es que he tardado bien poquito en perder esa semi-preocupación y con unas cuantas decenas de horas de partida sigo encantadísimo. Os cuento.
The Division os pone en la piel del personaje que vosotros confeccioneis. Así de primeras, el editor es bastante pobre, no se si porque se va a comerciar después con caras o porque las caras en realidad son algo poco relevante en este juego, pero sólo tenemos un puñado de caras masculinas y otro puñado de femeninas para elegir, una decenita de peinados y a correr... No esperemos el editor del Skyrim; aunque ya os digo, que aquí la cara no pretende ser el espejo del alma, es un trámite a cumplimentar.
Caeremos en Brooklyn, para resolver un par de misiones en plan tutorial y a partir de ahí tendremos acceso a un piso franco que tendremos que abandonar después de la primera misión para dirigirnos a Manhattan.
Para quitárnoslo de en medio, uno de los problemas que más ha llamado mi atención es la falta de instrucciones y la complejidad que acarrea querer montar una misión en equipo. Ese piso franco del que os hablo está lleno de gente que, literalmente, no tiene ni idea de lo que tiene que hacer. Hay una máquina para solicitar "Matchmaking" que es bastante confusa, puedes preguntar a gente si quiere unirse a tu escuadrón, y puedes seleccionar una misión y solicitar que quieres hacerla en equipo (como deben hacerse), pero las tres soluciones son confusas y me han hecho encontrarme en más de una ocasión dentro de uno equipo en el que cada uno toma una dirección dentro de la ciudad y no hay forma de ponerse de acuerdo para empezar una misión.
Es un "pero", uno de los muy poquito que he encontrado, pero se agradecería una forma más directa y fiable de iniciar misiones en equipo o, al menos, que los menús las tuvieran mejor destacadas.
Una vez dentro de las misiones el juego es una auténtica pasada. La inteligencia artificial del enemigo es muy agresiva, programada para el enfrentamiento en equipo; si entráis solos a una misión de historia no pasaréis de la primera sala que piséis. El enemigo rodea, pone trampas, acelera cuando nosotros nos retiramos y remata cuando alguien está en espera de ser rescatado. Como tiene que ser.
Vuestro arsenal se compone de dos armas principales, una pistola y dos "slots" para habilidades especiales que podréis elegir. Todas las armas son completamente personalizables, con accesorios que encontréis, fabriquéis y compréis en la base, y cuando un arma, accesorio o parte de vuestra indumentaria se queda obsoleta podréis despedazarla para obtener materiales que luego usaréis para crear armas y accesorios de niveles superiores; porque además vuestra mochila tiene un limite y no podéis llevar "mucho, de todo".
Entre misiones, podéis explorar Nueva York, es una pasada; está brutalmente construida, tiene cientos de distritos por descubrir, en los que luchar y que esconden "ecos" y demás secretos que podéis encontrar. Gráficamente, a pesar de que no cumple con aquella primera expectativa creada la primera vez que se enseñó, sigue siendo brutal y cuando te sientas a jugar en casa en un "tele de 40", te maravilla pasear por una ciudad recreada con cuidado y en condiciones post-pandémicas. Todo muy apagado, coches abandonados en la calzada, campamentos clandestinos; es genial, de verdad.
El problema, como decíamos antes, es ponerse de acuerdo con el equipo después de una misión para dar un paseo por Nueva York (cuyas calles tienen equipos enemigos esperando, lo que no las hacen recomendables para paseos solitarios). Ya os digo que, normalmente, acaba la misión y la gente se vuelve loca; uno se queda parado, el otro se va a la otra punta de la ciudad y otro se desconecta; y el equipo se queda "formado" pero sin ningún tipo de comunicación (lo que, por supuesto, os obliga a dejar la formación y buscar otra nueva para hacer algo concreto).
Todas estas misiones y materiales se hacen para poner en marcha una base de operaciones enorme que "The Division" tiene montada frente al Madison Sq. Garden. En ella hay varias "Áreas" que deben ser puestas en marcha: Seguridad, Médica y Tecnológica. Ponerlas en marcha supone caminar hacia una recuperación de la ciudad, estudiando como parar el virus que ha causado ese caos, recuperando la electricidad, suministros, etc... Conforme se construyen esos pilares fundamentales, vuestro personaje tendrá una mayor oferta de habilidades especiales para equipar, que pueden ir enfocadas más en torno a la salud y la curación o buscar más refuerzo en el combate, como misiles y torretas.
Creo que, así por encima, no me dejo nada del funcionamiento del juego. The Division es de los Action/RPG más completos que he visto en mi vida y salvando la complejidad para encontrar buena comunicación en los equipos, el resto está perfectamente hilado y dispuesto para una cantidad de horas de disfrute que todavía no puedo detallar. Es muy largo, hay mucho por hacer y por mejorar y encima hay nivel de dificultad "difícil" para aquellos al os que le sepa a poco la inteligencia del enemigo.
Por como soy yo, suelo agradecer un modo para un jugador en los juegos, aquello de no "tener" que estar conectado a internet sí o sí para jugar, pero entiendo que la experiencia que vende Ubisoft necesita cuatro cerebros y no es algo que ha querido "suplantar" con más inteligencia artificial.
He quedado profundamente satisfecho con "The Division", como os digo, sigo jugando y descubriendo distritos y secretos, mejorando al personaje, fabricando armas y encontrando accesorios; y mucho tendrían que cambiar las cosas para que el tono de este análisis cambiara. Me parece una compra formidable y la mejor forma de amortizar los 50+ euros que se pagan por una novedad. ¿Compro? Sí o sí.